The Beach [Nomin]

Epilogo

Jaemin

(Varios años después.)

Las personas podrán llamarme loco, un demente que solo dice incoherencias y verme extraño pero siempre supe que no estaría aquí por mucho tiempo. Mi paso por la tierra se sentía tan breve como las tormentas en el mar, que podían ser tan escandalosas pero a su vez efímeras en su corta existencia. 

Era tal como esa sensación que penetra los huesos y retuerce la piel, la que te deja escalofríos recorriendo la espalda y la percepción de no pertenecer era la misma que me decía que mi existencia iba a ser igual de intensa que breve. No tenia mucho más para vivir, no había nada mas por lo que seguir. Y mientras buceaba en las profundidades del oscuro y aterrador océano, aquel que me hacia sentir en casa cada vez que me envolvía entre inmensas cantidades de agua y oscuridad, tan frio como un tempano; recordé a esa única persona que me hizo sentir de igual manera. Solo la fría y suave caricia de la brisa marina podía igualarse a lo que Jeno causaba en mi. Porque recordarlo era darle paso al estrago de emociones guardadas en mi interior desde la ultima vez que lo vi. 

Solamente el amor que le tenia al océano podía igualarse a lo fuerte que eran mis sentimientos por Jeno, pero aun así mi amor hacia ese muchacho que hoy debía ser un hombre recorrían aun mas leguas submarinas que el mismo océano.

Aquel muchacho roto que vi sanar momentáneamente y que me ayudo a sanar, ese al que por el resto de la eternidad tendría de llamar el amor de mi vida; mi alma gemela.

Y mientras veía desde abajo hacia la superficie y los rayos de luz atravesaban el agua, en un intento por iluminar la oscuridad que se abría paso hacia las profundidades, los recuerdos de Jeno, cada momento que habíamos compartido asomaron por mis memorias. Dicen que vez tu vida pasar frente a tus ojos cuando estas a punto de morir, pero yo no tuve un flashback de toda mi existencia; sin embargo lo vi a él. Su rostro sonriente, mostrando aquella sonrisa que hacia desaparecer sus ojos, incluso me pareció escuchar su risa que se sintió como una ultima caricia de su parte. Una ultima calidez en medio de tanto frio para mi cansado cuerpo y corazón.

Aún lo amaba, nunca había dejado de hacerlo y estoy seguro que lo amare el resto de mis días, ya sea en la vida o en la muerte. Lo necesitaba tanto como los peces al mar, desafortunadamente había tenido que vivir parte de mi ultimo tiempo lejos de su lado, sobreviviendo sin su amor, el ancla que me mantenía firme entre inmensas mareas.

 Pero algunas almas no están hechas para permanecer juntas y, por desgracia, nosotros fuimos unas de ellas. Por eso espero encontrarlo en otra vida, una donde no estemos llenos de tristeza y dolor, una donde podamos ser felices... juntos.

Porque no todas las almas gemelas están destinadas a perdurar, al menos  no en esta vida.

Y yo provenía del mar y siempre necesitaba volver a él, una y otra vez hasta no poder regresar y perderme en las inmensas mareas como hijo de ellas que era.

Ese día Na Jaemin se ahogó buceando en las Maldivas a la edad de 23 años.