Aire

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Pov: Zulema
Ella había vuelto, no murió y está aquí conmigo. No puedo hacer nada más que caer rendida a sus brazos, me ha hecho demasiada falta, la necesitaba, la sigo necesitando. Que haya dejado su negocio por el cual luchó toda su vida por venir a buscarme es lo más hermoso que han hecho por mí en la vida, incluso cuando siempre me dijo: "Nunca se es suficientemente rica".
Sentir nuestros cuerpos desnudos, el tacto, verla dormir encima mío mientras acaricio su cuerpo es la forma más pura de decir; te amo. Estoy dispuesta a todo por ella, daría lo que fuese por hacerla felíz y que esté bien, ahora más que nunca.

Acaba de dormirse y no puede verse más hermosa, tan tierna, como la primera vez que la vi dormida en Cruz del sur, nunca imaginé estar aquí, en ésta situación. Nunca en la vida imaginé amar tanto como la amo a ella. Sin dudas, la vida quizás no era tan mala conmigo y dijo; aquí está algo bueno, te lo mereces.
~
Es temprano y la luz de la niebla por la ventana logra despertarme, a pesar de que hay sol aún hace frío y nuestros cuerpos conservan el calor.  Jessica sigue durmiendo sobre mí y la veo como nunca he visto a nadie, supongo que mi cara era ridícula, estoy completamente enamorada de ella.
Acaricio su cabello y comienza a despertar.

_ Buen día, bonita. -acaricio su rostro.

J: Buen día mi amor. -sonríe con los ojos cerrados y me da un beso. Planeabamos quedarnos ahí toda la mañana basándonos hasta que alguien llamó a la puerta.

_ Mierda. -digo levantándome rápidamente, le doy un último beso, salgo de la habitacion y busco mi ropa. Me visto rápidamente y abro un poco la puerta dejando ver sólo mi rostro.

C: Buen día. -sonríe.

_ Buen día -sonrío y bostezo.

C: Lamento haberte despertado. -dice apenada

_ No, no tranquila, ya estaba despierta.

C: Está bien, venía a preguntarles si quieren desayunar conmigo. -abro mis ojos sorprendida e intento sonar tranquila.

_ Emm, ok, sí. Gracias.

C: Las espero.

Ella se va y me dirijo hacia la habitación confundida.

_ ¡Oh sí, dios! -exclamo cerrando la puerta, Jessica está sentada esperandome, solo cubre su cuerpo hasta su abdomen con las sábanas dejando ver sus senos y me mira confundida- yo no sé qué he hecho bien en ésta vida -camino hacia la cama- para que ésta sea la diosa que vea despertar cada día. -me subo a la cama mientras la beso y la cojo de la cintura. Me siento a su lado y cojo su mano.

J: ¿Quien ha sido? -acaricia mi mano

_ Una invitación. -sonrío

J: ¿Una invitación, a qué, de qué?

_ De la realeza. -le doy un beso en la mejilla- nos han invitado a tomar el té.

J: ¿Quién? -con su otra mano acaricia mi rostro.

_ Mi abuela.
Mira, parece que anoche la has pasado tan bien -levanto mis cejas- que ya te ha oído gritar mi nombre. -levanto mis hombros.

J: Imbécil. -me empuja y ríe- yo no soy la única que la ha pasado bien -muerde su labio

_ Uy no, no hagas eso porque me quedo aquí. -rozo nuestros labios y ella muerde mi labio inferior.

J: No hagamos esperar a la realeza. -se separa y yo levanto mis brazos confundida.

_ Ya me has puesto cachonda -hago puchero.

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora