CAPÍTULO 30

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Sicilia - Italia.

Toda la mansión estaba en alboroto y alegría por la boda de Jacob y Mónica Marchetti. Los sirvientes iban de un lado a otro con las manos ocupadas en la vajilla y copas y utensilios. El lujoso salón de la mansión estaba siendo decorado con rosas blancas y rojas y telas satinadas color plata dibujaron un enorme lazo en el centro del salón. El largo mesón fue dispuesto con todo para el deguste de los presentes y la poca prensa seleccionada se preparaba en un área reservada para ellos. Los invitados iban llegando uno por uno luciendo sus mejores trajes elegantes. Las lujosas limusinas iban y venian con todos los invitados especiales para la gran ceremonia.

—¿Estás seguro de lo que haces primo?

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—¿Estás seguro de lo que haces primo?...—Preguntó Esteban recostado del sofá.

—Seguro. Son muchos años es hora de cumplir no crees...—El aura fría de Jacob congela la habitación.

—¿Que hay de Emily?...—Elevé una ceja esperando respuesta.

—¿Que hay de qué?...—Me giré poniendo los gemelos en mi manga.

Esteban resopla sarcástico y con una risita.

—Hazte el tonto. Bien.—Saqué un cigarrillo y lo encendí.—Le partirás el corazón de nuevo Jacob. Ella aún tiene esperanza de que canceles todo éste show... Lo veo en sus ojos Jacob ella te ama y mucho.—Solté una calada profunda.

—No puedo darle amor a Emily. Eso lo sabes...—Respondí cortante.

—Joder Jacob...—Me quejo haciendo un puchero.—Te dió un bebé hermoso... Está aquí contigo soportando la humillación de ver a su hombre casarse con otra mujer. Te vas a ir a otro país y la vas a dejar aquí. ¡No seas malo con ella por Dios!.—Esteban se levantó muy furioso.

—Emily no significa nada para mí. Y mi hijo es aparte de todo ésto. No tiene nada que ver con su madre. No me sigas jodiendo con florecitas...—Jacob sale y sus ojos se abren al ver a Emily parada con los ojos rojos y una mirada lamentable.—Escucha...—

Emily levantó su mano para que no hable.

—Escuché perfectamente...—Mostró una sonrisa fría y sombría.—Solo vengo a pedirte que por favor me dejes en casa de mis padres ya que no estarás en Italia. Por favor llévame a Francia...—Los brazos de Emily temblaban de dolor y pánico por los ojos fríos de Jacob.

—¿Dejarte ir?...—Susurré amenazante.—Eso nunca y lo sabes bien...—Señalé su barbilla y la toco suavemente.

—¿Quieres tenerme aquí el resto de mi vida?. ¿Yo no tendré una propia?. ¿Debo quedarme soltera para toda la vida mientras tú te revuelcas con todas las mujeres que quieras?...—Elevé una ceja sarcástica.

—Déjalo claro...—Murmuré furioso.

—¡Déjalo claro tú Jacob!.—Alcé un poco la voz perdiendo la paciencia.

Peligrosamente Juntos... "Diamond Heart" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora