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Caminaba lenta y dudosa. Su cabeza estaba inundada de muchos pensamientos, pero todos susurraba lo mismo.

- ¡Prima! - la elevada voz con la característica alegría y los pasos apresurados la hicieron levantar la mirada del camino de tierra a un niño corriendo con los brazos estirados a su dirección.

El niño se tiró a sus brazos abrazándola con alegría.

- ¿Qué haces aquí? Ya es noche. -

- Esperándote. -

- ¿Dónde está los señores Kent? - bajó para colocar a su primo en el suelo. Se quedó a su altura.

- Se quedaron dormidos viendo una película. -

Kara se concentró para escucharlos. Sus corazones palpitaban lentos y calmados, además de unos suaves ronquidos y el sonido de voces provenientes de la película.

- Prima... - volvió su atención a Kal. Parecía triste. - ¿Vamos a irnos? -

- ¿Qué? -

- Ví las noticias con la señora Martha... Lena... van a sacar a todos los alienígenas de este planeta, ¿también nosotros? -

- Kal... - su voz salió suave, pero no sabía qué decirle.

- No quiero irme, Kara. Me gusta aquí. ¿Acaso Lena ya no nos quiere? -

- No, no, ella... - recordó la mirada de ese mismo día. - Escucha, Kal... Lena no te hará nada, ¿de acuerdo? - Kal asintió. - Sé cuánto te gusta este planeta. -

- A ti también. - Kara rió y revolvió el cabello de Kal.

- Sí, también a mi. Ni Lena, ni nadie te hará dejar tu hogar. Tu eres un kriptoniano criado en la tierra, y en el futuro serás la esperanza de todo este planeta y sus habitantes. -

- Creí que tu eras la esperanza. -

- La casa de El representa eso, ¿recuerdas? - Kal asintió. - Tu eres el último desendiente se la casa de El, y en futuro la representarás con orgullo. -

- ¿Pero qué habrá de ti? Siento como si te estuvieras despidiendo. - la miró con ojos preocupados. Tomando la mano de su prima entre las suyas. - No vas a dejarme... ¿verdad? - sus ojos se llenaron de lágrimas al no obtener respuesta. - ¿Prima? -

- Es a mi a quien quieren, Kal. No saben de tu existencia, por favor no te reveles...-

- ¡No puedes irte! -

Se puso de pie. - Kal...-

- "No puedes dejarme. Eres lo único que tengo." -

- Kal...-

- "Ellos no saben quién eres, no te entregues. Te harán daño." -

- "¡Y ese daño te lo podrían hacer a ti!" - elevó la voz. Tomó aire profundamente, calmandose. - "Prometí cuidar de ti, Kal-El. Tu padre, mi padre. Ambos esperan que lo haga. Eres mi familia, si te pasara algo pudiendo evitarlo... yo... por favor déjame hacer esto." - El niño soltó un par de lágrimas que fueron limpiadas rápidamente por su antebrazo, perdiéndose en la manga de su camisa azul oscuro. - "Me tengo que ir ahora." -

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora