-¿Cuánto pagaste por ella?.-La mirada de Jacob es sombría y sin expresión.
-QUE LES PASA A LOS DOS ACASO YO SOY UNA MERCANCÍA.-Grité histérica.
-Veinte millones..-Habla el hombre de traje.
-Te doy el doble y es mía...-Anuncia Jacob y los ojos de Emi...
Ya era de noche y Emily se encontraba en la mansión de Esteban. Ella despierta adolorida y la oscura habitación está sumida en total silencio. Se pregunta si está viva o muerta. Se levanta como puede y camina hacia la puerta. La tranquilidad le hace pensar que está en un solitario lugar. Al abrir la puerta se sorprende que los hombres de Jacob están en todo el pasillo. Unos seis aproximadamente. Emily se sintió importante como para que Jacob disponga de sus hombres. Sin embargo, ésto sólo indica una cosa.
-No es cierto...-Salí al pasillo y ellos se sorprenden.
-Señorita Emily... El padrino quiere que te quedes en éste piso. No puedes salir sin su permiso.-Explica uno de los hombres de Jacob amablemente.
-¿Que?...-Mis nervios se dispararon.-No. ¡Yo me voy de aquí!.-Troté hasta las escaleras y Jacob va subiendo.
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-Despiertas...-Cínico. Murmuró Emily.-¿Deseas comer algo?...-La habilidad de Jacob para actuar realmente es buena.
Emily ignora sus palabras y entra a la habitación de un portazo. Jacob suspira profundamente y procede a caminar hasta la habitación. Abre despacio y entra con calma para sentarse en el sofá y encender un cigarrillo. Emily decidió ponerse de espaldas y con los ojos cerrados.
-¿Tienes hambre?...-Pregunta Jacob soltando una calada de humo.
Emily negó sin hacer un ruido. Jacob apagó su cigarrillo soltando una última calada mientras se levanta y luego se sienta al lado de Emily. Ella pensó que era buena actuando pero ahora parecía que Jacob era mejor que ella. Fingió estar tranquilo después de saber lo que había sucedido en el aeropuerto. Ahora sus brazos y piernas estaban cubiertos por hematomas. ¡Maldita sea! ¡Ella nunca había sido tratada así!.
-Debes comer algo...-Insta con paciencia.-Sé buena chica y levántate...-Eleva una ceja amenazante pero persuade despacio.-¿Te doy de comer yo mismo?...-Emily se mantiene estática.-¡EMILY!.-Grita furioso.
-No escucho. Déjame en paz...-Emily se remueve y se cubre con la colcha ignorando a Jacob aún de espaldas.
-Tú...-Jacob rugió y le abraza fuertemente.-¿Cómo te atreves a darme la espalda eh?...-La mirada malévola de Jacob está sobre Emily.
-¿Como puedo atreverme?...-Soltó una sonrisa falsa y fría.-Nunca me atrevo...-Murmuro sarcástica.
-Vas a tener reglas mujer mía... Mi paciencia contigo es poca. Así que si quieres seguir con vida debes obedecer...-Acaricio sus mejillas suavemente.
-Deja de amenazarme...-Rechiné los dientes.-¡De qué hablas! Ya tuviste suficiente con golpearme. ¡Me maltratas hasta el cansancio!.-Me volví impaciente.
-Número uno. No quiero verte con ningún hombre...-Se levanta Jacob como un profesor cuándo da una interesante clase y maldita sea todavía la ignora.
-¡No he buscado hombres!.-Le lancé una almohada y el la esquiva con una risita.
-Evita cometer errores. Y cúbrete las espaldas en caso de uno. No me interrumpas cuando hablo y no me ignores. Todo lo que te pregunte debes responderlo. Segundo, siempre debes decirme la verdad. Tercero, no vuelvas a decir palabras sucias delante de mí.-La cara de Emily se volvió sombría y lo miraba arrodillada sobre la cama con sus manos echas puños.
