Jaemin
Mark y yo éramos esa clase de mejores amigos donde había veces que estaban todo el tiempo juntos y luego se tomaban un descanso de verse la cara todos los días, pero sin importar que siempre estaban el uno para el otro. No sabíamos cosas básicas y banales del otro pero si nuestros mas profundos sentimientos. Y éramos tan diferentes el uno al otro que nos complementábamos de una forma sencilla pero fuerte. Porque Mark era tan prudente, se comportaba mas como un adulto a comparación mía, era mas razonable que yo y a leguas se notaba la extrovertida pero pacifica personalidad que tenia. Yo por otro lado era mas introvertido, caprichoso y explosivo en ocasiones que me superaban; tal y como un niño haciendo rabietas. Pero aun así encajábamos tan bien juntos que había veces en las que me preguntaba si podríamos ser almas gemelas. Pero sin darle un sentido romántico, como muchos lo hacían, porque aunque amaba a Mark demasiado no podía imaginarnos juntos como una pareja. Aunque no negaba que había una pequeña atracción entre ambos, o mas bien la curiosidad de experimentar algo que muchos repudiaban.
— ¡¿Que haces?! — grité por encima de la música, mientras empujaba sus hombros para alejarlo. — ¡Jeno podría vernos!
Consternado; voltee en todas direcciones buscando a Johnny, a sabiendas de que Jeno estaría a su lado. Pero el corazón se me detuvo por un segundo cuando lo vi venir hacia nosotros solo. Lucía demasiado intimidante con el rostro serio y los ojos completamente negros. Se detuvo enfrente de ambos y se cruzó de brazos mientras su mirada se clavaba en el Mark ebrio que reía sin razón alguna.
— ¡¿Que diablos hacen?! — gritó mientras me miraba, sabiendo que era el mas consiente de los dos para responder la pregunta.
— ¡¿Donde esta Jeno?! — no me interesaba responder su maldita pregunto, Jeno no estaba con él y me ponía de los nervios saber que existía la pequeña posibilidad de que haya visto a el canadiense besándome.
— ¡Los vio a ambos besándose y se marchó!
Mierda.
Solo le grité a Johnny que cuidara a Mark mientras lo empujaba hacia él y salía disparado hacia afuera, chocando a cada persona que se atravesaba en mi camino. Me lleve un par de malas miradas y empujones de vuelta pero una vez que estuve fuera de la caverna y sentí el aire fresco llenar mis pulmones, busque desesperadamente a Jeno. Lo reconocí a la distancia gracias a su cabello blanco resaltando en la oscuridad. Intente gritarle pero el ruido de fondo no era de gran ayuda así que mi primer instinto fue quitarme los zapatos de gala y comenzar a correr como si vida dependiera de ello. Y en cierta forma lo hacia, porque el muchacho que se alejaba en la oscuridad era el único que mantenía a flote la poca estabilidad emocional que me quedaba. Sentía la arena fría bajo mis pies y la brisa nocturna contra mi rostro mientras que me costaba respirar por la mala condición física que tenia.
Maldita sea Lee Jeno, ¿No puedes caminar mas lento?
— ¡Jeno! — grité una vez que estaba a poco menos de 50 metros de el, sintiendo mi respiración agitada y como mi corazón parecía haberse atascado en mi garganta.
Obviamente me ignoro y aceleró el paso, pero no estaba dispuesto a dejar las cosas así y verlo alejarse sin antes haberle explicado. Así que corrí mas rápido, inclusive con mi cuerpo pidiéndome un pequeño descanso. Era ahora o nunca.
Estando a pocos metros de distancia, no tuve la mejor idea de intentar taclearlo... y así lo hice. Salté sobre él, empujándolo contra la arena y por poco haciendo que la tragara.
— ¡¿Qué diablos te pasa?! — gruño enfurecido, casi como un perro a punto de morder. Todas sus facciones estaban contraídas cuando lo voltee para que me miraba mientras yo seguía sobre él, con ambas piernas al lado de su torso en un intento de que no escape. Sus ojos se volvieron casi negros y pude ver el enojo que asomaba, estaba hecho una furia y todo en el lo demostraba. La forma en la que apretaba sus puños, la mirada penetrante, la mandíbula tensa por la ira a tal punto que parecía que estaba a punto de romperse y las miles de otras acciones que estaba teniendo en ese momento.
— ¡¿A ti que diablos te pasa?! — gruñí de vuelta, mientras empujaba su pecho contra la arena cuando, en un intento, trato de levantarse. — ¡Quédate ahí y escúchame!
— ¡¿Que mierda quieres que escuche?! ¡¿Cómo besabas al idiota de tu "mejor amigo"?! — y la forma en la que se refirió a Mark, tan despectivamente y con repudio solo me generó el instinto de golpearlo.
Y así lo hice.
La palma de mi mano abierta se dirigió hacia su rostro en un intento de golpearlo pero su mano derecha fue mas rápida y atrapo mi muñeca antes de que llegara a tocar su mejilla. Le dio un fuerte apretón mientras me jalaba hacia él, provocando que nuestros rostros quedaran a milímetros de distancia, pero no había cariño ni mucho menos atracciones en el ambiente; era ira pura.
— Ya me golpeaste una vez Jaemin, no te dejare hacerlo dos. — murmuró tan bajo pero lleno de cólera que los bellos de mi nuca se erizaron. Intento empujarme para invertir los roles pero de alguna manera mi debilucho cuerpo se las arreglo para mantenerlo quieto.
— Vas a escucharme aunque tenga que ahogarte en el mar para que te calmes. —exigí, mientras presionaba su peño contra la arena aun mas con mi mano libre.
Me miro con rabia contenida y luchó unos segundos mas, intentando de alguna manera librarse de mi. Pero estaba demasiado decidido a no dejarlo ir, a no dejar las cosas así y por una vez en la vida hacerlo de frente.
— Mark y yo somos siempre de esta manera, se que esta mal y que tendría que habértelo dicho pero no-
— ¿No qué? — preguntó de una manera arrogante y despechada; y yo, cansado de su maldita actitud, tomé el cuello de su camiseta y lo alcé para volver a empujarlo contra el suelo.
— ¡No puedes ser de esta maldita manera! ¡Tienes que decirme lo que diablos te molesta! ¡¿Crees que yo soy un adivino o que mierda!?
— ¿Igual de comunicativo que tu lo eres con tus problemas? —
Es un hijo de puta.
Un hijo de puta astuto, porque sabia donde apuntar para que duela. Y la manera tan desinteresada pero filosa y agresiva con la que lo dijo, lo suficientemente audible para que lo entendiera a la perfección solo genero en mi interior mas ansias de golpearlo.
— Estas jugando con mi paciencia, no me tientes Jeno. — una sonrisa autosuficiente se formó en su rostro luego de oírme pronunciar esas palabras tan rabiosamente. — Por una vez en mi vida estoy tratando de hablar del maldito problema y no ignorarlo, así que deja de actuar como un mocoso estúpido y dilo; ¡Di lo que te molesta! ¿Quieres insultarme? ¿Quieres golpearme? Hazlo, pero se un maldito hombre y deja salir toda la mierda que acumulaste.
Pero de alguna manera estaba conociéndolo más, no de la mejor forma posible pero era algo. Porque ya lo había visto destrozado y hundido mientras lloraba, en este instante estaba frente a mi tan enojado y rabioso como un perro. Y aunque no era algo sano, era nuestra forma única de conocer mas del otro y nuestras facetas.
Solo esperaba algún día ver su lado alegre y feliz.

ESTÁS LEYENDO
The Beach [Nomin]
FanfictionNada conmigo, creo que puedo ver la playa. Se lo que está debajo, te necesito aquí conmigo. The beach - The neighbourhood