Bienvenidos sean todos a Derry
Te invito a flotar conmigo, aquí todos flotan... todos flotan
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El número 8 significa el comienzo. Simboliza la transición entre el cielo y la tierra, y escrito horizontalmente, representa el infin...
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NEIBOLT Y VOCES
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Mientras que ambos enamorados secretos charlaban e ideaban un plan para esconderse de Bowers y sus amigos brabucones; Eddie caminaba hacia su casa con una tranquilidad perfecta, pero que se vio cortada por la casa horrible de su pueblo.
La casa de Neibolt Street, número 29, estaba situada ante los ferrocarriles de Derry. Era vieja y tenía las aberturas cerradas con tablas. Su porche se iba hundiendo poco a poco en la tierra. Su jardín era un montón de hierbas crecidas. En esas hierbas crecidas había un viejo triciclo, enmohecido y tumbado, con una rueda asomada en ángulo. Siempre habitaban allí borrachos, vagabundos y leprosos... los malditos leprosos, como los odiaba
Ring...Ring - resonó la alarma de su reloj haciéndolo sobre saltar ¡Su medicina! "¿Preciso aquí?" - pensó el Saco de su cangurera el tarro de la medicina indicada para esta hora, la destapo sintiendo como lo observaran así que desvió la mirada dándose cuenta que la puerta de la casa ahora estaba abierta y de ella salía una voz perturbarte y horrible llamándolo. No sentía que sus pies se movieran. Era la casa la que, sombría y silenciosa, parecía acercarse a él. Negándose a la idea de tomar su medicina delante de ese espantoso lugar, tomo su tarro tratando de guardarlo en su lugar mientras que caminaba, pero eso solo ocasiono que todas las pastillas cayeran al suelo.
- Mi madre va a matarme - susurro el chico recogiéndolas todas, justo cuando ya iba a tomar la ultima vio como una mano llena de dagas y vendas, sangre seca y una sustancia babosa la extendía hacia el. Retrocedió y fue entonces cuando apareció la cara. Su aparición fue tan súbita, tan sorprendente (pero también tan esperada) que Eddie no habría podido gritar, aun sin el ataque de asma. Sus ojos se dilataron. Su boca se abrió
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