04

7.2K 537 94
                                    

[●●●]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[●●●]


—¡Pansy despierta!— tome una de las almohadas de su cama y la estampe contra su cara para que se levantara, aún faltaba más de una hora pero pretendía estar allí temprano, perder el tren en ese momento era mi mayor miedo.

—¿Que sucede?— preguntó adormilada con sus manos ahora sobre su cara frotándose los ojos.

—Tengo que ir al expreso a Hogwarts y no pienso llegar tarde por tu culpa, así que levántate.— hablé frustrada.

—Agh, eres demasiado irritante. Esta bien, pero sal de mi habitación.— ordenó señalando la puerta con enojo.

—Oh, Claro, ya me voy.— estaba por salir antes de que se decidiera por golpearme o tomarme del pelo por su cara de fastidio pero sin querer tropecé con una especie de libro extraño que quería morderme, solte un grito por la impresion.

—Lárgate y deja de gritar.— dijo al fin levantándose de la cama.

—¿Que es esta cosa?— señale el libro que ahora se encontraba en el otro extremo de la habitación moviéndose por si solo, parecía una especie de araña por sus patas pero era un libro.

—Es el libro que el estúpido de Hagrid pidió para su clase de cuidado de criaturas mágicas.— me tomo por los hombros e hizo que saliera de allí mientras escuchaba al libro desplazarse por la habitación intentando morder algo seguido por un grito de Pansy.













[...]














Entre corriendo al expreso, buscando en los vagones a mi amiga rubia, la encontré mirando a la ventana y en frente de Cho.

—¡Hola chicas!— las salude. Luna se levanto al igual que Cho y me abrazaron, llevaba algún tiempo sin verlas y me alegraba poder volver.

El tren empezó a avanzar pero luego de la nada se detuvo y hubo una especie de estruendo.

—¿Que esta pasando?— pregunté a lo que ellas me miraron y levantaron los hombros sin saber.

Me asome por el pasillo para ver que pasaba pero lo único que observe fue al resto de alumnos asomándose por la ventana, igual que yo.

Me sente y la luz se fue por algunos momentos, y los vidrios se empezaron a congelar, el ambiente era escalofriante y Cho parecía muy nerviosa mientras Luna al igual que yo, solo observaba la ventana.

De la nada vi a una especie de criaturas asomarse y abrir con sus huesudas manos el lugar en el que estábamos, el miedo se apodero de mí.

No entendí muy bien que pasaba pero era terrorífico hasta que vi una luz proveniente de el vagon de al lado. Las criaturas se habían ido.

Después de esa bienvenida un poco escalofriante por parte de esas criaturas era hora ir al Gran comedor para recibir a los de nuevo ingreso. Así como el año pasado los de nuevo ingreso  tenían que pasar al frente para seleccionar a que casa irían.

—Sean bienvenidos a otro año en Hogwarts. Déjenme decir unas palabras antes de que nuestro excelente banquete los deje aturdidos. Primero me alegra recibir al profesor Lupin quien accedió a ser el profesor contra las artes oscuras...

—Menos mal, alguien que luce cuerdo.— solté desde la mesa de Ravenclaw.

El profesor se levanto y el gran comedor se inundo en aplausos.

—Para pasar más tiempo con el brazo que le queda— ¿Que? No escuche el principio de lo que dijo. — Sin embargo me alegra decirles que la materia será impartida por nuestro querido y gran amigo Hagrid.— Hagrid se levanto y se escucharon algunos aplausos provenientes de Gryffindor.
—Por último un anuncio menos agradable, Hogwarts va a ser custodiado por los dementores de Askaban... — esa idea no me parecía demasiado agradable, esas criaturas eran extrañas y escalofriantes.

Me dirigí a mi sala común tapandome los oídos por los gritos de la señora gorda del cuatro de la entrada de Gryffindor.

Revise que mis cosas estubieran en mi dormitorio, y al parecer todo se encontraba allí, incluso el libro de mi hermana que parecía que quería comerme. Tendría que devolvérselo ya que ya tenia el mio, solo que el mio parecía un libro normal, ese debía sin duda ser suyo.

En la mañana no la ví por ningún lado, así que asistí a pociones sin darle tanta importancia, ya que posiblemente aún no lo necesitaría.

Ya era hora de la cena y aún no le había podido devolver su libro a mi hermana, así que decidí que era el momento de darselo. Me dirigí a su mesa y me pare detrás de ella y Malfoy.

—¿Te duele mucho, Draco?— preguntó mi hermana.

—No, pero tuve suerte me dijeron que pude haber perdido el brazo.— habló, claramente parecía una gran mentira.

—¿Perdido el brazo? Yo te veo bien.— hablé intentando desmentir lo que dijo pero solo me gane una mirada asecina de Pansy mientras los que estaban cerca posaban una mirada en mi, cuando Draco se volteo y me miró vi que había cambiado bastante, su tonto peinado con todo un taro de gel fijador ya no estaba, se notaba que la pubertad había hecho algunos cambios, se veía un tanto atractivo.

—¿Que haces aquí?— cuetiono con desprecio.

—Tengo tu libro, me intento morder dos veces y también al Señor Miaus.— hablé.

Señor Miaus Que patético.— habló el rubio.

—No soy buena para los nombres, y por lo que veo tu padre tampoco, Draco.— hablé con una sonrisa falsa provocando una mueca de odio en él.—Solo toma tu libro, Pansy.— hablé extendiendoselo a lo cual ella lo tomo.—Oh y Draco, el señor Miaus se enterara de lo que dijiste.— tome una manzana que anteriormente estaba en su mano y le di un mordisco llendome de allí.

Estupido rubio, no te meterás con el señor Miaus.

—¡Lo vieron! ¡Lo vieron! ¡A Sirius Black!— habló un chico Gryffindor llamando me atención, me posicione al lado de Harry.

—¿Crees que venga a Hogwarts?

—Hay dementores en las entradas.

—Ya los pudo engañar antes podría hacerlo ahora.

Fuí a mi dormitorio, el hecho de que un supuesto asesino estuviera tan cerca de nosotros no era algo que me alegrara ni me pusiera feliz pero Luna me hizo sentir segura diciendo que no sería posible que el entrara aquí y que si lo hiciera jamás nos tocaría ni un pelo, en sierta parte tenia razón, no nos atacaría con Dumbledore en Hogwarts, él sin duda nos protegería.













[...]















—Y recuerden las visitas a Hogsmeade son un privilegio si su comportamiento es malo en la escuela ese privilegio no se les volverá a otorgar.— Harry extendió su permiso a McGonagall pero no estaba firmado. —Si el permiso no esta firmada no podrás acompañarnos.

—Los que tengan permiso siganme, los demás apartence.— habló Filch.

—Profesora, si usted no firma podre ir.— insistio Harry.

—Lamento decirte que eso seria inapropiado, solo el padre o tutor están autorizados.— habló.—Perdona Potter, no puedes venir.

McGonagall se fue detrás de el grupo de chicos, sentí lastima por Harry, ví a Ron y Hermione irse y a Harry despedirse.

Yo no podría ir, ya que era de segundo pero me quede observando a los de tercero con sus permisos después de acompañar a Cho.

—Nos vemos luego Lena.— de despidió. — Gracias por acompañarme.— me volteo y se fue.

Harry aún estaba allí, pobre, le di una sonrisa de medio lado, la cual el devolvió, para luego marcharse.

La Otra Parkison; Draco Malfoy (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora