25. Reunión

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Número de palabras: 2885

Se estaba empezando a desesperar

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Se estaba empezando a desesperar.

¿Por qué demonios si Goshiki nunca paraba de hablar justo ahora no emitía ni el más mínimo sonido?

Tampoco podía decir que le sorprendía del todo ese tipo de comportamiento tímido luego de los últimos sucesos, pero si había insistido tanto en verlo, ¿no debería al menos tener algo que decir?

Cuando el ambiente ya se empezaba a tornar un tanto incómodo la mesera llegó a preguntarles qué iban a ordenar.

—Yo quiero un frappuccino y rollos de canela con miel —pidió el menor.

Cuando Shirabu estaba por pedir su propio café el azabache lo interrumpió.

—Y un café americano helado con pastel de limón, ¿verdad?

—Ah... Sí —confirmó.

A Kenjiro en realidad no le gustaban mucho los dulces. Sus hermanos siempre decían que por eso nunca quitaba esa cara de amargado.

De cualquier forma, le impresionó que Tsutomu pudiera adivinar lo que iba a ordenar entre todas las cosas que había en el menú.

No hizo ningún comentario al respecto. Sin embargo, mientras esperaban que alguien les trajera el pedido, no pudo ignorar más la intensa mirada del azabache.

Goshiki ni siquiera parecía remotamente interesado por disimular que lo estaba observando.

—¿Tengo algo en la cara? —inquirió Shirabu devolviéndole la mirada.

—No, lo siento... Es que ha pasado un tiempo desde que nos vimos —contestó el aludido claramente avergonzado por ser descubierto.

—Supongo que sí —repuso el de cabello miel.

Luego de este breve intercambio de palabras volvieron a permanecer en silencio. Aunque por lo menos ahora Kenjiro no tenía un par de ojos de águila analizándolo.

El silencio se extendió tanto que le dieron el tiempo suficiente a la mesera para regresar con sus órdenes.

—¿Eso es todo? ¿No piensas decir nada más? —exclamó algo fastidiado el castaño—. Si ese es el caso me iré apenas termine de comer.

No es que Shirabu se sintiera obligado a reunirse con su kouhai, pero si iba a permanecer callado todo el rato hubiera preferido hacer planes diferentes.

Con Ushijima, por ejemplo.

—Así que de verdad lo olvidaste —murmuró Goshiki sin apartar sus ojos del fondo del batido mientras mostraba una sonrisa triste.

—¿A qué te refieres? —preguntó Kenjiro.

Tenía un mal presentimiento, pero aun así decidió preguntar directamente.

Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora