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Jaemin

Empezar el año nuevo junto a Jeno podía describirse como una de las mejores memorias que el universo había decidido regalarme. Estaba seguro de que la cena con mis padres hubiera sido un desastre pero tampoco espere a que él me siguiera, algo que se estaba volviendo muy común en nuestra relación. Y por primera vez en el tiempo que habíamos compartido juntos vi sus ojos brillar, y parecía una galaxia encendida dentro de esos orbes que alguna vez lucieron tan vacíos.

— Anda, levántate. —  demande mientras jalaba su brazo para que se incorporara junto conmigo. Mee miro extrañado pero aun así lo hizo. Empecé a andar en dirección al mar, distinguiendo el barullo hacerse cada vez mas fuerte. 

— ¿A donde estamos yendo? — pregunto mientras era guiado por mi.  

— Ya lo veras, solo espera un poco.

Antes de adentrarnos en la playa nos quitamos los zapatos de gala y la arena se sintió fría bajo nuestros pies cuando comenzamos a andar por la orilla. La lluvia había cesado un poco y solo quedaban rastros de los oscuros nubarrones en el cielo que hacían casi imposible caminar por allí, de no ser por la luz que brindaba la luna. Pero al acércanos hacia las zonas de las cavernas, las luces colgadas dentro de estas iluminaban el camino hacia allí. El tumulto de voces se hizo presente ligeramente a la lejanía y el sonido de la música comenzó a tomar poco a poco el ambiente. Jeno volteo a verme y sonrió de lado.

— Así que esto era... Una fiesta. — Sonreí fingiendo inocencia y entrelace mis dedos con los suyos.

— A partir del 24 de Diciembre hasta el 2 de enero, por alguna razón la marea no inunda las cavernas. — explique mientras acortábamos la distancia de nuestra parada.

— Así que las usan para hacer fiestas, emborracharse y, si no me equivoco, drogarse. — comento mientras apretaba ligeramente mi mano.

— Exactamente Lee Jeno.

Una vez que estuvimos afuera de la entrada observamos el interior y reí levemente. Las luces de todos colores colgadas a medias en las paredes de la cueva iluminaban todo el interior pero no eran suficientemente fuerte como para que cada rincón tenga luz, había gigantescos parlantes a todo volumen ubicados estratégicamente por todo el lugar que se conectaban a los generadores de electricidad . El resto era alcohol y un tumulto de gente sudada que bailaba mientras bebía. 

Mark estaba allí, en alguna parte pero estaba, el problema seria encontrarlo. Tome mi teléfono y marque su numero. El pitido de que estaba llamando zumbo en mi oído mientras trataba de escuchar algo pero era casi imposible con el ambiente tan saturado de ruido. 

"¡Jaaemin!" el grito al otro lado de la linea aturdió mi pobre oído y maldecí a Mark.

"¡Estaamos en la entrada! ¡¿Donde estas?!" grite de vuelta, con la boca pegada al parlante.

"¡¿Te sooy sincero?! ¡NoO tengoO ni ideaA!" y ahí me di cuenta la poca sobriedad que Mark traía encima. El no era alguien que se emborrachara fácilmente pero cuando lo hacia era demasiado estúpido, fuera de lo normal.

"¡Solo sal a buscarnos idiota!"

"¡NoO me griteEs Na Jaemin!"

Y luego el sonido de que la llamada había finalizado sonó. Mire a Jeno, el cual miraba hacia el horizonte demasiado perdido en su mente como para prestar atención a mi pelea telefónica. Me acerque por detrás y deje caer mi mentón sobre su rostro mientras que ladeaba mi cabeza para apoyarla en la de el. En una respuesta de su parte, también recostó su cabeza sobre la mía.

The Beach [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora