Número de palabras: 2665
Amor: una palabra, cuatro letras y muchos significados; pero más importante: un verdadero dolor de cabeza.
Si enamorarse de verdad implicaba un frenesí descontrolado de emociones, Shirabu no estaba listo para experimentarlo.
Tenía mejores cosas que hacer y muchas otras por las que preocuparse, como los inútiles integrantes de su grupo de inmunología que aún no se dignaban a corregir la bazofia que hacían pasar por informe, ¿era tan difícil pedir información correctamente citada con normas APA y unas conclusiones coherentes, o por lo menos que no fueran sacadas del rincón del vago? Al parecer sí.
No obstante, cuando inconscientemente recordaba los ojos aceituna que enmarcan el perfilado rostro de Ushijima Wakatoshi, adentrarse en aquel embrollo de sentimientos y sensaciones no sonaba tan mal.
Incluso estaba dispuesto a tolerar que su estómago se sintiera como si cientos de mini-personas bailaran el chachachá en su interior.
Lo bueno es que quizá podría calentar sus fideos instantáneos con las temperaturas que alcanzaba el cutis de su cara cuando su senpai hacía algo que parecía sacado de un romance de telenovela coreana, sin siquiera reparar en ello.
¡Pero por muy bien que sonara ser una persona especial para Wakatoshi, no estaba preparado! ¿Además no era un poco pronto para admitir la derrota, umh, es decir, para admitir que estaba enamorado?
Aunque enamorado era una palabra muy comprometedora, una vez que admites haber sobrepasado el nivel de atracción, gusto o simple capricho, las cosas toman un matiz más serio.
No iba a admitir tener algo más que un flechazo o crush por Ushijima, no por ahora al menos. Antes que nada le gustaría conocerlo con mayor detalle, que le enseñara el lado que no le mostraba a nadie más, que le permitiera vislumbrar su manera de actuar al estar enojado o al sentirse expuesto y vulnerable; después de eso podría decir con certeza que sus sentimientos eran reales.
No tenía prisa, y menos después de ver todos los altibajos por los que pasaba su roommate con aquel ser del infierno mejor conocido como Bokuto Kotaro.
Después de la salida con el de ojos ámbar ni siquiera tuvo que preguntar si ya todo estaba en orden, pues Akaashi parecía ser el mismo de siempre. A juzgar por la sospechosa posición en la que los había encontrado al frente de la puerta y que durante los últimos días siempre regresaba inundado de las feromonas de Bokuto; todo estaba más que bien.
Hablando de eso, tenía que pedirle a Akaashi que le dijera Bokuto que dejara de esparcir feromonas tan fuertes, a este ritmo Shirabu también iba a terminar apestando a menta.
Se preguntó si Keiji había notado que Kotaro estaba marcándolo como suyo o no, probablemente no, de ser así ya le habría pedido que parara.
Ah, lo que faltaba. Sus trascendentales divagaciones se interrumpieron cuando lo hizo la música que reproducía en el celular.
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Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]
FanfictionMiradas nerviosas desde la distancia. Nombre, Shirabu Kenjiro; estado: en una relación con sus estudios y el profundo enamoramiento por su senpai Ushijima Wakatoshi. Miradas que anhelan ser correspondidas. Nombre, Akaashi Keiji; estado: "felizmente...