CAPÍTULO 8

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La Pocahontas yace dormida plácidamente en su cama mientras su cuerpo está semidesnudo entre las sábanas blancas y azules. La madre de Jacob entra sigilosamente y al verle la marca que tiene en su nalga derecha se sorprende.

—¡DIOS EMILY!.— Grita espantada.

—¡Ah! ¿Qué? ¿Que pasa?.—Me desperté aturdida con los ojos paranoicos.

—¿Que te pasó ahí?.— Señala con su índice la nalga de Emily.

Emily se frota el rostro.

—Fué Jacob...—Respondí sin ver lo que Elizabeth me señala.

—¿ACASO TENGO UN HIJO PERRO?.—Pone sus brazos en jarra y alza la voz molesta.—¿Adónde vas?...— Pregunté al verla pasar apresurada y como si nada.

—Voy a salir... ¿No hay nadie en casa verdad?.—Ella asiente y me fuí a la ducha.

Después de una ducha rápida y arreglarse como una chica normal según Jacob, o bueno al menos eso ella trató

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Después de una ducha rápida y arreglarse como una chica normal según Jacob, o bueno al menos eso ella trató.

Emily se ríe internamente por las cosas estupidas que le exige Jacob. No son una pareja formal, ni novios mucho menos, pero la cela como si fuese de su propiedad. Ella sale con su teléfono en mano y se dirige al enorme portón negro de la mansión.

—Señorita Emily.... ¿Adónde va?..—La detiene uno de los guardaespaldas en la entrada.

—Puedes llevarme a casa de mis padres por favor...—Habla ella con una inocente voz.

—No puedo. No estoy autorizado para llevarle. Y usted tiene prohibido salir de la mansión. Por favor no nos dificulte el trabajo señorita Emily...—Insta el guardaespaldas un poco malhumorado.

—Por favor... Te lo suplico. Llévame. Te prometo que no escaparé. Ni causaré problemas...—Supliqué con las manos en mi boca y puse ojitos de cachorro.

—¡No puedo señorita!.—Alza un poco la voz impaciente.

Puso ojitos de gato.

El resopla con impaciencia y habla a través del radio, ve su reloj y luego la toma del brazo.

—¡Gracias!..—Dije sonriente.

—Las cosas no están bien señorita Emily... Pero sólo serán veinte minutos...—Murmura el hombre entre dientes y metiéndose a trompicones en la camioneta.—¿Entendido?.—Pregunta elevando una ceja esperando respuesta.

—Está bien. Yo me culpo en caso de algún problema...—Hice un pulgar arriba.

A toda velocidad se puso el hombre para llegar lo más pronto posible a la mansión de Emily. Les tomaría llegar en diez minutos. Todo depende del tráfico y rezar para que no llegue Jacob y no los encuentre. A uno le van a cortar la cabeza por sacar a la mujer del jefe sin el permiso de él. Y a la otra de seguro otro castigo.

Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora