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- Claramente no está sola. Debe tener ayuda. – habló la mujer vestida de negro. Los dos días habían pasado y estaban esperando alguna señar de Supergirl.

- Y las verdaderas preguntas serían ¿Quién o quiénes? – el director Danvers dejó caer los documentos en la mesa. – Siendo ella literalmente indestructible, ¿Por qué necesita nuestra ayuda? – pasó sus manos en su rostro en señal de cansancio y desesperación.

- Ella lo dijo. Somos nosotros los humanos lo que estamos en peligro, y con lo que leímos ella tiene razón. –

- Lo sé, Alex. – tomó las carpetas en mano viéndolas fijamente. – Cuando hablé con la presidenta sobre esto, no se mostraba muy sorprendida. Dijo que lo sospechaba, pero aún así estas no son pruebas suficientes para proceder. –

- ¿Sería prudente aceptar? – padre e hija se miraron.

- ¿Qué piensas tú? –

- No es de mi total agrado. La aclaman como un héroe, y aún no estoy segura si ella es de confiar. ¿Qué si ella está mintiendo sobre esto? ¿Una aliada de Lex? –

El hombre la miró con intensidad. Su hija llegaba a ser muy desconfiada y seria, su mente siempre trabajando fría y calculadora, no se dejaba intimidar por nadie y llegaba a ser muy ruda, una mujer verdaderamente inteligente. No por algo era la sub-directora del DEO, no porque es su hija. Ella se había ganado ese puesto. Soltó un suspiro.

- De cualquier forma... – se puso de pie.– Aceptaré el trato. –

- ¿Qué? – le imitó alarmada.

- Si lo hacemos, podremos tenerla bajo vigilancia, sabremos más de ella de lo que sabe Lex y Lane, si es que no están aliados. Además... Salvo tu vida en ese avión. –
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El holograma de Supergirl estaba en medio de la sala principal del DEO, sus músculos de los brazos se marcaban al tenerlos cruzados. Su máscara habitual había regresado y, a pesar de ser un holograma, se miraba alta e intimidante.

El Director Danvers se encontraba parado con las manos en la cintura. Alex a su lado izquierdo con brazos cruzados y con la seriedad y seguridad características de cada agente del DEO. Dos agentes en las computadoras intentando localizar la señal y fracasando en cada intento. La conversación se llevó tranquila, aceptando el trato de formar una alianza, para el bien de la humanidad, con Supergirl. El director dió a conocer sus condiciones y pedía conocerla en persona junto a su ayudante.

- Sabemos que ese día, usted no escapó sola. En el registro está que dos naves fueron las que aterrizaron. Tiene un compañero, probablemente de tu misma especie. – gracias a la máscara, no pudieron ver que el rostro impresionado de Kara lo confirmaba.

- Su trato es conmigo, director Danvers. Sí tengo un equipo o no detrás de mí, eso no debería importarle. - su voz un tanto enojada, protectora. - Vuelvo a decirlo. No soy el enemigo. - el holograma desapareció.

- Al menos sabemos que no es totalmente de acero. - comenzó Alex analizando la situación.

- Y que no está sola. - Concordó el director.

- Tendremos que estar atentos con ella cerca. Quizás así sabremos más de su acompañante. -
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Kara miraba por la ventana su nuevo hogar. El apartamento estaba bien para ella y Kal, no se sentían incómodos y lo adornaron a su manera. Ella se encontraba escuchando a la ciudad, el bullicio de cada una de las personas y máquinas andando. Escuchaba los corazones de cada una, esos latidos desconocidos, algunos más acelerados que otros. Puso más atención al escuchar el de Winn acelerarse un poco, escuchó a Nia reír de él. Escuchó el de Lena, el característico y contante golpeteo calmado.

- Estoy listo. - habló el niño sonriente parándose frente a ella.

- Bien. Vamos, tenemos que presentarnos temprano en tu primer día. - se colocó de pie tomando la mochila de Kal. - Antes. Repite la historia. -

- Mi nombre es Clark Kent. Fui criado hasta ahora en Rusia. Tengo 7 años de edad y vivo con mi prima. Mi familia murió en una explosión automovilística, apenas y logré ser sacado por ti. Nos mudamos aquí para iniciar una nueva vida. -

- Sí, pero no necesario dar toda la información. No tienes que hablar de ti. Aún no me parece una buena idea hacer esto. -

- Pero Winn, Nia, Lena y Max dijeron es necesario. Y creo que es emocionante. - rió el niño.

- Es arriesgado. - este era el primer día de escuela para Kal. Los nombrados habían dicho que era necesario, un niño no puede andar por ahí cuando se supone que debería estar estudiando como cualquier otro, levantaría dudas. Les consiguieron papeles no tan falsos para hacer una cuartada creíble.

Los dos salieron del apartamento directos al ascenso. Kal tomaba la mano de Kara y le contaba sobre cómo Max y Winn eran buenos jugando videojuegos. Subieron y las puertas estaban cerrando se cuándo vieron y escucharon a alguien pudiendo que lo detuvieran. Kara colocó su mano y las puertas volvieron a abrir. Una mujer pelirroja corto se asomaba y entró a prisa. Kara la reconoció inmediatamente.

- Muchas gracias. - le sonrió a Kara. Kara devolvió la sonrisa y presionó nuevamente. - ¿De casualidad son los nuevos del departamento #88? - preguntó con curiosidad.

- Sí. -

- Un gusto. - extendió su mano siendo aceptada por Kara. - Soy Alex Danvers, departamento #87. - saludo a Kal.

- Yo soy Clark Kent, y ella es mi prima Kara. - dijo con entusiasmo y Kara rió.

- Un gusto, Clark. - le sonreía al niño. - ¿A estudiar? -

- ¡Sí, es mi primer día! - las clases ha habían empezado y eso confundió a Alex. Kara lo notó.

- No llevamos mucho de habernos mudamos desde Rusia, los papeleos se atrasaron un poco, con suerte no demasiado para que él no perdiera el año escolar. -

- ¡Ah, eso explica sus acentos! En ese caso, te deseo mucha suerte, Clark. -

- ¡Gracias! - sonrió ampliamente haciendo una pequeña reverencia. Las puerta se abrieron y Alex se despidió de los primos con prisa, la vieron subirse a un auto negro y polarizado. Kara bajo un poco sus lentes y vió a dos agentes del DEO, uno como conductor y el otro de copiloto. Alex en la perteneciente de atrás empezando a cambiarse.

La escuela no estaba lejos del apartamento. Unas cuantas calles lejos nada más. Perfectamente para ir a pie. Kara habló con la directora de la escuela y con la maestra correspondiente que sería para Kal. Todo salió perfecto, no por el lado en el que tenía como vecina a la sub-directora del DEO, sino con lo respecto a Kal.
Se despidió del niño diciéndole que vendría por él dentro de una horas, a lo que él asintió feliz.

Hablaría del pequeño inconveniente luego con sus amigos, por el momento se ocuparía en ser Supergirl.
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- ¿Estás segura de lo que dices? -

- Estoy segura que son ellos. Los he investigado y no tienen registros viables. - el general Lane veía a su hija con seriedad.

- No quiero errores, es mejor mantenerlos vigilados y averiguar más. - Lucy asintió igual de seria y salió de la oficina de su padre.

- Una chica muy inteligente. - apareció Lex. - Es una lastima que no pueda usar ese potencial para las investigaciones con los experimentos. -

- Ella no tiene que enterarse de eso. No estará de acuerdo y parte del trato era no involucrada a ella. - Lex rió con gracias.

- General Lane, - empezó suavizando su voz, pero con arrogancia. - no intente decirle a un Luthor qué hacer. Sí deseo que su hija se entere de esto usted estará de acuerdo. Fácilmente podría reemplazarlo a usted por ella, me es más útil. Ahora sí me disculpa, - aliso su elegante saco. - Tengo una charla pendiente con mi querida hermanita. Me he enterado que tiene comunicación con esa escoria de azul. Es momento de sacar provecho. - salió de la habitación.




Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora