9. Desvelo

1.3K 189 72
                                    

Número de palabras: 1505

Al salir de su última clase del día Kuroo se apresuró en atrapar a Bokuto para constatar que había logrado decirle lo planeado a Akaashi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al salir de su última clase del día Kuroo se apresuró en atrapar a Bokuto para constatar que había logrado decirle lo planeado a Akaashi. 

—¿Recuerdas que fui a decirle que había una posibilidad de que fuera omega? —Tetsuro asintió—. Pues casi termino diciéndole que lo amo, es una historia muy divertida, ya ves.

—¿Te gusta Akaashi? —preguntó anonadado.

—Sí, ¿No sabías?

—¡Claro que lo sabía! Pero pensé que tú no te habías dado cuenta de lo que sentías.

—Puede que sea tonto, pero no soy estupido —exclamó la misma persona que unos meses atrás había guardado una bola de nieve en su abrigo sin considerar que en el transcurso del día esta se iba a derretir, iba a empaparlo totalmente y dejarlo con un refriado.

—Por supuesto —replicó sarcásticamente— ¿Entonces por qué no le pides que sea tu novio aún? Adónde se fue mi impulsivo mejor amigo...

—Umh, no tiene un significado tan profundo, solo quiero pedirselo a lo grande pero antes de eso tenía que estar seguro de que podía hacerlo más feliz como su novio que como su amigo y hace poco encontré la respuesta, ahora tengo que preparar todo.

—¿Oya, oya? ¿No has pensado que puede rechazarte?

—Es posible, pero se lo pediría hasta que me de una oportunidad —contestó con una enorme sonrisa.

Kuroo envidiaba la tranquilidad con la que se tomaba Bokuto el asunto. La razón por la que empezó a salir con Kenma cuando inició su primer año de universidad y no antes fue por el temor al rechazo y sobre todo que su amistad pudiera terminar —sí, aun siendo amigos de infancia nada impedía que eso pasara—; de hecho al final el omega fue quien se confesó primero.

Mientras recordaba aquella época donde una declaración de amor parecía el fin del mundo para su yo de preparatoria, notó que Ushijima pasó a su lado apresuradamente, cosa que le pareció extraña porque el castaño siempre era muy calmado como para —prácticamente— correr por los pasillos.

—¿Adónde vas, Ushibro? —le gritó, pues el otro ya estaba un poco lejos.

—Biblioteca —aclaró el de ojos aceituna sin siquiera molestarse en voltear a ver a su amigo.

¿Quién en su sano juicio está tan ansioso por ir a la biblioteca hasta el punto de casi correr hacia ella apenas termina una clase? Al instante recordó que se trataba de Ushijima, claro que no iba a actuar como una persona normal.

Wakatoshi se apresuró en llegar a la biblioteca con la esperanza de encontrar a Shirabu ahí, esperanza que a los pocos minutos desapareció al notar la ausencia del menor. Ya había recorrido todo el camino a la biblioteca, al menos tenía que estudiar un poco. Sacó un libro de su mochila y empezó a leer, distrayéndose constantemente con pensamientos fugaces sobre Kenjiro. 

Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora