Noche en México

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Pov: Jessica
Luego de un largo viaje llegamos a México, nos quedaremos sólo un día en el hotel Hilton México City, aunque si por mí fuera me quedaría más tiempo, ese lugar es maravilloso. Es lo suficientemente grande como para pasar desapercibidas.

_ Hola -dijimos a la vez

Receptora: Bienvenidas señoritas. -con una sonrisa- ¿cuanto tiempo se quedarán?

_ Sólo ésta noche.

R: Muy bien, ¿habitaciones separadas?

_ No, queremos una suite

R: Nuestras suites tienen una cocina totalmente equipada, un dormitorio, una sala de estar de gran tamaño (que incluye una zona para trabajar y una para comer), un aseo para invitados, y un jacuzzi, la suite presidencial es perfecta para tener la sensación de estar en casa. El tamaño de la habitación es de 114 m² y el tipo de cama puede ser la una king o 2 individuales.

_ Sólo una cama.

R: Bien, sólo lléneme este formulario con la información de la que reservará y listo.

Llené el formulario con la información falsa, nos dieron la llave de la habitación y en poco tiempo ya estábamos entrando en la habitación.

Z: Eres la hostia. -dijo viendo con la boca abierta toda la habitación.

_ Lo sé -digo sarcástica mientras sonrío

Z: ¿Te imaginas hacerlo ahí? -señala el jacuzzi

_ Por supuesto -dejo las maletas en la cama

Z: Mademoiselle -hace una reverencia- ¿aceptaría usted tener una agradable conversación con ésta humilde persona, a la luz de las velas mientras disfrutamos de una exquisita cena y un buen vino?

_ Sólo si vas vestida presentablemente -guiño el ojo.

Z: Todo sea por usted -besa mi mano

J: Ya idiota -No aguanto la risa y comienzo a reír a carcajadas

Z: ¿Le puedo decir un secreto?

J: Los que quieras

Z: Está usted muy hermosa -viéndome de arriba a abajo, le doy un corto beso en los labios.

J: ¿Estás cansada? -Zulema niega con la cabeza-

Z: ¿Qué tienes en mente? -toma mi mano y comienza a caminar hacia la cama

J: Muchas cosas -muerdo mi labio inferior

Z: Mi señora, patrona mía. Tengo que hacerle una confesión -finje estar aflijida

J: Dígame -me pongo seria

Z: Prometame que no me va a hacer nada malo

J: No puedo hacer ese tipo de promesas. Dígame lo que me tiene que decir

Z: Está bien, mi confesión es que... usted es muy sexy

J: ¿Qué me está diciendo? ¿Y pretende que no haga nada en contra de usted mientras me hace ese tipo de halagos?

Z: Yo lo siento patrona, pero es que no tuve otra opción. Usted me encanta.

J: Tendré que castigarte

Z: Haga lo que sea necesario conmigo -cierra los ojos.
Acaricio su rostro y rozo suavemente nuestras narices de una forma sexy, Zulema esperaba ese beso pero para castigarla salgo corriendo y me encierro en el baño.

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora