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Dos autos militares se detenían en esa zona con poca fauna. De uno de los autos militares bajó un hombre de traje negro adornado con detalles en dorado y varias medallas y broches en la parte de enfrente.

- General Lane. - saludó unos de los hombres vestido de militar.

- Dime que mi viaje a este lugar no ha sido en vano. - su rostro inexpresivo.

- No lo es, señor. - el soldado hizo una seña a sus colegas y de un auto negro completamente polarizado bajó un hombre alto y delgado, pantalón negro, camisa a cuadros rojo con blanco y un saco, llevaba consigo una tablet.

- Con ayuda del profesor...- comenzó el militar refiriéndose al hombre que se acercaba a ellos. - Hemos desarrollado algo. Un aparato de combate anti-insurgente. El nombre código del proyecto es TR. El robot se encargará de sacar a la luz a esos alienígenas que se nos escaparon hace 7 años. -

- No es un robot, es una entidad seudo-antropomorfica con habilidades de combate.- corrigió el doctor.

El general Lane, veía con atención al hombre nuevo. Los tres caminaron a un camión que llevaba dentro una especie de caja. El doctor, con ayuda de su tablet, abrió la caja y de esta se vió la entidad seudo-antropomorfica, rojo en su totalidad, llevaba una T en el pecho y sus ojos color amarillo brillante. El general Lane lo veía con suma atención.

- ¿Cómo ayudará esta "entidad" a capturar a esos dos alienígenas? Llevamos buscándolos desde hace tiempo y me quieres decir que esto - señaló a la entidad. - Los encontrará rápidamente. -

- De hecho, señor. - el militar sacó una tablet y le mostró varios vídeos al general. - Creemos que son ellos. Tienen una rapidez increíble y no sabemos que más puedan hacer. Al principio, los vídeos provenían de diferentes partes del mundo, ahora se centran más en National City. -

- Es por eso que lo equipe con lo necesario. - habló el doctor refiriéndose al ser rojo. - Él sabrá qué hacer, créame. Es capaz de copiar movimiento de su rival. -

El general vió a ambos hombres y luego los vídeos de esas manchas borrosas ayudando en asaltos, robos a bancos o a simples personas que caminaban.

- Póngalo a funcionar de inmediato. - ordenó.

~

Era medio día. Tal y como lo habían estado haciendo hace una semana, los primos llegaban y esperaban a Winn para almorzar juntos. Ahora, los almuerzo y cenas ya se era costumbre.
Ninguno de los primos habían pensado en que se llevarían tan bien con dos humanos.
En sus salidas a comer, habían conocido a una chica linda, Kara ya la conocía, pues la primera vez que compró pizzas ella la atendió. Nia, ese era su nombre, siempre iban a comer pizzas ellas les atendía, amable y siempre con una sonrisa. Los primos junto a Winn le hablaban tranquilamente y se llevaban bien.

- ¿Lo mismo de siempre? - preguntó la chica sonriente.

- Claro, y está vez tienes que comer nosotros. - le sonrió también Winn.

- Estoy en hora de trabajo. -

- Vamos, solo serán unos momentos. Además, tu jefe no se ve malo. - se levantó de su asiento y jaló con él a la chica.

- ¿Qué haces? -

- Iré a pedirle permiso a tu jefe. - la chica se detuvo de golpe.

Winn, al voltear a verle, la vió con los ojos cerrados y su cuerpo tenso. Bastaron unos segundos y la chica volvió en sí.

- Algo malo va a pasar. -

- ¿De qué hablas? - preguntó Winn con una sonrisa confundida.

Ambos chicos se encontraban parados, apenas alejados un poco de la mesa en donde estaban Kara y Kal.

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora