Bienvenidos sean todos a Derry
Te invito a flotar conmigo, aquí todos flotan... todos flotan
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El número 8 significa el comienzo. Simboliza la transición entre el cielo y la tierra, y escrito horizontalmente, representa el infin...
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MALTEADAS
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Unieron sus recursos y descubrieron que tenían cuarenta centavos; lo suficiente para dos batidos, entraron los 3 y los pidieron. Como el señor Keene era un ogro y no quería que los chicos menores de doce años se quedaran en el mostrador de refrescos (aseguraba que los juegos mecánicos de la trastienda podían corromperlos), se llevaron los batidos en dos vasos de cartón encerado hasta el parque Bassey y se sentaron en la hierba para beberlos. Ben tenía uno de café y Eddie había pedido frambuesa. Nathalia se sentó entre los dos con una pajita para probar de los dos, como una abeja en las flores. Se sentía otra vez bien, por primera vez desde lo ocurrido en su baño y luego lo del Hombre-lobo. Deshecha y emotivamente exhausta, pero bien, en paz consigo misma
- No sé qué le pasó a Bradley – dijo Eddie con tono de azorada apología – Nunca se había puesto así
- Tú me defendiste – dijo Nathalia restándole importancia al tema referente al estúpido Bradley Conovan, acerco su rostro al de Ben quien la miraba nervioso y sonrojado, repentinamente lo besó en la mejilla muriendo de nervios, pero tenia que agradecerle – Gracias - Ben volvió a ponerse escarlata
- No hiciste trampas –murmuró, y se bebió la mitad de su batido de café en tres largos sorbos. A eso siguió un eructo tan fuerte como un disparo de rifle
- ¿Te queda algo dentro? –preguntó Eddie. Nat rió a carcajadas sujetándose el vientre
- Basta – rogó – Me duele el estómago. Basta, por favor - Ben sonreía. Esa noche, antes de dormir, reviviría una y otra vez el momento en que ella lo había besado
- ¿Te encuentras bien? – preguntó. Ella asintió
- No fue por él. En realidad, no me importó lo que dijo de mi madre. Fue por algo que me pasó hace algunas noches – Vaciló, mirando a Ben, a Eddie, a Ben otra vez
- Fue por eso que Bill dijo lo de la sangre ¿cierto? - pregunto con temor Eddie
- Si, pero... no hablemos de eso - afirmo levantándose del suelo - Tengo que reparar mi cicla, así que me voy ya
- Hey espera - llamo Eddie también levantándose, quería sacarle el tema a cualquier costo - Esta bien que no quieras hablar todavía, pero
- ¿Pero?
- Yo puedo ayudarte
- ¿Tu?
- Claro - aseguro Eddie - Se de mecánica, o bueno me apasiona un poco
