Capítulo XV "Hocicos"

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Juntos caminamos por los pasillos de Hogwarts. Al final, nos decantamos por sentarnos en las escaleras que subían al quinto piso, frente a una ventana que daba al lago.

Apoyé la cabeza en su hombro, y él suspiró.

-¿De qué querías hablarme?

-Del tema de... Hocicos. Con tantas cosas no hemos tenido tiempo de comentarlo.

-No tengas miedo, no se lo contaré a nadie -prometí-. No soportaría que os pasara algo a ninguno de vosotros, y mucho menos a tí -Sirius besó mi coronilla.

-Me alegro, me lo imaginaba, pero tenía que comprobarlo. Si no, Cornamenta y Colagusano me abrían lanzado un Avada Kedabra.

-Son capaces -Sonreí.

-¿Sabes qué? Nadie me había llamado nunca Hocicos.

-¿Ah, no? Pero si es obvio -reí-. Perro igual Hocicos, es más simple que Wingardium Leviosa.

Sirius se hechó a reir y me apretó hacia él.

-Pues... me gusta. Sí, me gusta. Pero solo si me lo llamas tú.

Reí.

-Entendido, Hocicos, solo yo.

Y nos besamos. Nos besamos como nunca, recordando todo el tiempo que nos habían robado. Y, entre beso y beso, nos prometimos no volver a separarnos. Nunca.

*****

Siempre he odiado el tercer periodo, está en medio, especialmente los lunes, pero, si además, te toca Pociones... entonces prepárate un buen libro, y a leer bajo el pupitre. Bueno, ese era mi plan, pero tuve un pequeño inconveniente: uno de los famosos concursos de Slughorn.

-Hoy os dividereis en dos equipos. Los de las casas Ravenclaw y Slytherin serán el equipo Alfa, Gryffindor y Hufflepuff serán Beta -anunció.

Resoplé, echaba de menos las clases de cuarto año, cuando nos dividíamos por casas. Ahora que estamos divididos por niveles, nuestro temario parecía de Cuarto Curso, mientras que los que daban Pociones Avanzadas (que curiosamente estaban casi todos en Slytherin o en el Club de las Eminencias) daban Pociones de nivel EXTASIS o incluso superiores.

-El Equipo Alfa elaborará un cladero de un veneno al azar, el que prefieran -continuó Slughorn-, mientras que el Equipo Beta tendrá que producir el antídoto. Recordad que no sabeis cual será el veneno que elaborará el Equipo Alfa, así que debereis esforzaros. Podeis usar los libros.

-¡No es justo! -se quejó Nina-. Lo suyo es mucho más fácil.

-Si por lo menos tuvieramos a Lily...

-Acéptalo, Cornamenta, te abandonó para ir a Pociones Avanzadas -bromeó Sirius.

-¿Cómo hacemos esto? -preguntó un chico de Hufflepuff, creo que se llama Fred Tonks o algo así.

-Bueno, Ted, yo había pensado en usar bezoar pulverizado, mezclado con un poco de esencia de madrágora, por si acaso deciden utilizar ácido paralizante -opinó Natalie, que había estudiado detenidamente el libro.

-¿Y un poco de rayadura de escama de dragón? Para evitar hemorragias -propuse.

Todos asentimos. Pronto habíamos decidido la receta perfecta, una mezcla de tres potentes antídotos, y nos habíamos repartido las tareas. Nina, Remus y yo éramos los encargados de pulverizar el bezoar, una actividad que requería toda nuestra concentración. Aún así, no pude evitar escuchar alguna que otra conversación ajena, que si James y Sirius ya habían conseguido un apartamento, que si Natalie había estudiado como nuca etc. Acabamos en seguida y, al final de la clase, ya teníamos nuestro caldero listo.

-Bien, bien -murmuró Slughorn, analizando las dos pociones-. Señorita Rose, haga el favor de traerme el ratón, muchas gracias.

Slughorn hizo beber al ratoncillo una cucharada de cada fluido, y, tras descubrir que lossintomas habían sido neutralizados, anunció con una sonrisa:

-Parece que el Equipo Beta se ha alzado con la victoria. ¡30 puntos para cada casa! Equipo Alfa, otra vez será.

Nos felicitamos unos a otros y, ya de paso, algunos aprovecharon para presumir de su derrota. Cuando salimos al pasillo para ir a la siguiente aula aún duraban las celebraciones. Me encaminé a Runas Antiguas con Remus y un par de chicas más, que caminaban delante nuestro, parloteando.

-¿Has escuchado ya el disco que te regalé? -me preguntó Remus.

-Sí, claro, ¡lo adoro! -me eché a reir-. Acertaste de pleno.

Remus sonrió.

-No sabes cuanto me ale...

Pero no pudo terminar la frase. Un grito cruzó el aire. Nos dimos cuenta de que había sido una de las chicas que iban delante nuestro, así que echamos a correr. Giramos la esquina y lo vimos. Las chicas lo miraban con ojos desorbitados, tapándose la boca. Volvieron a gritar, con razón: en la pared había una enorme pintada con lo que parecía ser sangre. Rezaba "La sangre impura riegará los suelos de Hogwarts. Enemigos del Señor Oscuro, temblad, Él se alzará".

El profesor Flitwick apareció corriendo. Apenas vió la razón del alboroto, ordenó:

-A vuestras habitaciones, ya. No salgais de vuestras Casas hasta que seais avisados por el jefe de vuestra casa, ¿entendido?

Asentimos.

 *****

Una vez en la Sala Común todo eran dudas. Poco a poco habían ido el resto de los alumnos y ahora todo Gryffindor estabamos embutidos en la Sala Común. Delante de mí había unas chicas que sería de tercer o cuarto curso, preguntandose si nos habrían recluido aquí por un ataque de escobas voladoras locas. Hice grandes esfuerzos por no partirme de risa allí mismo. En vez de eso me desplacé hasta en sofá donde estaban sentados Frank, Alice, Robert y Silena.

-Oye, Charlie, ¿tú tienes alguna idea de que pasa ahí fuera? -preguntó Silena.

-Bueno, es que hay algo un poco... morboso -respondí, recelosa.

-¿El qué? Venga, Charlie, no te hagas la interesante -se quejó Alice.

-Es una pintada, enorme y color rojo...

-¿Un graffiti? -me cortó Robert.

-Ojalá, es más bien una amenaza, o una predicción, o algo así.

Y les conté todo. Cuando acabé Alice parecía bastante preocupada, al igual que Frank. En cambio Robert rodeaba a .Silena con el brazo, como protegiéndola. Silena tenía un aspecto horroroso.

-¿Creeis que por sangre impura se refieren a sangre sucia? -preguntó Silena temblando.

-Tranquila, Silly, no irán a por ninguno de vosotros, os lo prometo. Dumbledore nunca dejaría que alguien atacara a sus alumnos, especialmente por una tontería como quién son vuestros padres. -Robert apretó su abrazo.

-Sí -asintió ella, poco convencida-, seguro que no pasará nada.

Until the very endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora