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Kara, caminaba sola por la calles de National City, iba en busca de comida que Winn le había recomendado, algo llamado donas. El chico humano le había dado la dirección de un buen lugar y ahora ella se encontraba en busca de esas donas para ella, su pequeño primo, su amigo humano y amiga alienígena.
Al entrar al lugar una campanilla sonó, ella caminó hacia el mostrador y un chico joven la atendió. Kara no se daba cuenta, pero el chico estaba coqueteando con ella, su sonrisa de galán y esos comentarios que la rubia solo agradecía sin entender el por qué decía eso. Le dijeron que en un par de minutos estaría listo su pedido por cual ella esperaba pacientemente parada y con curiosidad hacia las miradas, sonrisas y palabras del joven humano. Ella volteó a su derecha y la vió, era nuevamente la misma mujer de esas dos veces. Ignorando al chico ella caminó en dirección a la mujer.

- Eh... Uhm... Hola. - dijo entre dudosa y seria.

La mujer levantó su mirada de su laptop y vió a la rubia con impresión para luego ponerse seria, pero siendo amable.

- ¿Puedo ayudarle? - preguntó alzando su ceja.

- Hum... Quizás no me recuerde...-

- La extranjera que me pidió guiarla a una pastelería. - cortó el habla de la rubia. - No podría olvidar su extraño acento y ese incidente poco usual. - una pequeña sonrisa se visualizo en sus labios.

Kara aún la miraba, y su mirar era de curiosidad. La mujer humana se comenzó a sentir incómoda y un poco intimidada ante el mirar de la rubia. La mujer aclaró su garganta y bajó la cabeza, suficiente para hacer salir de su pequeño trance a Kara.

- Lena Luthor, ¿Verdad? - aún se encontraba parada con sus manos juntas en su espalda.

- Sí. - sonrió. - Es extraño. - agregó luego.

Lena vió como Kara inclinaba su cabeza a un lado para luego decir.

- ¿Qué es extraño? -

- Usted. - dijo sin rodeos.

Kara, volvió su cabeza a su sitio y dijo - Quizás sí lo sea. - sin mirar a Lena y seria.

Al levantar su mirada vió a la pelinegra observándola con curiosidad. Sin que ella quisiera, sus ojos se guiaron a la laptop de la mujer, se quedó observando lo suficiente para que Lena se diera cuenta y cerrara un poco su laptop, un gran trabajo se encontraba en él.

- Lo siento, no era mi intención. - se disculpó Kara inclinándose un poco hacia el frente.

- No se preocupe. - le sonrió.

Kara, abrió su boca dispuesta a decir algo más, pero su nombre fue pronunciado por el chico, avisando que su orden estaba lista. Ella se dió la vuelta sin más, alejándose sin decir nada, tomó su orden, pagó y estaba dispuesta a irse. Volvió sobre sus pasos, inclinó su cuerpo a la altura de Lena y dijo.

- Colocó la fórmula mal, por lo tanto, el ejercicio nunca le saldrá correcto. - Lena la miró sin ocultar su impresión. Kara colocó su comida en la mesa, tomó un papel y lápiz que tenía Lena sobre una carpeta y empezó a escribir rápidamente. En cuestión de segundos le entregó el papel y lápiz a la mujer y le sonrió. Tomó nuevamente sus cosas y se marchó.

Lena, saliendo de su asombro, tomó la página entre sus manos y verificó todo lo hecho por la rubia. Todo estaba correcto. Su proyecto se podría llevar acabo gracias a la mujer rubia. Tomó sus cosas rápidamente y salió en busca de esa mujer, tuvo mala suerte ya que no la encontró.

Kara, aterrizó en un callejón y comenzó a caminar al departamento de Winn. El portero ya la conocía muy bien, al igual que a Kal y Nia.

- ¡Llegaste! - dijo Winn, sonriente al ver a su amiga. La ayudó con las cosas y entraron al departamento.

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora