Capítulo V "La gran propuesta que no podremos rechazar"

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Decidí visitar a Sirius después del castigo con Slughorn. Tenía muchas cosas que contarle. "Yo me moriría ahi en la enfermería, aislada del mundo" pensé, exagerando un poco. Desde que volvímos me sentía más vivaz, con mejor humor y más ganas de hacer cosas. "Ni que fueras Lily" bromee.

-¡¿QUÉ BELLATRIX HIZO QUÉ?!

-Lo que oyes -mordisquee un trozo de galleta de especias-. Y lo mejor es que la tía estaba orgullosa y todo. No es más que una tarada.

-Tarada o no, es peligrosa -Sirius parecía preocupado. Supongo que cualquiera lo estaría si su prima hubiera infringido la ley mágica más importante-. ¿Y Lily? ¿Está bien?

-Estuvo llorando toda la tarde, pero creo que fue más por el insulto. El Cruciatus no le salió bien.

-¿Cómo lo sabes?

-Investigué en la Sección Prohibida de la Biblioteca. Ya sabes, grado de dolor, efectos secundarios... Hasta magos que perfeccionaron la técnica. Pero ocurrió algo extraño...

-¿El qué? -se incorporó, claramente interesado. Al hacer eso pude observar cómo la mayoría de sus vendajes habían desaparecido. Saldría de aquí en par de días, cómo máximo.

-Pues que alguien había consultado esos libros y pergaminos hacía pocos días. Eso no sería raro, si no lo hubiera hecho por la noche, en secreto. La bibliotecaria oyó unos ruidos, y cuando entró se encontró tirados por el suelo o mal colocados varios libros y pergaminos que hablaban de las Maldiciones Imperdonables, pureza de la sangre y magia oscura. Me costó mucho convencerla para que me dejara verlos, tuve que decirle que era para un trabajo de DCAO...

-Esto huele a gato encerrado

-A gato encerrado por paredes sin puertas ni ventanas. He de reconocer que tengo una ligera sospecha de quién fue el visitante nocturno...

-¿Bellatrix? Si es así, por favor por mí no te lo calles. La sangre no te convierte en familia, ¿sabes?

-Supongo... De todas maneras seguiré investigando.

****

-Así qué, ¿has vuelto con Sirius? -Alice estaba tumbada sobre mi cama, ojeando una revista de moda "Túnicas de invierno: cómo convinarlas". Acaba de volver de San Mungo y no podía estar más contenta.

-Aja.

-¿Vendreis con Frank y conmigo a Hogsmade? -Alice se ruborizó.

-¡Pues claro, boba! Pero si no vais al sitio ese de los corazoncitos empalagosos, ¿eh?

-Eso está echo -nos chocamos las manos.

-¡Ali, Charlie! -oímos los gritos de Lily. Corrimos a la sala común.

-¿Qué pasa, escandalosa? -Alice le sacó lengua.

-Nina nos espera en la puerta -dijo la aludida, sonriendo-. Dice que tiene una "gran propuesta que no podremos rechazar". -salimos fuera. Allí estaba Nina dando saltos de excitación.

-¡Mirad lo que he conseguido! ¡Y son cuatro!

-¿¡Entradas para la copa de quidditch!? -Nina asintió.

-Para la europea. Noruega contra Escocia. ¡Butacas en el centro de la afición noruega!

-¿Y esto cuanto cuesta? -pregunté. No estaba segura de que me lo pudiera permitir.

-¡Gratis! Las consiguió mi madre -la madre de Nina trabajaba cómo naturalista en Noruega, allí fue donde conoció a su padre, que se encontraba allí haciendo un reportaje para El Profeta-. Y lo mejor de todo es que veremos a Katerina Hutson, es golpeadora de Noruega.

Until the very endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora