La Otra Parkison; Draco Malfoy (Pausada)

15

[●●●]

Estaba enfrente del caliz de fuego, Cedric Diggory había depósito el pedazo de pergamino con su nombre siendo animado por sus amigos cuando entraron los gemelos Weasley riendo con sonrisas en sus caras siendo recibidos por aplausos por parte de chicos de Gryffindor.

—¡La tenemos! Es la pócima para envejecer.— exclamó uno de ellos con orgullo, yo los observaba desde la otra esquina del lugar con mi espalda recostaba en la pared.

—No les va a funcionar.— escuché a Hermione, para ser honesta tampoco creía que funcionara, Dumbledore no iba a poner nada sencillo que los menores de diecisiete se unieran al torneo, en el fondo sabía que era lo mejor ya que al entrar a ese torneo podrían estar arriesgado sus vidas y apesar de no hablar con los gemelos, me llevaba bien con Ron por lo cuál no quería que les ocurriera algo malo, además de que lucían como buenas personas.

—Odio decir esto, pero estoy de acuerdo con la sangre sucia, los gemelos Weasley son demasiado patéticos si piensan que eso va a funcionar.— la voz de Malfoy me hizo enfocarme en él y dejar mis pensamientos de lado.

—Bueno, al menos lo intentan.— intentaba no ser tan negativa, aunque tenía razón, lo era un plan muy ingenioso.

—Estoy seguro de que van a hacer el ridículo.— afirmó con burla. Ambos volteamos a la dirección donde estaban los pelirrojos y vimos como Hermione les intentaba explicar, o más bien regañar.—Aunque pudieran inscribirse morirían en el torneo.

—Callate, Malfoy. Quiero escuchar.— dije intentando ignorar al chico.

—En serio eres chismosa, Parkinson.— lo mire mal.

—No soy chismosa, soy curiosa.— él soltó una risa.

—Claro.— el sarcasmo era evidente.

—Tu también estas aquí así que no sé porque me recriminas algo que tu también haces.

—Porque yo solo estoy aquí para reírme del fracaso de los perdedores Weasley.

—Al menos ellos son lo suficientemente valientes como para intentar inscribirse en el torneo, no como tú que solo estas aquí burlandote de ellos sin siquiera poder decírselos de frente.— me sentí orgullosa y segura de lo que había dicho mientras solo escuche al rubio bufear con disgusto, sin embargo permaneció a mi lado observando.

Los gemelos se acercaron a la línea de edad que hacía que no cualquier alumno pudiera colocar su nombre en el caliz. Los gemelos ya habían tomado la poción y sorprendente pasaron por la línea, mire a Draco con una sonrisa de medio lado y el me miró serio. Los aplausos y sonidos de felicidad se escucharon alrededor de los gemelos mientras ellos agradecían y depositaban el pedazo de pergamino en el caliz sin embargo segundos después estos fueron desechados y Fred y George salieron expulsados de allí pero esta vez con barbas y cabello blanco. Mientras ellos peleaban los demás reían, Draco y yo permaneciamos en el mismo lugar.