Principio

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El ruido constante proveniente de su nave la despertó, al abrir los ojos pudo ver qué estaba entrando a ese planeta llamado tierra.

El aterrizaje no fue violento y la nave estaba en perfectas condiciones.
Al salir de la nave, todos los sonidos del planeta chocaron con ella, sus oídos empezaron a doler, su visión se comenzó a distorsionar, su cabeza empezó a doler y no pudo evitar caer al suelo.

«El viaje será largo, pero dormirás durante el camino. Te acompañaremos en tus sueños. Viajaras a la tierra para cuidar de tu primo Kal-El. Debido al sol amarillo de la tierra obtendrás grandes poderes en ese planeta, vas hacer cosas extraordinarias...»
Recordó las palabras de su madre.

«¿Poderes?» pensó.

Un llanto a la lejanía captó su atención, ella conocía ese llanto. Aún con dolor se puso de pie, forzó su visión y audición para enfocarse solo en donde se suponía estaba la nave de su primo. Los sonidos fueron desapareciendo hasta que fue soportable, ella apartó sus manos de sus orejas y ahora viendo mejor que hace unos segundos, vió y escuchó a su primo. El pequeño Kal-El estaba experimentando lo mismo que ella ya que la nave del bebé estaba abierta. Corrió y apretó un botón para cerrarla y el bebé empezó a callar.

La niña de 13 años de edad tenía miedo, a pesar de haberle dicho a su padre que no lo tenía. Ella podía escuchar a personas a su alrededor, ella pensaba que estaban cerca cuando en realidad ella estaba en una región muy desolada y esas personas a cual ella oía estaban muy lejos. Fue a su nave y entró en ella, en una pantalla se veía la tierra y en dónde se encontraba ella y su primo. Agradeció a Rao que su padre le enseñará todo acerca de tecnología. Busco un lugar en donde los habitantes de ese planeta no pudieran ir. No obtuvo muchos resultados y se decidió por el lugar más frío de toda la tierra.

Su nave se elevó unos centímetros y vió que la de su primo hacia lo mismo. Ambas naves avanzaron a una velocidad inigualable.

~

Al aterrizar en ese lugar cubierto por un manto blanco y aguado que llamó mucho la atención de ella, sacó de su bolsillo un pequeño cristal, su padre se lo había entregado y le dijo que Kal-El también portaba uno.
Abrió la nave del bebé y él empezó a llorar.

-"Sé que duele, aún eres un bebé y te cuesta acostumbrarte. Yo te protegeré."- dijo en su lengua natal.

Cargó entre sus brazos al niño y buscó en la nave el cristal. Tanto el de ella como el de su primo llevaban el emblema de la casa de El.
¿Qué se supone que debería de hacer con ellos?

Comenzó a mover a su primo ya que él no callaba, en esas movidas la manta que lo cubría calló al suelo y junto a ella varios cristales más, esos cristales eran más grande de lo que ya tenía en la mano.

Levantó uno de ellos y al estar en contacto con su piel empezó a desprender una luz azulada. Miró hacia el cielo y luego frente a ella para luego posar su mirada en su primo.

-"¿Qué se supone que deba hacer con estos cristales?"- preguntó aún sabiendo el Kal-El no le contestaría.

Miró nuevamente hacia el frente y frunció el ceño, decidida colocó a su primo nuevamente en la nave. Vió con más detenimiento el cristal en su mano, el brillo azulado no se iba, la idea de lanzarlo cruzó su cabeza, pero no estaba segura.

Luego de varios minutos se decidió por lanzarlo y así lo hizo. Se impresionó al ver que tenía mucha fuerza ya que perdió de vista el cristal. Por un par de segundos no sucedió nada, no hasta que el cristal tocó suelo y la tierra de ese lugar empezó a temblar, la niña vió como grandes cristales puntiagudos salían del suelo, uno tras otro. Verlo desde ese lugar le recordó a Krypton.

Nuevamente subió a su nave y voló a ese lugar, asegurándose que la nave en donde iba su primo le siguiera.

Bajó de la nave.

Ella estaba impresionada, es como si un pedacito de Krypton estuviera ahí, con ellos. Tomó a su primo en brazos, ahora él no lloraba, solo se retorcía de vez en cuando, la niña supuso que comenzaba a acostumbrarse.

Con su primo en brazos, se adentró a ese lugar, llevaba consigo los cristales restantes. El lugar por dentro era como lo esperaba. Llegó a un punto en donde suponía era justo en medio de esa gran fortaleza. Había un mando de control kryptoniano, ella rápidamente se acercó a él, pero no había nada, dos pequeños huecos llamaron su atención, eran del mismo tamaño que...

Rápidamente sacó los dos cristales más pequeños, el de ella y el de Kal-El. Los dos huecos en el control de mando tenían diferente forma, tal y como los que tenía en la mano, el suyo era triangular y el de su primo un cuadrado.

Metió sin pensarlo el de ella en el lugar correspondientes. El control de mando tomó un color azul intenso y los números y letras Kryptonianas empezaron a aparecer.

Sus ojos se aguadaron al ver el programa de su padre.

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Vuelvo con otra historia.
Nunca se han preguntado ¿Qué ubiera pasado si Kara llegaba al mismo tiempo que su primo Kal-El?
¿No? Bueno yo sí así que decidí hacer esta historia, solo que quiero Supercorp, por lo que la historia se basa en la misma época en la que Kara llegó a la tierra solo con la pequeña diferencia de que sí tiene que cuidar del pequeño Kal-El.

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora