CAPÍTULO 37

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Una paranoica Emily se encontraba en la sala de interrogatorio y con sus ojos sólo veían un punto fijo y sus manos las llevaba esposadas a sus espaldas mientras llenaban su expediente y hacían algunas preguntas. A las afueras todo era un alboroto. La madre de Emily y su papá estaban en shock y la madre de Tomás estaba peor.

—¡Asesina! ¡Como pudiste!.—¡PLASS! La madre de Tomás le dió una bofetada a Emily mientras la llevaban a la celda.

Emily unió sus labios conteniendo su ira y la ve sin expresión alguna.

—¡Señora Abarbategui!.—La detuvo el padre de Emily.

— ¡Usted! ¡No se meta! ¡Es mi hijo el que ella mató! ¡Es una ASESINA! ¡DESCARADA!.—Rugía con furia la madre de Tomás con unas lágrimas lamentables.

—Mi hija es inocente...—Rechina sus dientes viendo a la señora fijamente.

Emily fue llevada a su celda. Le quitan las esposas y la dejaron ahí. Mañana sería la audiencia de presentación,m y la oportunidad para dar a conocer los hechos.

Al día siguiente.

—Siguiente caso. El estado contra Emily Garnier de Abarbategui por los cargos de homicidio intencional en segundo grado. ¿Cómo se declara la acusada?...—Preguntó la anciana jueza.

—Inocente...—Susurró Emily en un hilo de voz aturdida y desorientada.

—¿El abogado acusante tiene algo que decir?...—Preguntó de nuevo con su cara arrogante y prepotente.

—Sí su señoría...—Se levantó el abogado ajustando su traje.—La familia del joven pide pena máxima. Ya que la señorita Emily actuó intencional y con malicia...—Ajustó sus gafas.

—¡Objeción su señoría!.—Se levantó el abogado de Emily.—Como puede pedir pena máxima si no hay pruebas... Mi clienta, señora jueza no estaba en la escena del crimen... Ella escuchó los disparos y fue cuando subió inmediatamente y al estar en el piso se percató que se trataba de su esposo. ¿Dónde quedó el arma?. ¿Las huellas?.—Expuso seriamente el abogado.

—¡Objeción!.—Espeta el otro.—Su clienta estaba en el edificio...—

—¡Porque iba subiendo!.—Reprochó el abogado interrumpiendo al otro.

—Disparó de forma premeditada y con alevosía matando así al jóven Abarbategui...—Murmuró furioso contra Emily.

—¡No hay pruebas!.—Sentencia el abogado.

—¡Orden señores!.—¡PAM! ¡PAM! Golpeó su mazo y se hace el silencio sepulcral.

Emily no sabía de qué discutían los abogados pues esas palabras eran extrañas para ella y solo podía llorar en silencio por su esposo muerto.

Ella pasó la primera prueba. La jueza dictaminó su libertad por falta de pruebas. Su corazón dolía y seguía en shock. ¿Cómo le explicaba a Benjamín que Tomás está muerto?. No quería que lo supiera pero ¿Que excusa le daba?. ¿Como podría un hombre tan bueno como Tomás morir tan fácilmente? ¿Lo hizo él?. ¿Tan cruel era Jacob?. La mente de Emily estaba en un desastre, ansiedad, dolor, impotencia, decepción y soledad. ¡No sabía qué hacer!.

—Emily cariño...—Su madre la tocó y ella se estremeció.—Tranquila...—Emily no comprendía estaba fuera de sí.—Nos vamos a casa...—La abrazó fuerte.

Emily no respondió al abrazo solo dejó que lo hagan. No sentía nada. Divisó los alrededores de la estación y una figura familiar pasó por su vista saliendo de ahí mismo y subiendo a una camioneta rústica.

—Esteban...—Susurró Emily sin ser escuchada.

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Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora