Eres lo único que quiero

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El sol por la ventana logró despertarme, está haciendo un día bonito, me he pensado lo que me ha dicho Carmen y tiene razón, quizás el destino tiene preparado algo para mí.
Estiro mi cuerpo y me levanto para ver mejor, voy al baño para orinar y lavar mi rostro. Salgo hasta la cocina y allí está ella.

C: Buen día, estoy preparando el desayuno.

_ Buen día -sonrío y le doy un beso en la mejilla- ¿necesitas ayuda?

C: No no, ya termino. -acaricia mi mejilla

_ No tenías que molestarte por mí -me dirijo hacia la mesa para tomar asiento

C: Para mi es todo un gusto que estés acá. -sonríe- ¿Tenes planeado hacer algo hoy?

_ Mmm, no. Debo ir a buscar trabajo.

C: Si querés te puedo acompañar, la gente me conoce y quizás hacen una excepción - trae dos tazas de café y se sienta a mi lado- y si no, bueno, podemos aprovechar el día tan lindo para salir un poco y que conozcas la ciudad. -bebe un sorbo.

_ Gracias por todo lo que hace por mí, no tengo palabras para agradecerle -sonrío sinceramente

C: ¿Otra vez con eso? -sonríe- ya te dije, no tenes nada que agradecer. De hecho yo debería hacerlo por hacerme compañía, hace mucho no viene gente por acá, y si vienen no son tan, tan como vos. -acaricia mi mano por encima de la mesa.

Yo sonrío y seguimos desayudando, al terminar recogí los trastes, los lavé y fui hacia la cabaña para ducharme, al terminar limpié un poco. En la tarde salimos al centro, ella se ofreció en acompañarme y no me negué.

Hemos recorrido varios sitios y por fortuna, y gracias a ella me tomaron en un mini mercado, la verdad no me hacía gracia trabajar por la miseria que pagaban, hasta me han entrado ganas de atracar joyerías y comprarme una isla; que va, terminaría peor que aquí. Empiezo el lunes, es jueves, tengo tiempo para asimilarlo, al salir de allí hemos recorrido la ciudad, y tomamos un café en un bar, la primera vez que lo hice no noté muchas cosas, será por lo estresada que estaba que no hice ni caso.
Estaba anocheciendo y hemos vuelto, yo fui a la cabaña y ella a la suya, lo primero que hice fue tumbarme en la cama, estoy cansada, no estoy en forma para caminar, al pasar de unos minutos llaman a la puerta.

C: Ha llegado esto, es para tí. -extiende la mano para darme una carta. Yo sólo la miro confundida y agradezco, ella se va y yo vuelvo a la cama para abrirla.

"Has estado en mi mente, te aprecio más cada día, me pierdo en el tiempo sólo pensando en tu rostro.
Nadie sabe por qué me ha tomado tanto tiempo despejar mis dudas, tú eres lo único que quiero."

¿Qué significa esto? Una puta broma, no entiendo, no tiene remitente, ni dirección, ni nada. Ahí estaba otra vez, sin querer, mi cabeza volvió a doler mientras que imaginaba millones de cosas. Decido ir a beber agua para despejar la mente cuando por la ventana veo a alguien sentado en las bancas de afuera, viendo hacia el lago, no puedo ver bien porque va con capucha y ya es de noche, cojo el arma y decido salir.
Salgo rápidamente y le apunto.

_ Eh, ¿quién mierda eres?.
No me responde, ni puto caso me hace
_ Que quién mierda eres, responde o te reviento la cabeza. -mira hacia el cielo por unos segundos y se para, yo amartillo el arma sin dejar de apuntarle. Entonces voltea, es la última persona que esperaba ver, mi cuerpo se paraliza y comienza a temblar, ella camina hacia mí con los ojos cristalinos mientras que me mira a los ojos, quito el cargador del arma y la dejo caer. Llega hasta mí y me abraza fuertemente, mi cuerpo no reacciona, está completamente tieso, no puedo moverme, después de un momento lo único que puedo hacer es alejarla, cuando la quito le pego en el rostro, le di una hostia y su nariz comenzó a sangrar, ella la limpia y vuelve a abrazarme más fuerte, yo no puedo más y me rompo, comienzo a llorar desconsoladamente.

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora