CAPÍTULO 22

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Han pasado dos semanas de que Emily reaccionó pero su cuerpo está muy débil aún. Jacob por su parte ha hecho todo desde la habitación de Emily. Trabajo, negocios y asuntos a los que solo él llama así. Ésta ha sido la habitación de Jacob de hace dos semanas. Emily aún no abre sus ojos. Elizabeth voló inmediatamente a España una vez que supo de la situación de Emily y el tío Lucas vino con ella.

El cansancio está en toda la cara de Jacob. Su abuelo le ha llamado para saber porqué no ha regresado a Italia y tuvo que inventar una excusa para poder dar más tiempo a que Emily reaccione y poder llevársela con él. Pero los días se hacen largos y las horas eternas y no pasa nada. Todo sigue igual.

—Jacob se ha dormido...—Susurra Elizabeth a Esteban y a Lucas.

—Mi primo está muy cansado...—La madre de Jacob asiente triste.

—Salgamos. Dejemos que descanse...—Susurra Lucas sonriente.

Los tres salen de la habitación y en seguida se hace el silencio. Sólo el pitido de la máquina se hace oír mientras Jacob está acostado al lado de Emily como todos los dias lo ha hecho. Su brazo descansa sobre el abdomen de ella y su barbilla en su hombro, teniendo acunado su cabeza entre el cuello de Emily. Entrelaza su mano con la de ella para dormirse. Su cansancio es tanto que se ha quedado dormido profundamente.

La mañana siguiente.

Emily yace con sus ojos abiertos viendo al techo y a ambos lados. Se ha despertado de hace rato pero no recuerda el porqué está en el hospital. Jacob sigue dormido cómo un bebé y ella lo mira incrédula con sus ojos bien abiertos. Él tiene su boquita entreabierta notandose que está profundamente dormido. Tiene ojeras y un notable cansancio en su cara. El tubo sigue atravesado a la garganta de Emily y ella abre y cierra sus ojos sucesivamente.

Dió cuenta de su incomodidad y tose con el tubo en la garganta. Arruga su carita y hace una mueca de dolor.

—Despiertas...—Jacob se puso alerta al verla. —Llamaré al doctor. No te muevas...—Acaricio su cabello.

Una vez que Jacob llama a los médicos éstos entran y evalúan a Emily retirando el tubo de su garganta y algunas conexiones más. Examinaron sus signos vitales y se encuentra estable. Por el momento la dejaran unos días más.

Ahora debe tratar de comer.

—Debes tener sed...—Le tendí un vaso con agua y lo toma de un trago.—Hey te vas a ahogar...—Murmuré.—¿Quieres más?.—Ella asiente y sirvo otro vaso.—Bebe despacio...—Lo puse en su boca y bebe toda el agua.

—¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!.— Jacob me da palmaditas en la espalda y limpia mis labios.—Tengo hambre...—Murmuré muy ronca.

—Veo...—Acaricio su cabello.—Ya envié a traerte algo...—Habla en voz baja pero aún con frío.

—Que me pasó...—Susurré aún aturdida y desorientada.

Jacob soltó un suspiro cansado.

—Estuviste en coma de hace dos semanas...— Respondí suavemente.-

Ella no se sorprendió. En realidad ni recuerda qué preguntó.

—Veo...—Murmuré.

—Emily tenemos que regresar a Italia. Es muy urgente...—La ví a los ojos y ella asiente.

—Jacob...—Lo llamé sin verle.—Quiero irme a casa...—Comenté sin ánimo.

—No se puede. Aún estás débil...—Acaricio tiernamente su mejilla.

—No me gusta estar en el hospital. Me produce ansiedad...—Comenté cabizbaja.

—Eso es entendible... Pero falta un poco.—La puerta se abre y entra Esteban con el desayuno de Emily.

Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora