Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]

20. Vacaciones De Verano

Número de palabras: 3408

En una semana pueden pasar muchas cosas.

Por ejemplo, hace una semana Shirabu y Akaashi le daban apoyo emocional a Semi por toda la avalancha de cosas que se le vinieron encima y le daban ánimos para que le contara todo a Tendo.

Ahora, una semana después de que Satori se puso al tanto de la situación, Shirabu tenía que tolerar ver a la feliz pareja regodearse su amor justo enfrente de él y, peor aún, justo delante de su almuerzo.

Porque sí, el pelirrojo estaba decidido a comer todos los días con Eita, lo que —desgraciadamente— también incluía a Kenjiro y a Keiji.

Al menos la presencia de Akaashi hacía todo más tolerable, pero como el castaño nunca había tenido una suerte particularmente envidiable, ese día el búho idiota llegó de la nada reclamándole al azabache que pasara tiempo con él y ahora tenía que ser el mal tercio.

Si Satori estaba tan empeñado en venir a arruinar la vida de Shirabu —que ya tenía suficiente miseria con la semana de exámenes— con sus empalagosos actos de enamorados, al menos que trajera a Ushijima con él.

No es que Kenjiro quisiera almorzar con el de ojos oliva precisamente. Se trataba de mera curiosidad, ya que Satori y Wakatoshi eran mejores amigos era normal pensar que les gustaba comer juntos, ¿no es así?

Mientras descargaba su ira apuñalando al filete de pescado pensó en que en una semana también había conseguido conocer un poco mejor a Satori.

Y, para ser honestos, la única conclusión a la que llegó en ese corto periodo de tiempo fue que era extremadamente insoportable.

No es que le desagradara el muchacho, en realidad parecía una buena persona y hacía feliz a Eita, el problema era que su personalidad era... demasiado.

Así, sin comas, puntos o palabras de más: eran simplemente demasiado, hasta podría decir que un tanto extravagante.

En simples palabras era todo lo contrario a Ushijima.

—Shira-Shira —ah, y cómo olvidar ese estúpido apodo por el que se empeñaba a llamarlo a pesar de las quejas del menor. Simplemente insufrible.

—¿Sí, Tendo-san?

—Ya te dije que puedes decirme senpai —«si, lo entendí las diez primeras veces» quiso decir—, o si prefieres sin honorífico, después de todo si estás con Wakatoshi-kun es como si fueras mi cuñado.

—Ushijima-san y yo solo somos amigos —aclaró Shirabu, como si la seriedad en su tono pudiera desviar la atención de su rostro enrojecido.

—Pero te gustaría que fueran más que eso ¿O me equivoco? —preguntó con una sonrisa maquiavélica.

Si los palillos fueran de un material más resistente el de ojos miel no habría dudado en utilizarlos para atravesar algo más que el pescado de su almuerzo.