Sirius y yo nos encontrábamos en nuestro escondrijo, sentados el destartalado sofá. Supuestamente hacíamos nuestros deberes, pero él había abandonado hacía ya un rato y se dedicaba a juguetear con mi pelo mientras yo leía un tratado sobre el alto al fuego en la Revuelta de Broceliande.
-¿Sabes que estas muy guapa mientras lees? -me susurró al oído.
Fingí no haberle oído.
-¿Y sabes también que hoy tus ojos están preciosos? Parecían jirones de cielo.
-¿Sabes tú en que año nació Copérnico? -contrarrestré.
Chasqueó la lengua.
-No te pongas así, Charlie, solo quería...
Lo corté con un beso.
-Déjame trabajar, plis.
-No quiero.
Reí.
-No pongas pucheros, que pareces mi primo pequeño.
-¿Y tú primo pequeño hace esto?
Me besó, poniedo una mano en mi cintura y hundiendo la otra en mi cabello. Pasé los brazos por su cuello y correspondí al beso, descargando todas las emociones de la semana. De repente se separó de mí. Cogió mi libro y me sacó la lengua. Acto seguido, se levantó.
-Hey, devuélveme eso.
Levantó su brazo y salté para recuperarlo, pero Sirius era más alto que yo.
-Devuelvemelo... es... mío -con cada palabra di un salto, sin que ninguno consiguiera su objetivo.
-¿Quién es la niña pequeña ahora?
-Entonces, ¿esto es por orgullo? Pues te vas a enterar.
Comencé a hacerle cosquillas por todo su abdomen, aunque el contraatacó y caímos sobre el sofá. No podía parar de reir, hasta que noté sus labios en los míos, y olvidando por completo el libro, comenzamos a besarnos. Noté como sonreía y me sente sobre su regazo sin dejar de besarlo. Por fin había conseguido dejar de pensar en lo sucedido ayer por la noche, solo Sirius ocupaba mi mente. Supongo que por eso lo quería tanto, si estaba con él jamás era capaz de pensar en algo que no fueramos nosotros. Y esa sensación me encantaba.
* * * * *
En la Sala Común conseguí acabar de analizar el tratado. Había escogido mi sillón favorito, él que estaba junto a la ventana, en el lado contrario a la puerta. Desde allí se divisaba toda la Sala, aunque a aquellas horas estaba casi vacía, solo estábamos allí dos estudiantes de tercero, Sophie, que tejía una bufanda de lana y yo.
-¿Bájamos a dar un paseo? -me propuso ella.
-Claro.
A pesar del frío cortante, muchos alumnos había salido a disfrutar de los último rayos de Sol del día. Sophie y yo caminamos bordeando el lago helado, admirando como las montañas se reflejaban en él.
-¿No te da miedo pensar donde estaremos el año que viene? -pregunté-. Saber que después de siete años no hay más Hogwarts...
-Sé donde estaré, estudiando para historiadora en Cardiff, en Febrero del año que viene me presentaré para una beca y si me la conceden me iré en agosto a estudiar a Canadá.
-Por Melín, ¿cómo puedes tenerlo tan claro?
-Me limité a seguir mi corazón. Tal vez tú deberías hacer lo mismo.
-Es que no sé que me dice el corazón.
-Empieza por lo básico, ¿te quieres quedar en Edimburgo? ¿Quieres estudiar fuera? ¿Quieres formar una familia?
ESTÁS LEYENDO
Until the very end
FanfictionEs el año 1977. Charlotte Rivers, una joven maga de 17 años, estudia su séptimo y último curso en Hogwarts. Todo parece ir bien, con los EXTASIS a la vuelta de la esquina y varias toneladas de deberes diarias, o al menos, normal. Pero, mientras que...