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Kara se encontraba en lo alto, donde nadie podía visualizarla, más ella sí a todos, en especial a Lena.

Lena estaba en Luthor-Corp, en su oficina, tan estresada como su postura podía expresarlo. A las afueras del imponente edificio se encontraba una aglomeración de personas, tanto civiles como reporteros.

Una semana había pasado desde la conferencia.

La mayoría de alienígenas se calmaron y aceptaron colaborar para tener su libertad y ciudadanía en dicho país. Habían humanos que esto aún no les agradaba y protestaban. Los alienígenas rebeldes era una buena causa a dichas protestas.

El mundo necesitaba a quién señalar. Estados Unidos, en especial National City, quien era el más afectado ante los ataques de los alienígenas, señaló al gobierno, a Supergirl y a los Luthor.

Fuera de la casa blanca se hacían protestas. Ahí protestaban para que la nueva ley fuera anulada.

Mientras que fuera de Luthor-Corp, señalaban a Lena por ser parte de esa familia, por no ser encerrada igual que Lex, a pesar que su inocencia fue demostrada al público. Después de todo, ellos dicen "es una Luthor".

Muchos decían que gracias a los experimentos de los Luthor, todos están pagando la ira de esos alienígenas. No importaban las buenas obras que Lena estaba haciendo.

Por otro lado, Supergirl seguía en la boca de los celosos. Muchos callaron al verla detener a muchos alienígenas rebeldes, defendiendo y protegiendo a los humanos.

Kara decidió soltar al alienigena que tenía en la Fortaleza. Entregándolo a la DEO. Él le agradeció por darle una oportunidad, pero su rencor hacia los humanos seguía quemando dentro de él. Kara lo comprendió, le prometió ayudarlo a buscar a su hija, pero mientras tanto siguiera el camino correcto.

Apenas una semana.

Llevaría más que una semana lograr la adaptación y convivencia entre los humanos y alienígenas. Para que todos se aceptaran.

En esa semana, Kara no era libre. Ayudaba a la DEO todo el tiempo. Pasaba en ese lugar, o ayudando las 24 horas del día. Ya no había visto a Lena, no hasta ahora, pero no había hablado con ella.

No sabía nada de Kal-El. No tenía comunicación con Winn, Nia, o Maxwell.
A Maggie la vió circular por los pasillos del DEO en varias ocasiones, siempre con prisa y concentrada. No quería que ahí se enteraran que tenían una conexión, así que decidía alejarse y/o evitarla.

Lena dejó de lado la pila de documentos. Se levantó para ir y tomar whisky. Lo bebió en grandes tragos, volviendo a llenarlo y tomar nuevamente, está vez más calmada.

El teléfono de su oficina sonó.
Contestó. - ¿Qué sucede? -

Por el otro lado, una voz masculina respondió. - Disculpe la interrupción, señorita Luthor, pero hay un hombre que dice conocerla y pide verla. Su nombre es Jack Spheer. -

- ... ¿Qué? - susurró.

- ¿Disculpe, señorita Luthor? -

- Sí... ha... puede pasar. -

Segundos después las puertas fueron abiertas y el joven del teléfono entró seguido de un apuesto y elegante hombre. Sonrió al ver a Lena.

El secretario se despidió y salió. - Me es muy grato verte de nuevo. - él se acercó al escritorio sin borrar su sonrisa.

Por su lado, Lena lo miraba con asombro absoluto - ¿Qué haces aquí? -, mas no desgrado. Le dio una mirada de pies a cabeza.

Jack tomó aire y suavizó la sonrisa.
- Esperaba una bienvenida más amena. -

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora