Complicidad

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Al día siguiente despertaron abrazadas, como si fuesen un matrimonio que se ama con locura, y sólo les faltaba el compromiso aunque no lo quisieran admitir. Sólo han pasado una semana juntas pero por su complicidad cualquiera podría decir que se conocen de toda la vida y que son almas gemelas. Ambas se han abierto a la otra como nunca antes lo habían hecho con ninguna persona, se tienen una confianza mutua tan increíble que si esto no fuera así, si escucharan lo que se dice de la otra no se reconocerían.

Z: Buen día -deja un tierno beso en su cabeza

J: Buen día -sonríe

Z: ¿Como estás?

J: Mejor, gracias por dejarme quedar aquí contigo.

Z: Siempre estaré para ti, cuando me necesites y cuando no. -acaricia su mejilla.

J: Acércate.

Z: ¿Para qué? -sonrie

J: Acércate, quiero decirte algo. - hace puchero
Zulema sin más remedio se acerca más a ella.- cierra los ojos.

Z: Que caprichosa que eres -cerrando los ojos.
Jessica besa rápidamente sus labios y comienza a correr.

J: Atrapame -grita saliendo de la habitación

Z: Hija de... -da un salto de la cama para ir detrás de ella- ¿con que quieres jugar así eh? Pues juguemos.
Jessica baja rápidamente las escaleras con Zulema persiguiendola. Llegan hasta abajo y;

Z: Te tengo -tomandola del brazo.

J: No, no me tienes -con un ágil movimiento logra escapar de Zulema y vuelve a correr.

Z: Vamos tía, no estoy en forma, me rindo. Adiós.
Jessica se esconde en la sala de estar.

J: ¿Tienes miedo a perder? -Grita

Z: ...

J: ¿Zule? -sale de la sala sigilosamente, mira hacia todas partes y no ve a Zulema.

Zulema aparece detrás de Jessica, la toma de la cintura para evitar que escape y la presiona contra su cuerpo

Z: Gané -susurra en el oído por detrás del cuello de Jessica haciéndola estremecer- quiero mi premio.

J: Hiciste trampa. -finge querer separarse del agarre.

Z: No, gané limpiamente -toma con más fuerza su cintura y la presiona contra su cuerpo haciendo que no haya ni un solo centímetro que las separe.

J: ¿Y qué quieres? - levanta sus manos hasta la cabeza de Zulema y la acerca a su cuello.

Z: A tí -susurra en su oído y da un pequeño beso en su cuello logrando que a Jessica se le escapara un gemido.
Zulema la da vuelta, la acerca nuevamente a ella y vuelve a besar su cuello pero esta vez con más intensidad logrando que Jessica lance su cabeza hacia atrás. Los besos cada vez fueron más intensos y llenos de deseo, Zule la toma del trasero y la levanta para llevarla al sofa, Jessica se agarra a ella con sus piernas en su cintura y su manos en la cabeza como si fuera un koala mientras que Zulema besa y muerde cada parte de su cuello hasta llegar a un sofá cama. La acuesta y se sienta encima de ella, sube sus besos hasta su mandíbula, se detiene por unos segundos ahí hasta que Jessica toma sus nalgas y las presiona en señal de que quería que siguiera. A Zulema le estaba encantando estar al mando e iba a aprovechar cada segundo de ese día.
Sube de su mandíbula hasta su boca, la besa ternamente pero Jessica muerde el labio de Zulema, es una diabla, le gusta jugar sucio. Entonces Zulema decidió darle lo que quiere, la mordió haciendo que gimiera en su boca y desde ahí, Zulema perdió sus cabales.
Los besos fueron cada vez más desenfrenados y salvajes, ya no hay vuelta atrás.
Zulema quita la blusa de Jessica y comienza a besar los pechos de Jessica por encima del sujetador con deseo, había soñado este momento muchas veces y ahora se estaba haciendo realidad. Decide bajar la velocidad y verla por unos segundos haciendo volver loca a Jessica, estaba al límite.

J: Sigue. -toma del cabello a Zulema para que siguiera besando y mordiendo su pecho.
Zulema quita el sujetador y besa sus pezones.

Z: Eres tan hermosa.
Jessica decide tomar riendas en el asunto y quita la blusa de Zulema, ella sólo traía eso y unas bragas como siempre. La toma de la cintura y la apoya contra ella comenzando a mover su cadera para que Zulema hiciera lo mismo. Logra voltearla y ponerse encima suyo, con una mano toma un seno de Zulema y con la otra la toma del cuello, comienza a besar y morder sus senos poniendo sus pezones duros. Decide ir más allá y bajar hasta las bragas de Zulema, acaricia si vagina por encima de la tela mientras que Zule mueve sus caderas al ritmo de la mano de Jessica. Mete su mano dentro de las bragas y comienza a hacer movimientos circulares en su clítoris volviendola loca. Baja sus dedos hasta su entrada y mete uno sin dificultad ya que estaba mojada. Comienza a embestirla sin pudor, sin lástima, logrando que Zulema gimiera, sin aviso agrega otro dedo y Zulema grita de placer. Decide bajar y mientras que está dentro de ella lame su clítoris, con la mano libre juega con sus pechos, los aprieta y pellizca sus pezones.
Cuando Zule estaba a punto de llegar saca sus dedos y los pone en su clítoris, moviendo rápidamente logrando que ésta llegara al orgasmo. Mientras que Zulema se toma unos segundos en recomponerse Jessica la besa, sin aviso la aleja y la pone debajo y quita la ropa de Jessica, lame sus pezones y baja por su abdomen hasta su vagina. Deposita besos húmedos y con su lengua juega con su clítoris, mete la lengua en su vagina haciendola gemir entre los que casi serían gritos. Vuelve a su clítoris y mete dos dedos dentro de ella, sus movimientos son lentos y suaves haciendo perder la poca cordura que podría tener Jessica. Mueve sus caderas al compás de las embestidas y súplica por mas velocidad, aumenta los movimientos y Jessica araña la espalda de Jessica, la toma del cabello y la acerca a su vagina para que lamiera. A Zulema le encantaba lo salvaje que podría llegar a ser Jessica, la ponía tanto ese lado malo de ella, que sea una hija de puta, entonces no se quejó e incluso gemía cada vez que la diabla clavaba sus uñas en su espalda.
Zulema logró hacerla llegar rápidamente y mientras que Jessi se recuperaba ella subía a hasta su boca con tiernos besos desde su abdomen para besarla, ya no era un beso salvaje. Fue un beso tierno lleno de amor.
Sin darse cuenta se durmieron ahí, Zule en el pecho de Jessi. Se ven tan tiernas aún siendo las más hijas de puta de todas.

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora