Milésima de segundo: CAP 10

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Pov: Jessica
Cuando salió de la habitación, me cuesto en el suelo y comienzo a reír a carcajadas.
_ Sapa - digo intentando contener la risa.
Era obvio que le gusto, entonces, ¿por qué no seguir su juego?.
Tomé lo que quedaba de tequila y me fui a dormir, mañana tengo que ir a la cocina.

Pov: x
Al despertar, Jessica se da una ducha, cepilla sus dientes y se dirige a la cocina, que para su sorpresa, Zulema ya estaba ahí preparando el desayuno.

Pov: Z & J
J: ¿Te caiste de la cama? -acercandome a ella.

Z: Algo así -respondo nerviosa.

J: Que bien huele -inspiro profundamente- ¿Pretendes conquistarme?

Z: ¿Qué? -Volteando a verla

J: Porque si sigues así, vas por buen camino -pruebo lo que está preparando y sonrío.

Z: Estás pirada, tía

J: Hujum... -voltea para ir hacia la mesa pero no sin antes apretar la nalga izquierda de Zulema. Ésta da un pequeño salto del susto y suspira entrecortadamente intentando que esto no la delante demasiado.

Z: ¿Qué haremos hoy? -sin quitar los ojos del desayuno.

J: Iremos a la cocina - levanto la vista del móvil- Que bien te ves de espaldas -Muerdo mi labio

Z: Pero, si ya estamos aquí -doy la vuelta y abro los brazos señalando alrededor

J: Que graciosa que eres, deberías ser payasa en lugar de sicaria -levanto las cejas- ten cuidado de no matar de risa a nadie con tus chistes. Aunque, ahí estarías haciendo las dos cosas. -vuelvo a ver el teléfono.

_ Venga -dejando la comida en la mesa- buen provecho.

J: Provecho.

Z: Tía, ¿y yo que haría contigo? -rompo el pequeño silencio que había

J: Yo, contigo, haría de todo mi amor. De to do -sonrío

Z: Venga, que voy en serio. Soy tu socia, tu sicaria...?

J: Aún no eres nada, dependiendo de cómo hagas el trabajo que te di, veremos si te quedas conmigo o no -aunque, siendo la pelinegra más hermosa que conocí, podría hacer una excepción.

Z: Genial.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos a la cocina, luego de eso volvimos a la casa pero ésta vez con los hombres de Jessica. Ellos vigilarán alrededor de la casa.
~
Pov: Jessica
La convivencia con Zulema era agradable, hemos pasado el tiempo hablando, contándonos nuestras vidas y nada nuevo. Además, con ella me siento menos sola.
Le he enseñado muchas cosas del negocio y aprende rápido, es capaz.
Aún no le he contado sobre Dani, no soy capaz. He mandado traer su cuerpo para despedirlo como se merece, en dos días llega, por lo tanto tengo que contárselo a Zulema.

Es de noche y ya cenamos, contraté a una cocinera para que Zulema no sea la que tenga que hacerlo todo el tiempo.
Estoy en mi habitación, acabo de ducharme y estoy terminando de secar mi cabello para luego ponerme el pijama. Todos mis pijamas son de seda, en cambio, lo que Zulema siempre usa es una blusa larga y de vez en cuando un short, aunque, a mi me encanta que no traiga.
Hoy le voy a contar sobre Daniela. Termino de vestirme y me dirijo hacia su habitación.

Pov: J & Z
_ Hola -toc toc- ¿se puede?

Z: ¿Tú pidiendo permiso? -salgo del baño con el cuerpo cubierto con una toalla.

_ Parece que llego en un buen momento -caminando hacia la cama

Z: Pues sí -ríe-, ya era costumbre bromear así.

J: Tengo que hablar contigo -sentándome

Z: Aquí estoy, soy todo oídos. -respondo mientras entro al baño para vestirme

J: En dos días, van a traer a mi hija

Sin darme cuenta la toalla se cae de mis manos y quedo paralizada al enterarme de que Jessica tiene una hija.

Z: ¿Qué? ¿tienes una hija? -volteo para ir hasta ella

J: Sí -No puedo evitarlo y se me cae una lágrima

Z: Pero, no me lo habías dicho. Cuéntame de ella, ¿cuantos años tiene? ¿es bonita, así como tu?

Jessica no puede evitar reír ante lo que dijo Zulema pero sus lágrimas seguían cayendo.

Z: ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

J: Ella, es hermosa. Se Llama Daniela. -seco mis lágrimas en vano porque éstas no cesan.

Z: Jessi, ¿qué pasa? -tomo sus manos y la miro a los ojos

J: Ella -mi respiración se entrecorta- está muerta.

Jessica no puede contener más el llanto y se rompe, se rompe de una manera en la que nunca imaginaria que podría hacerlo. No pude hacer más que abrazarla, la abracé fuertemente y ella lo correspondió, se acurrucó en mi pecho y no nos separamos por un rato.
Jessica tenía una hija y había muerto, no puede ser. Ambas perdimos a nuestras hijas, entiendo su dolor, en este momento no necesita que le digan que saldrá adelante ni mucho menos que aprenderá a vivir sin ella. Ella necesita apoyo y es lo que le voy a dar.

Poco a poco ella pudo estar más tranquila, se separó del abrazo para regalarme una sonrisa, una sonrisa sincera, creo que la más sincera que me han dado en la vida.

J: Gracias por estar aquí - me ve a los ojos.
Tomo su mejilla y seco su lágrimas

Z: Gracias por dejarme estar aquí contigo - le doy un tierno beso en la mejilla.- ¿quieres quedarte y me cuentas de ella?.
Jessica sólo asiente y señalo la cama para que se acueste, lo hace y yo me acuesto a su lado.

J: Daniela es hermosa, es tan divertida y tiene unas ocurrencias. Cuando era pequeña le gustaba imaginar que era una reina de belleza, siempre creaba una pasarela en su cuarto o en la sala y se vestía como una princesa, con un hermoso vestido rosa y una tiara.
Fue creciendo y se convirtió en la reina de belleza más hermosa de todas, siempre me hacía reír con sus bobadas y sus caprichos tontos. Al final terminaba cumpliendoselos, era mi bebé y siempre lo será.
Últimamente no estaba tan cerca de ella por el negocio y lo sabía, una mañana me dice; "¿Ma, nos vamos de vacaciones?", así, de la nada. Entonces le dije que sí, fuimos a Italia y ahí me la arrebataron.
Despertamos en la mañana con disparos, salimos de la habitación y habían abatido a casi todos mis hombres. La encerré en una habitación para buscar una salida, y cuando estábamos a punto de salir de ahí oigo un disparo, mi vida se quedó ahí. En esa milésima de segundo cuando no me di cuenta de que nos estaban siguiendo, cuando no me di cuenta de que la tenían en la mira.
Se me fue, se murió en mis brazos y no pude hacer nada para impedirlo, quisiera haber sido yo la que estaba en ese suelo y no ella. Lo último que me dijo fue; "Te amo". Por mi culpa se murió el amor de mí vida, si tan sólo hubiese prestado atención a mi alrededor, al sapo del calvo. Ella estaría aquí conmigo ahora.
Jessica vuelve a llorar y lleva las manos a su rostro cubriendolo.

Z: Jessi, no fue tu culpa. Ese hijoputa lo va a pagar, te lo aseguro. -la abrazo por detrás con todo mi cuerpo- estoy aquí contigo, prometo no dejarte sola nunca.

Nos abrazamos hasta quedar dormidas, es tan raro, dormir con ella es algo, indescriptible. Mi sueño fue profundo y tranquilo, como si supiera que está a mi lado y que nunca me pasará nada, como si fuera a protegerme. Me siento tranquila, dormir abrazada a ella es algo maravilloso.

Ramé - JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora