Me gustaría decir que aquella mañana me desperté con los rayos del Sol acariciando mi cara y el sonido de los pájaros piando, pero lo cierto es que me despertó Alice a base de zarandearme. Gruñí sin abrir siquiera los ojos.
-¿Qué quieres?
-¿Aspirinas?
-Último cajón a la izquierda, en el fondo.
La oí revolver entre mis cosas y alejarse hacia su cama. Traté de volver a dormirme, pero fuí incapaz. Desistí y me levanté. Fuí hasta el baño y me aclaré la cara, lo cual contribuyó a mejorar mi humor.
-¿Donde está Natalie? -pregunté.
-Aquí desde luego no. No ha aparecido en toda noche. -respondió Sophie, sin despegar la vista de su ejercicio de Cuidado de las Criaturas Mágicas.
Reí y negué con la cabeza. Me vestí con ropa cómoda (unos simples vaqueros y una camiseta) y traté de cepillar mi pelo, misión fallida, por lo que me lo sujeté con un moño algo desordenado. En la Sala Común me encontré con Peter y Sirius, ambos con grandes ojeras. Me acerqué a mi novio y le di un pequeño beso en los labios.
-¿Qué tal has dormido? -le pregunté, sonriente.
-Más bien que tal no dormí -masculló él, con cara de atormentado.
-Por Merlín, hay que ver que exagerado eres.
Sonrió a su pesar.
-Como se nota que no probó ni una gota de alcohol, ¿eh, Colagusano?
-Desde luego.
Me eché a reir y bajé al Gran Comedor. Me di cuenta de que Nina miraba con ojos soñadores a alguien sentado en la mesa de Gryffindor. Me acerqué a ella y tiré de su manga para llamar su atención.
-Que cara llevas, Nina. Ni que te hubiera besado Sjø.
-¡Ay, Charlie, que susto me has dado! Acompañame afuera, tengo que contarte algo.
Cogí un trozo de tarta de manzana y la seguí hasta un pasillo perdido de la segunda planta.
-¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que tenías que contarme? -me impacienté, emocionada.
-¡Ayer en la fiesta besé a Ly!
-¿¡Qué?! ¿Y estais saliendo?
-Ahí está el problema, que no lo sé. Además estaba algo bebido así que no se si se acordará de algo.
-Es muy amigo de Sirius, ¿no? Seguro que si se lo pregunto a él me lo cuenta.
-¿Tú crees?
-Estoy segura. Ya verás, en menos de una semana os estareis besando y metiendo mano por los rincones.
Nina enrojeció hasta las orejas.
-¡Charlie! No seas pervertida.
* * * * *
Encontré a Sirius en un banco del jardín, leyendo un libro. Me acerqué sonriente.
-Hola, Hocicos.
Levantó la vista del libro y se le iluminó el rostro.
-Hola, preciosa.
Sonreí y me senté junto a él.
-¿Qué lees?
-Un libro que me ha prestado Remus: Relato de un naúfrago, de Gabriel García Márquez.
-¡A mí también me lo prestó! Es muy bueno.
-Vaya humor tienes hoy, ¿eh? Parece que hayan regalado un lote de Felix Felicis.
-En realidad el Felix Felicis produce suerte no felicidad, pero...
-Sí, sí, gran lección de Pociones. Ahora dame un beso.
-¿Y eso?
-Me apetece. ¿No tengo derecho a reclamar un beso de mi novia favorita?
Fingí ofenderme.
-¿Favorita? ¿Cuantas más?
Sirius pareció asustarse, por lo que reprimí una risa y seguí fingiendo enfado.
-Era un broma, Charlie. Si sabes que vivo por ti.
-¿Ah, sí?
-Sí. Me esfuerzo por ser el mejor en todo, para que no te vayas con otro más simpático, más gracioso o que juegue mejor a quidditch.
-Sí, sí, seguro.
-Te lo juro. Eres la única razón por la que estudio para los exámenes. Me da miedo pensar que, si suspendo, repetiré curso y tú te irás a la Universidad y yo me quedaré aquí encerrado mientras que tú te besas con alguien más listo y más guapo que yo.
-Eso nunca va a pasar.
-Nunca digas nunca. Pasé medio curso colado por ti. Fue horrible y maravilloso al mismo tiempo. Te veía por los pasillos, dada de la mano con ese cabrón, besandoos en la Sala Común. Pero cuando rompisteis... Fue uno de los momentos más felices de mi vida.
Arqueé las cejas.
-La verdad es que me sentí un poco mal por ello -reconoció-, pero aún así no me atreví a pedirte salir hasta casi tres meses después.
-Ese si que es mi momento de la vida favorito.
-Pues el mío es nuestro primer beso.
Sonreí y le besé con dulzura. Eso encendió una bombilla en mi cabeza.
-Sé que no viene al caso pero, ¿sabes si a Lysander le gusta Nina?
-¿Nina la Huffie? Pues no, no me ha comentado nada, pero si quieres le pregunto.
-Me harías un gran favor, la verdad.
-Tanto si responde sí como no, ¿quién sabrá esta información?
-Yo y probablemente Nina.
-Vele, pero nadie más, ¿entendido?
-Prometido.
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Sé que no es un capítulo muy largo, ni tampoco especialmente interesante, solo increíblemente optimista, pero la verdad es que me levanté de muy buen humor y ganas de escribir gracias a los ánimos de algunos de mis lectores y amigos. Sé que esto es un poco pelmazo, pero quiero que sepais que sin ellos habría cancelado la historia, fueron ellos quienes me disuadieron de hacerlo.
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Until the very end
FanfictionEs el año 1977. Charlotte Rivers, una joven maga de 17 años, estudia su séptimo y último curso en Hogwarts. Todo parece ir bien, con los EXTASIS a la vuelta de la esquina y varias toneladas de deberes diarias, o al menos, normal. Pero, mientras que...