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Una semana había pasado desde que Lena dio a conocer de los saberes de Lex. Estaban alerta ante todo. Winn un tanto paranoico y si no fuera por Nia, él habría perdido la cabeza en el trabajo. Max permanecía serio y constantemente hablando por teléfono. Lena en la oficina y a pesar de sus comentarios sobre el tema, Kara siempre la iba a visitar como Supergirl.
Ambas pasaban mucho tiempo juntas, desde almuerzos hasta una visita casual sin sentido o pretexto, hablando cosas triviales, no tocando ningún tema serio, una por respeto y otra por miedo abrir heridas.

Lena ya aceptaba que sentía una fuerte atracción por la rubia alienígenas. El primer beso entre ambas aún estaba rondando constantemente su cabeza, pero no había sacado ese tema ya que Kara no dijo ni decía nada al respecto. Lena estaba conciente de sus sonrisas y en la forma en la que veía a la rubia, ¿Cómo evitar eso? Era la primera vez que se sentía de esa manera tan estúpida, nerviosa y atraída.

Kara, por otro lado, no era muy conciente de eso. Había investigado sobre interacciones humanas y su curiosidad la llevo a hacer algo sumamente irrespetuoso e irresponsable de parte de ella a la persona de Lena. Ella fue criada para respetar a los demás y claramente sus costumbres eras muy diferente a las humanas. Los kryptonianos no tenían esos afectos físicos con otros como lo hacen los humanos, se creían que eran costumbres ortodoxas.
Las bodas tenían lugar en el 'Palacio de la unión', con el par de muebles donde estaba montada la joya del honor y/o la verdad, intercambiaban votos, al tiempo que hacían un intercambio de anillos de bodas o por pulseras de matrimonio las cuales variaban siempre de color. Rao era testigo y, según sus creencias, él los unía desde pequeños, solo esperando la edad adecuada para unirse.
La forma de tener hijos era por medio de La Cámara del Génesis, el ADN de ambos kryptonianos se colocaba en ella y luego vendría el nuevo ser. Fueron pocas las mujeres kryptonianas las que desearon tener a sus hijos por la forma antigua y natural. Su madre y tía fueron unas de ellas.

- ¿Y cómo le está yendo a Clark en la escuela? – preguntó Lena.

Kara de quedó un momento pensando. Ambas estaban sentadas en el cómodo y caro sofá blanco de la oficina de Lena, no muy lejos de la otra, ni cerca.

- Supongo que se esta adaptando. Cuando intento preguntarle sobre cómo le va, él evade y cambia de tema, a veces lo escucho decir que prefería las enseñanzas de Kelex. –

Lena miró interesada, colocando su brazo en el sofá y apoyando su cabeza en la mano. –¿Kelex? –

Kara asintió. – Es un asistente robótico. Lo hemos dejando cuidando la Fortaleza de la Soledad. Él se encargaba del aprendizaje de Kal sobre ambos planetas. –

- Entonces, Kelex era su maestro. – Kara asintió una vez más. – ¿Y no le has preguntado por que prefiere a Kelex que los maestros de carne y hueso? ¿Acaso crees que lo tratan mal? – preguntó curiosa y un tanto protectora.

Kara se alarmó. – ¿Lo tratan mal? – se colocó de pie de un salto. – Kal-El es mi primo, mi única familia y prometí cuidarlo. – caminó con enojo apretando el dispositivo en su oreja y la máscara se activó.

- E-espera, Kara. ¿A dónde...– se fue dejando solo una ráfaga de viento. – vas?... Espero me esté equivocanda o esos maestros estarán en serios problemas. – tomó apresurada sus cosas y salió de la oficina llamando en el proceso a Winn, sin saber que los maestros no tenían nada que ver.

~

Kara volaba ubicándose desde los aires para ir a la escuela donde Kal estaba. Escuchaba su celular sonar desde su bota, un regalo de Nia para ella, e ignorando lo, su prioridad ahora era encontar a Kal. Agudizó su audición y pudo escuchar a Lena, Winn y Nia pedir que no haga nada imprudente, cada uno a su manera. Luego se enfocó en Kal y lo escuchó extrañamente jadeante.

Kara Zor-El/SupergirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora