Pijama

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Pov: Zulema

_ Buen día mi amor - dije acariciando su rostro, son las 10:00 a.m y hoy no tenemos planes.

J: Buen día -sonríe con los ojos cerrados y acaricia mi mano.

_ ¿Cómo has dormido? -deposito un corto beso en sus labios y acuesto mi cabeza en su almohada junto a ella.

J: Muy bien pero estoy muerta de hambre.

_ Yo pensé que habías comido bien anoche -río, ella también lo hace y me mira a los ojos.

J: ¿Desayunamos? -acaricia un mechón de mi cabello.

_ Primero nos duchamos, ¿que te parece? -acaricio su cintura por encima de las sábanas.

J: Vamos.

Nos duchamos juntas y bajamos a desayunar, luego de eso Jessica hizo un par de llamadas de trabajo, hemos estado en la piscina, almorzamos y más tarde he decidido darle una sorpresa.

_ Voy a salir.

J: ¿Quieres que vaya contigo?

_ No, tranquila. Voy a dar un paseo por la ciudad, quizás vuelva en la noche.

J: Bien, adiós.

Le doy un beso y salgo con un escolta, mi idea principal no era dar un paseo, quiero regalarle algo especial. A ella le encantan los pijamas, tiene muchísimos, nisiquiera he llegado a contarlos todos, uno de sus profundos secretos es que le encantan los unicornios. Sí, suena loco pero es real, cada vez que ve uno se le puede quedar viendo por horas, es como si éstos seres, para ella, tuviesen magia o yo que sé, parece una niña chiquita. La verdad me pone felíz ese lado de ella, es tan tierna.

Me he pasado casi toda la tarde buscando pijamas en tiendas, Gucci, Chanel, Balenciaga, es muy raro porque en las tiendas de ropa más fina se pueden encontrar unas cosas, desde ropa para niños y unos outfits que flipas (sarcasmo). Aún así no he encontrado nada de unicornio, estoy devastada por la multitud en los centros comerciales, ya me he pasado más de 2 horas recorriendo cada puto lugar y nada. Ya es hora de que vuelva, no voy a hacerlo con las manos vacías así que escojo uno de ceda, un short y una blusa de tiras, tiene varios colores bonitos, es lo más parecido que he encontrado a un bendito unicornio, aunque quisiese que no fuera así. Además de eso he encontrado un collar chulísimo, es de oro, tiene diamantes y su dije tiene forma de estrella.

He parado a tomar un café, necesitaba descansar las piernas y volví hacia el coche con el escolta. En el camino a casa pensé en como dárselo, la verdad es que no soy una persona que da regalos muy seguido, aunque por ella podría hacer mil excepciones.
"Ya está, se lo doy y ya." Pensé, al llegar doy la orden de no avisar mi llegada para que sea sorpresa y busco a Jessica, pues en la planta baja no está, ha de estar en la habitación, llegó hasta allí, abro la puerta, entro con la bolsa detrás de mí y la sorpresa que me llevo es increíble.
Sí, ahí estaba ella, en la cama, pero en la cama con el gobernador, abro la puerta de un golpe al milisegundo que mis ojos presenciaron aquello y se percatan de que había entrado.

Miro a Jessica, no se que habrá representado mi rostro en ese momento pero mi corazón estaba roto, sentí un vacío en el pecho que no me dejaba respirar con normalidad, asumo que mis ojos estaban cristalizados  y un punzante dolor invadió mi cabeza, sólo fue un segundo, un segundo en el que mi cabeza hizo click, deje de pensar, de sentir, ese segundo pareció una eternidad. Ese click era el que quisiese que nunca haya hecho mi cabeza, pero ahí estaba, el perfume de hombre, las llamadas a solas cuando me decía que eran cosas del negocio, ese click lo cambió todo.

J: Zulema -dice al verme y rápidamente se levanta de la cama cubriendo su cuerpo con las sábanas.
Yo sin darme cuenta dejo caer la bolsa al suelo y levanto los brazos.

_ Enhorabuena, Felipe, digo, gobernador. -caminando hacia él- déjeme que me presente, soy Zulema Zhair y soy la novia de Jessica -acerco mi mano para que la estreche pero él sólo me mira confundido.

G: ¿Eres lesbiana? -la mira

_ Sí, claro que lo es. Bien lesbiana, o, al menos eso era lo que ella me hacía creer a mí -me acerco a Jessica y ella sólo guarda silencio- bueno, disculpadme que no os acompañe, se ve muy divertido, eh, pero tengo prisa. Que la pasen bien machote -lo miro y guiño un ojo.

J: Zulema, espera. -me coge del hombro para que no salga

_ No me toques tía -quito su mano de mí y la empujo- me das asco. ¿Cómo explicas esto? -con los ojos cristalizados- escuchame bien, no me llames, no me busques. No me busques porque si me buscas, y me encuentras, te reviento la puta cabeza. Me utilizaste, -asumo- me utilizaste para que te saque de la cárcel, para que sea tu apoyo emocional y no sentirte como una mierda por la muerte de tu hija. Me la has liado.

Salgo de ahí, me llevo un auto y conduzco, cuando ya estoy en la carretera grito, golpeo el volante y lloro desconsoladamente
¿Hacia donde me dirijo? Ni yo lo sé. Quiero estar lejos, quiero desaparecer del mundo, quiero romper cosas, romperme a mí misma y gritar, gritar hasta quedarme sin voz, quizás de esa manera pueda sentirme mejor.
Nada, ni una palabra podría explicar lo que siento, me siento estúpida por sentir, por permitir que me hieran, por permitir que Jessica entrase en mi corazón y lo hiciera mil pedazos, siento como si tuviese un nudo en la garganta, el punzante dolor en mi cabeza y el pecho adolorido, me falta el aire y comienzo a respirar agitadamente mientras sigo llorando.
Necesito salir de aquí, de este lugar de mierda donde me trajo, volver a mí país no es una opción, no me importa, necesito ir a un lugar donde la policía sea una mierda y no se preocupen por atraparme.

Pov: Jessica

_ VETE -ordeno al gobernador.

G: ¿Qué pasa Jessica, eres lesbiana? -buscando su ropa

_ Te vas o te sacan mis hombres pero con los pies por delante. -tomo mi pistola y le apunto, él sale apresurado y yo pego un portazo.

¿Un desliz? Esto no era un maldito desliz, me estaba cogiendo al gobernador delante de las narices de Zulema, sin darme cuenta. No me di cuenta lo importante que es para mí y ahora lo perdí todo. ¿Pero que mierda hice? Soy una estúpida, no se que pasó por mi cabeza, si necesitaba a un hombre o simplemente lo hacía por el negocio.
No puedo ir detrás de ella porque lo dejó claro, Zulema, y venganza son un sólo complemento, quisiera ir detrás de ella pero algo no me lo permitió, mi cuerpo sólo respondió a una acción y era romper, comencé a romper todo, unos segundos después comencé a llorar desolada y mi cuerpo se tumbó en el suelo, cubrí mi rostro con mis manos e intenté gritar pero sólo salió un grito ahogado, sólo era silencio, dolor y angustia. Soy la peor mierda que puede existir, siempre termino cagandolo todo, golpeo el piso fuertemente como si eso fuese a arreglar algo, decido ir detrás de ella, no me importa, no tengo explicaciones, sólo quiero decir perdón, perdón por lastimarte, no sé en qué estaba pensando, decirle cuanto la amo.
Me visto rápidamente y salgo sola en el auto, no hay rastro de ella por ninguna parte, es inútil. Llevo una hora recorriendo cada calle, cada plaza, cada sitio y nada. La he perdido.

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Hola hola, espero que les esté gustando, ¿vendrá la calma después de la tormenta?
Gracias por leer, se les quiere💜

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora