Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]

33. Comunicación

Número de palabras: 4361

Si hubiera sabido que al final las cosas iban a resultar así, se habría negado desde el inicio a las peticiones de sus padres.

En el fondo, estaba sumamente agradecido con Goshiki por haber tomado el valor de decir en voz alta lo que ambos querían desde el inicio, que por supuesto no era casarse.

Tenía que admitir que se sentía un poco culpable porque siendo el mayor de ambos no tuvo el valor de hacer lo que Goshiki sí pudo.

Aunque era una lástima que se hubieran tardado tanto tiempo en ponerle fin al compromiso, dado que las preparaciones para la ostentosa boda estaban prácticamente listas considerando que estaban a un mes de la fecha elegida.

Lo que no era tan tranquilizador era que esa noche él y Goshiki tendrían que comunicarles a sus familias de la decisión que tomaron, siendo que ambos acababan de regresar a Miyagi y no tenía mucho sentido ocultar las cosas durante más tiempo.

Sugawara mentiría si dijera que no estaba nervioso en lo absoluto por la reacción de sus padres, por el amor de Dios, probablemente lo echarían de su casa y lo deshederarían ahí mismo.

Si cuando les pidió que cambiaran la fecha de la boda de antes de su cumpleaños para después del cumpleaños de Goshiki —cuando este cumplía la mayoría de edad—, casi se formó la tercera guerra mundial.

Pero si tenía que ser honesto, se sentía mucho más nervioso por tener que contarle las noticias a Daichi.

Suga había decidido contarle a Daichi antes de la cena con sus padres, porque en el fondo sentía que se lo debía por no haberle dicho del compromiso él mismo.

Con eso en mente, la semana anterior le había pedido que se vieran, lamentablemente Daichi ya había regresado a Miyagi y Suga se negaba a tener esa conversación por teléfono.

Mientras él seguía ahogándose en exámenes, el moreno disfrutaba de sus vacaciones de verano. Tal vez era una extraña forma de karma por haber hecho sufrir a Daichi, pero seguramente solo estaba siendo paranoico.

Hubiera preferido hablar con él antes y no el mismo día de la cena con Goshiki.

En cualquier caso, así estaban las cosas. Tenía que lidiar con dos grandes problemas el mismo día, uno a la vez por supuesto y el primero que tenía que enfrentar era el de Daichi.

Solo esperaba que toda la conversación con su mejor amigo —porque seguían siendo mejores amigos, ¿no?— no terminara en lágrimas para ninguna de las dos partes.

Tal vez estaba pidiendo demasiado.

El platinado dejó escapar un largo suspiro cuando divisó a Daichi de pie cerca del parque infantil al que solían ir con Asahi durante la preparatoria después de las prácticas del club de voleibol.