Kara Zor-El/Supergirl

18

- ¿Crees poder ayudar a todos esos alienígenas? –

Kara tomó un gran bocado de aire.
- Es lo que deseo. El marciano dijo que era la esperanza de ellos. Sarcásticamente soy la última hija de la casa de El, cuyo símbolo significa Esperanza. –

Lena rió al escuchar la palabra incorrecta salir de los labios de Kara.

- Es "irónicamente soy la última hija...", El sarcasmo es algo completamente diferente. –

- ¡Oh! –

- No te preocupes, te enseñaré. – sonrió guiñándole un ojo. Vió un leve sonrojo en la rubia. – Pero, quizás J'onn tenga razón. No solo serás la esperanza de los alienígenas, Kara, también eres la esperanza de los humanos. Estás aquí por una razón. –

'Estoy aquí por una razón.'
Pensó Kara, era verdad. Tomó aire profundamente y lo dejó salir, moviéndose en su lugar, todo bajo la atenta mirada de Lena.

- ¿Sucede algo? - le preguntó la pelinegra con la preocupación reflejada en sus ojos.

Kara la miró. Azul y verde chocaron. Las palabras no salieron y los malos y tristes pensamientos fueron callaron. ¿Cuánto estuvieron así? Quién sabe. Lo que sí sabían cada una era lo hermosa que era la mujer frente a ellas.

Lena Luthor, una mujer fría, calculadora y de negocios, de carácter inquebrantable, ahora sabedora de su enamoramiento por la alienigena frente a ella, esa que su hermano buscaba con tanto empeño, esa alienigena que Lex quería bajo su poder para poder hacer lo que quisiera, sabrá Dios qué era.

Cuándo la conoció, a Lena le pareció una chica extraña, sin duda alguna la encontró linda, pero se quedó con el chica extraña. Entre más se la encontraba y sus interacciones fueron creciendo, Lena se fue fijando más y más en ella, tanto que ahora solo quiere cuidarla y protegerla. Kara es un ser inocente, con un corazón puro, amable y piadoso, no conoce la maldad del ser humano, o al menos, no aún del todo, y Lena quiere proteger eso, aunque sabe que al final no podrá hacerlo del todo.

Los pensamientos y admiración de Lena hacia Kara fueron interrumpidos por la misma rubia.

Kara extendió su mano hasta tocar la mejilla de Lena, quien siguió con la mirada el movimiento de la mano y regresarla a los ojos azules. Con lentitud movió su pulgar, su mirada posada en su propia acción.

- Puedo escucharlo. - dijo en voz baja y suave. Al ver el rostro confundido se aclaró.  - Tu corazón. - alejó su mano, más no su mirada. - Desearía que pudieras escuchar el mío, late tan rápido como el tuyo en estos momentos, y tengo que confesar que eso me da miedo. -

Por un segundo, la mirada de Lena se desvió a los labios de Kara.
- ¿Por qué? -

- Porque lo que siento es nuevo. Fuí mandada a este planeta por una razón, y esa es Kal-El, pero ahora quiero que seas mi razón también, por la cual estoy aquí. - ahora fueron sus ojos los que se posaron en los labios de Lena, pero con la diferencia que su mirada se quedó ahí mucho más tiempo. - Me gustas... y no del tipo de gustar que siento por Winn o Nia. Pienso que eres la humana más hermosa que he visto y eso me da miedo, el perder eso, mi sentir, el perderte. -

Y Lena no lo aguantó más, de eso hablaba, Kara es un ser hermoso. Lena besó a la rubia, y no un beso quieto, tampoco era uno lujurioso. Quizás no era el primer beso entre ambas, y esperaban que no fuera el último, pero tenía mucho significado.
Sus labios se separaron apenas unos milímetros, sus ojos cerrados, disfrutando el momento, y Lena habló en susurro.