Capítulo XVI "Boggarts"

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Las horas pasaron agobiantes en la Sala Común. A una chica de segundo le dió un ataque de ansiedad y se había desmayado, por lo que tuvieron que llevarsala a la enfermería. Pero, aparte de ese pequeños incidente, nadie más salió de la torre. Al final, la gran mayoría de los estudiantes se subieron a sus respectivas habitaciones. Yo en cambio me agencié el sillón frente al fuego y me puse a estudiar DCAO. Apenas llevaba allí ualrededor de un cuarto de hora, cuando Remus se sentó a mi lado.

-Entonces, ¿a que crees que venía la inscripción? -me preguntó.

-La verdad es que no tengo ni idea -confesé-. Tal vez solo sea una broma pesada de alguien o una escusa para no ir a la siguiente clase y no hacer un examen, pero la suposición de Silena me pone los pelos como escarpias.

-¿Qué cree Suena?

-Que con sangre impura se refería a sangre sucia.

-¿Tú crees que es una especie de amenza para los nacidos de muggles?

-No lo sé, espero que no, porque si le pasará algo a Suena, o a Lily, o a cualquiera de ellas... Jamás me lo perdonaría.

-¿No te da miedo que también vaya por los mestizos?

Un escalofrío recorrió mi espalda. Si alguien capaz de escribier eso fuera a por mí... Simplemente digamos que no creía que mis nociones en hechizos de defensa ayudaran mucho.

-Yo solo espero que no...

-Será mejor que descanses -Remus se disculpó con la mirada.

-Sí, será mejor.

 * * * *

Todos bajamos a desayunar un poco antes que de costumbre, ya que el día anterior nadie había comido ni cenado gran cosa, ya que la prohibición de salir de las Casas no se había levantado ni siquiera para ir al Gran Comedor.

Los martes tenía Defensa contra las Artes Oscuras a primera hora, así que me desplacé hasta el Aula 3C en completo silencio. Llegué la primera así que tomé asiento en mi pupitre habitual. Poco después llegaron el resto de alumnos. Alice y Sophie se sentaron al mi lado. La profesora Greene entró en clase con un baul cerrado en brazos. Sin pronunciar una palabra, situó el baul en el centro del aula. Nos hizo levantarnos y, con un sencillo hechizo, apiló los pupitres en los extremos de la clase, dejandola completamente despejada.

-Hoy trabajaremos con boggarts -anunció la profesora-. Sé que ya los hemos estudiado varias veces, e incluso nos hemos enfrentado a ellos en una ocasión, pero quiero que esteis preparados para los EXTASIS, así que esta vez os pondré nota.

Todo el mundo comenzó a quejarse. Al contrario que el resto del profesorado, la profesora Greene jamás nos había puesto nota como si estuvieramos en un examen, ni siquiera cuando estabamos en quinto curso, simplemente se había limitado a corregirnos los moviemientos.

-Bien, poneos en una fila por orden de lista. Muy bien, Black, Bellatrix.

Bellatrix avanzó y el boggart se transformó en algo que no pude ver. Ella rápidamente lanzó un riddikulus.

-Exclente. Black, Sirius.

Me asomé y vi como el boggart se transformaba en un enorme kelpie.

-¡Riddikulus!

Un gigantesco bozal metálico cubrió las fauces del kelpie.

-Bien hecho, ¡siguiente!

La fila continuó avanzando hasta que llegó mi turno.

-Rivers, Charlotte.

Di un paso hacia delante y una bestia parecida al leopardo, con las fauces cubiertas de sangre seca, apareció delante de mío.

-¡Riddikulus!

Al nundu les desaparecieron las manchas y su boca se cerró con cremallera. La profesora Greene asintió en silencio y me situé al final de la fila.

  * * * * *

-Un nundu, ¿en serio? -preguntó Remus durante Tierra Mágica.

Me encogí de hombros.

-Es la criatura más peligrosa del mundo. Contigo han flipado un poco.

-Lo sé. Suelo decirles que temo a la noche, no a la luna llena, pero no sé si seguirá colando. Algunos empiezan a sospechar...

-Tranquilo, ya verás como nadie te descubre -le tranquilicé y le besé en la mejilla.

-Bueno, si tú lo dices... Por cierto, este viernes hay. Últimamente estoy un poco irascible, y pensé que, tal vez los chicos necesitarían un poco de ayuda... No tienes por qué aceptar, entiendo que te de asco y...

-¡No seas tonto! -le corté-. Allí estaré, ninguno de mis amigos sufrirá si puedo evitarlo.

Remus sonrió, agradecido.

-Gracias, Charlie.

   * * * * *

Entré en el cuarto reventada. Lancé mis libros sobre la cama y, hasta que no me quité los zapatos, no me di cuenta de la cara de malas pulgas de Natalie.

-Vaya pintas, Natalie, ¿qué ha pasado?

-Que va a pasar, es ese estúpido de Alexander Dracken...

-Uyuyuy, a la superlativa Natalie Rose se le resiste un chico -rió Sophie.

-¿La estrategia de darle celos con Meyer no funcionó? -preguntó Alice, distraida.

-¿Con Meyer? Que va, ese es medio tonto y un baboso, estoy harta.

-Pobre chico, si parece buena persona...

-¿Y tú qué? -Natalie aprovechó para cambiar de tema-. ¿Qué tal con Frank?

-Seguís enfadados, ¿no?

Alice asintió.

-Me tiene destrozada. Una parte de mí quiere correr a sus brazos, pero otra no para de repetirme que es su culpa...

-Seguro que él está igual. -Traté de animarla.

-Pronto lo veremos.
 

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Perdonad la tardanza, y que el capítulo sea tan corto. He tenido época de exámenes y he empezado con un nuevo deporte, a la vez. Además, tenía Campeonatos Escolares y estaba bastante nerviosa, por lo que no tenía mucha inspiración. Gracias a los que le habeis dado a me gusta y que alguien haya comentado me ha hecho mucha ilusión.

Until the very endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora