Capítulo XIX "La calma antes de la tempestad"

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Aproveché el periodo de descanso entre Encantamientos e Historia de la Magia para acercarme a hablar con Pandora y Xeno, que discutían animadamente. Rápidamente les resumí lo pasado la tarde anterior y les repetí palabra por palabra las amenazas de Bellatrix.

-¿Él? ¿Será el mismo él que el de la pintada? -se preguntó Pandora.

-Yo también lo pensé. Cuadraría perfectamente.

-No sé, chicas, ¿no creeis qué si lo fuera no lo iría diciendo tan alegremente por ahí? -dudó Xeno.

-Esa psicópata es capaz de cualquier cosa, es más, estoy segura que fue ella quién lanzó el incendio en la obra de teatro -insistí.

-¿Estás segura, Charlie? Es una acusación bastante grave.

-Qué quieres que te diga Xeno, yo creo que Charlie tiene razón, esa chica esta para ingresarla en San Mungo.

-Bueno, ya hablaremos.

Y con esas palabras nos despedimos. Aproveché que después de Historia de la Magia teníamos Astronomía para contarle estas suposiciones a Sirius y Remus. Ambos apoyaron mi teoría, aunque sin llegar a descartar las demás.
Centré mi telescopio en Andrómeda y comencé a apuntar coordenadas, cuando Lysander se acercó.

-Oye, ¿me dejas ver las coordenadas de Orión? Es que no lo encuentro.

-Sí, claro.

Le pasé los apuntes con una sonrisa e hizo amén de irse, pero en el último momento se dió la vuelta.

-¿Sabes si a Nina le gusta Remus? -preguntó bajando la voz-. ¿O si a él le gusta ella?

-No lo sé, pero si quieres pregunto, ¿por?

-No, por nada, simple curiosidad. Todo el mundo lo dice por ahí y al fin y al cabo son mis amigos, ¿no?

La verdad es que he de reconocer que se me olvidó por completo, hasta el miércoles después de comer. A aquella hora compartía dos horas de Herbología Avanzada con Nina. Nos sentamos en nuestro sitio habitual en la última mesa, ella al final de la mesa, yo a su derecha y Alice junto a mí. Mientras cortabamos esquejes charlamos un poco de todo, de chicos, de examenes, de quidditch etc. Fue cuando ya llevabamos un rato de la segunda hora allí cuando me atreví a formular la pregunta:

-Oye, Nina, ¿es verdad eso que dicen todos? -pregunté, sin ser capaz de ser más exacta.

-¿Podrías ser un poco más concreta?

-Buena, ya sabes, que si tú y Remus...

Nina se echó a reir.

-No nos hemos acostado si es eso lo que te preguntas.

-¡Por Merlín, no! Yo solo quería saber si sientes algo por él.

-Bueno, yo... la verdad es que no sé. Es tan amable y cariñoso, y al mismo tiempo es mi amigo y...

-O sea que sí -Alice comenzó a aplaudir, emocionada-. Que monos sois...

-Pero que solo me gusta un poco, tampoco es para tanto, además yo a él no le gusto.

No sabía porque, pero en el fondo de mi corazón imaginarles juntos era... no sé, raro. Me escocía un poco, supongo que saber que todo sería diferente era extraño. Eran dos de mis mejores amigos, si salieran todo cambiaría, y no estaba segura si quería que cambiara.

  * * * * *

-Remuuuus, hazme caso.

-¿No ves que intento dibujar un centauro? Necesito concentración.

-Ya, bueno, pero es importante.

-¿Más que aprobar los EXTASIS? No lo creo. Además, no veo que tú vayas tampoco lo que se dice muy adelantada con ese esquema, así que ¡a trabajar!

-Está bien -concedí-. Pero luego hablamos, ¿eh?

-Vale, vale, luego.

Al final, luego fue al día siguiente, en Estudio de Runas Antiguas.

-Bueno, pues ¿qué querías ayer? -me preguntó al terminar de leer el texto explicativo.

Esta vez decidí ser directa.

-¿Te gusta Nina?

-¿Nina Stoner? No.

-¿Te gusta alguien?

-Mmm -pareció dudar-. No, creo que no.

-¿Crees?

Alcé las cejas burlona.

-Es que estaba dudando si decir que me quería a mi mismo, pero creo que se da por hecho.

Me eché a reir y le golpeé sin fuerza en el hombro.

-¡Tonto!

-¡Sr. Lupin, Sta. Rivers, hagan el favor de callar, por Merlín! -nos recriminó la profesora.

Reprimimos nuestras risas y continuamos con el ejercicio.

  * * * * *

Esa misma noche, durante la cena, Alice se acercó a nosotras más ilusionada que de costumbre.

-¿Qué pasa, Alice? Pareces un hijo de muggles que va a Honeydukes por primera vez.

-Este sábado por la noche habrá una fiesta -nos susurró.

-¿Donde? -preguntó Natalie.

Alice negó con la cabeza.

-No lo sé, nadie lo sabrá hasta el sábado por la mañana, ni a que hora exacta es, ni nada.

-Y supongo que tú estás invitada, ¿no?

-Sí, claro, y vosotras también.

-¿Nosotras? -dudó Sophie-. A mí nadie me dijo nada de una fiesta.

-Os invito yo. Vereis, si te invitan puedes invitar a otras personas, aunque tienes que avisar antes. ¡Y Lysander dice que estará encantado de que vayais!

-No me digas que todo esto es cosa de Lysander...

Alice rió.

-¿De quién si no?

  * * * * *

-Irás a la fiesta, Charlie, ¿no? -me preguntó Nina durante Pociones.

-Sí, supongo que sí, me invitó Alice, ¿y tú?

Nina me deleitó con una enorme sonrisa.

-Me invitó, Ly. Me preguntó que si sería su pareja, y obviamente le dije que sí.

Alice, que estaba en el pupitre de delante, se giró hacia nosotras.

-¿Ly? ¿Desde cuando lo llamas así? Es más, ¿desde cuando sois tan amigos?

-Alice, cotilla. -la acusé.

Nina le quitó importancia con la mano.

-No sé, no solía hablar mucho con él, pero cuando hablé con él por primera vez me di cuenta que era un chico muy simpático, aparte de un gran golpeador...

Alice puso los ojos en blanco.

-¿Gran golpeador? Tú solo piensas en quidditch...

Nina le sacó la lengua y proseguimos con nuestra poción.

Until the very endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora