4

849 102 138
                                    

Las personas cambian.

Una nueva melodía resonaba con ímpetu en la mente del joven Blythe en su camino a la bodega, los pájaros cantaban en sintonía con la canción que estaba escuchando.

Canción que había grabado hace unos días, para ser más preciso, una canción que escribió luego de una de sus salidas a caminar por la playa con Anne.

Salidas que ahora eran parte de su rutina diaria, pues pasar tiempo con aquella joven de pecas y ojos azulinos se estaba volviendo costumbre.

Costumbre que no le molestaba en lo absoluto.

—Hoy amanecimos muy felices.— comenta Josie, viendo al pelinegro entrar en la bodega, con sus pasos danzantes y la alegría impresa en su rostro.

Cole y Moody no le prestan atención, pues están más concentrados en su partida amistosa en la mesa de futbolito.

—¿Uno no puede amanecer feliz solo por qué sí?— cuestiona él, acercándose a la castaña y dejando un beso en su mejilla, para luego tomar su guitarra a unos metros de distancia.

Sus dos amigos que hacían caso omiso de su existencia, voltean a verlo al escuchar los acordes que está tocando de la guitarra.

Habían pasado meses desde la última vez que lo escucharon tocar.

Ruby es la primera en salir del asombro.— ¿Volviste a tocar?

Él asiente, con un atisbo de sonrisa, sentándose en el mueble rojo, en el cual, Moody se quedaba dormido tan solo recostándose en el.— Hace unos días, no lo sé, solo sentí la necesidad de tomar a mi vieja amiga y componer una canción.

—¡Eso es genial!— lo anima la castaña, parándose frente a él.— A Bash le agradará la noticia, ahora que volveremos a trabajar en su bar, podrás tocar en vivo como en los viejos tiempos.

Gilbert sonríe.— Así es.

Josie, parada detrás del sofá, apoya sus delicadas manos en los hombros de su amigo, apretándolos en un gesto cariñoso.— Bueno, ¿y se puede saber a qué o a quién debemos ese cambio?

Esta vez, él decidió contestar sin rodeos.— Anne. Estos días que hemos salido, hemos hablado de tantas cosas y compartido experiencias, no sé, se siente genial estar con ella.

Moody lo observó dubitativo.— ¿Y eso es bueno?

El azabache frunció el ceño, confundido.— ¿Por qué no lo sería?

Minerva habló antes de que alguien más pudiera expresar sus ideas.— Creo que lo que él quiere decir es que deberías andar con más cuidado.

—Es que no has salido con nadie desde que Winifred y tú...

El hijo único de los Spurgeon detuvo su oración al ver como, a espaldas de Gilbert, los tres rubios le hacían señas de que hiciera silencio.

Aunque lo que en verdad lo silenció definitivamente fue el golpe que le dió Minerva con el balón de fútbol americano.

—¡Auch!

La joven Ramsey se encoge de hombros.— Ups, se me resbaló.

En tanto Moody le exige a su amiga una disculpa, Josie junto a Cole y Ruby deciden dialogar con Gilbert de una manera más pacífica.

La rubia mayor toma asiento a su lado en el sofá.— Oye, solo nos preocupamos por ti, es todo.

—Se los agradezco.— vocifera él, intercalando su mirada entre los tres.— Pero no es necesario, Anne es una buena persona.

Losers | Shirbert.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora