Maratón 2/4

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El corazón de Camila casi explotó cuando escuchó esa suposición, ser la novia de Bautista era un sueño para ella, cada noche imaginaba cómo sería estar a su lado además de ser su amiga.

Y todavía tenía esperanzas, tal vez con la carta que algún día él haría realidad.

Simplemente no podía perder la esperanza.

Bautista se sintió extraño con esa suposición, él y Camila nunca saldrían, los dos eran amigos, mejores amigos.

No podía verla como su novia, Camila conocía todas sus miserias, todos sus secretos e incluso su infancia. Vivieron tantos años juntos y estaban tan unidos que nunca pudieron romper la barrera de la amistad.

Para él, ella siempre sería su mejor amiga.

Los dos se sentaron en el lugar indicado y se activó el cinturón de seguridad, en poco tiempo comenzaron a trepar.

La rueda subió lentamente, porque la gente seguía entrando, este ciertamente no era un juego muy emocionante, no tenía una velocidad tan rápida, pero te daba un escalofrio en el estómago.

Camila sostuvo la mano de Bautista con más fuerza, le encantaba el escalofrio en su estómago al aumentar la altura.

Bautista la miró, era realmente hermosa, a su manera, pero hermosa.

Su cabello se balanceaba por el viento frío de la noche y sus ojos estaban cerrados, era maravilloso sentir el viento en su rostro y respirar aire fresco.

Bautista quedó impresionado por su apariencia, tan simple y tan encantadora. Tenía la ligereza a su alrededor, sabía cómo sentir las sensaciones de la manera correcta.

Camila se parecía mucho a la chica de la carta, pensó. Es sencilla, delicada, espontánea y sincera. Ella era como la chica que enviaba cartas. Pero no podía ser ella, nunca sería ella. Son mejores amigos, ella no se enamoraría de él.

- ¿Te gusta alguien Cami?- preguntó, sacándola de sus pensamientos.

- ¿Qué? - parecía confundida. - Sí, quiero decir ... Sí, alguien me gusta.

- ¿En serio? - Su respuesta fue extraña. - ¿Y por qué nunca me lo dijiste?

- Porque no lo entenderías, no sabes lo que es gustar de alguien ...

- Por supuesto que lo sé, ya me han gustado muchas chicas. - respondió un poco ofendido. - ¿Quién es él?

- ¿Él?- preguntó angustiada, y poco después miró hacia abajo y vio que el suelo se estaba volviendo cada vez más distante. - Emmm...

- Habla Cami, ¿quién es?

- No lo conoces, es un tipo del trabajo ... - dijo lo primero que se le ocurrió. Cuando notaron que ya estaban altos y se podía ver toda la ciudad. - Mira Bauti, qué bonito es ver las luces de la ciudad desde aquí. - trató de cambiar de tema de inmediato.

- Cierto, las luces de colores y lejanas son muy hermosas, da una sensación de paz, parece que todo es tan pacífico... - suspiró admirando lo que veía.

- Estoy de acuerdo contigo, da paz mirar desde arriba, sentir el viento. En serio, es muy bueno estar más cerca de las nubes. - Él sonrió. La miró, era maravilloso estar más cerca de las nubes y mirar su hermosa sonrisa. Camila pronto notó la forma en que Bautista la miraba, no era la misma forma en que siempre la miraba y era muy extraño. - ¿Por qué me miras así?

- Me asombra la forma en que piensas y ves las cosas, eres tan dulce Cami, te ves tan feliz, tan en paz contigo misma. Admiro eso de ti. - acarició su rostro.

- Me estoy avergonzanda- ella se rió tímidamente.

- Sabes, creo que la chica de la carta es una chica como tú. Ella también escribe de una manera tan dulce. Me das tanto ese sentimiento. Si se parece a ti, seré un hombre afortunado porque tiene sentimientos tan hermosos por mí.

Camila abrió una gran sonrisa cuando escuchó eso, pensó que la chica era similar, y esa chica era ella. Aún no podía revelar toda la verdad, necesitaba hacerle darse cuenta de que era ella a través de las cartas.

Pero ella no pudo contener su felicidad al escuchar esas palabras, Bautista nunca le había dicho algo así.

- A veces puede parecerse más a mí de lo que piensas.

- ¿Que quieres decir con eso?

- Nada, solo que ella también será una chica afortunada si respondes a su amor. - apoyó la cabeza en su hombro.

Y así se quedaron hasta el final del juego ella con la cabeza contra su hombro y recibiendo cariño en su cabello mientras los dos disfrutaban de la increíble sensación del escalofrio en la barriga y miraban el oscuro cielo nocturno y las hermosas luces de la ciudad.

Su compañía fue suficiente para hacer el momento aún mejor, siempre fue una buena compañía para el otro.

Siempre se completaban.

Si se completaban y eran suficientes para ellos, pero no todos se darian cuenta de eso.


ADMIRADORA SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora