CAPÍTULO 56

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Emily ahora vivía en casa de Bernardo, ella se negó a volver a la mansión Sorrentino. Debido a su pobre condición física, fue difícil para Jacob forzarla.

Suprimiendo su ira una y otra vez, trató de acercarse a Emily, tratando de reconstruir el calor del pasado. Pero no fué fácil reparar un corazón roto. Estaba tan alienada que él no sabía cómo acercarse a ella. Una y otra vez él miró su delgada espalda sin poder tocarla y la molestia de Mónica lo hizo más irritable. Realmente quería terminar todo de una vez, no quería que Emily y Benjamín estuvieran involucrados en peleas de clanes y mucho menos que Alessandro se los llevara. Sólo podía dar un paso a la vez y con cuidado.

Repentinamente al día siguiente Emily recibió una llamada de Alessandro, que había encontrado una médula adecuada para Benjamín, pero debido a la fuerte seguridad de la mansión ya no podía entrar y ella no podía salir, al menos no sola. Por eso decidió salir de compras con Elizabeth, con la excusa de que hace mucho frío y no tiene buenos abrigos.

—Definitivamente Elizabeth los años no pasan en tí...—Tomo un sorbo de café.

—Tomo un sorbo de café

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—¡Claro que sí pasan!.—Elizabeth hace una queja graciosa.—Mantener todo ésto en orden no es fácil...—Bato mi cabello como diosa.

—No pareces la madre de Jacob... ¿En realidad eres su mamá?.—Hice un puchero y ella me da un golpecito.

—Si lo soy... Lo que pasa es que los dos somos distintos.!El tiene su carácter que salió a su padre por supuesto... Y yo tengo el mío...—Hice una mueca.

Emily divisó a lo lejos a Alessandro, en seguida se puso nerviosa pero sobre todo por los guardaespaldas que están de civil y otros cercas a ellas.

—¿Quieres salir y no sabes cómo?...—Emily quedó atónita por mi pregunta.—Para eso me hiciste venir de compras... Compramos muchas cosas y ahora tomamos un café... Estás buscando la manera de escapar de Jacob.—

Emily se sintio mal por usar a Elizabeth para lograr su propósito. Una mirada avergonzada le dió ella a la mamá de Jacob. Sin embargo lo siguiente no lo esperaba.

—Lo siento...—Me disculpé cabizbaja.

—No te preocupes... Mira, en esa tienda de ropa hay una puerta trasera, pide a la dependienta el baño, giras a la izquierda y estará una puerta que da a las afueras del centro comercial... No me preguntes como lo sé... Solo ve y anda...—Hice una seña.

—¡Gracias!.—Le dí un beso en su mejilla.

Emily hizo tal cual como Elizabeth le indicó. Al llegar a la puerta del baño, giró a su izquierda y una puerta de hierro daba con el estacionamiento del centro comercial. Ella sale y enseguida la golpea las corrientes de viento. Tomó su teléfono y le hizo una llamada a Alessandro dónde lo esperaría en otra parte del centro comercial.

Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora