Número de palabras: 2355
A veces los hábitos podían ser bastante inoportunos. Ese fue el primer pensamiento que tuvo Ushijima al despertarse el domingo por la mañana con una fuerte resaca.
Debido a que Wakatoshi se levantaba a las 5:30 a.m. los días en los que tenía clases y a las 6 a.m. los fines de semana, ya le era prácticamente imposible dormir hasta tarde aun cuando se desvelaba y lo peor de todo es que era incapaz de volver a dormirse, pero aun así pasaba el resto del día con una sensación de cansancio de la que no se podía deshacer.
Al menos esta vez tuvo como consuelo que no se despertó a las seis de la mañana sino a las siete.
Consciente de que tenía que conformarse con menos de cuatro horas de descanso, se desperezó y por reflejo su cuerpo tomó la ruta que usaría de estar en su habitación.
El problema es que eso lo dejó enfrente de una pared en vez de la puerta del baño, era de esperarse considerando que no había dormido en su departamento si no en un futón de la habitación de huéspedes de la residencia Sugawara.
Luego de hallar por fin el baño y de lavarse la cara, Wakatoshi se dirigió a la cocina en busca de agua y si era posible algo para disminuir el dolor de cabeza que lo agobiaba.
En lugar de una aspirina, el de ojos oliva se topó con un ambiente algo extraño —tan extraño que él mismo era capaz de notarlo, a pesar de que Tendo siempre le decía que no sabía leer el ambiente—, en la sala de estar Sugawara y Sawamura parecían estar en medio de una conversación, pero guardaron silencio cuando notaron la presencia de otra persona.
—Buenos días, ¿Los interrumpí?
—No te preocupes, ya habíamos terminado de hablar —respondió Daichi—. Voy a despertar a los demás, no deberíamos causar más molestias.
Koshi se veía algo conflictuado y parecía no estar de acuerdo con ponerle fin a la conversación con Daichi; sin embargo, cuando se armó de valor, Sawamura ya había partido.
—Uh, ¿Tienes resaca, Ushijima-kun?
—Me duele un poco la cabeza —respondió Wakatoshi como si todo lo que acababa de pasar no hubiera sido incómodo.
Aunque, para ser justos, al más alto está incomodidad se le pasó por alto, quizá por estar más concentrado en que pudo leer el ambiente antes que en seguir comprendiendo en sí la situación misma.
—Ya veo, te traeré una aspirina —exclamó Koshi.
—Gracias —dijo Wakatoshi cuando el otro le entregó la píldora.
El castaño inclinó su cabeza hacia arriba durante un momento mientras tragaba la cápsula, siempre necesitaba tomar mucha agua para lograr tomar medicamentos en porque si no sentía que se atragantaba.
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Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]
FanficMiradas nerviosas desde la distancia. Nombre, Shirabu Kenjiro; estado: en una relación con sus estudios y el profundo enamoramiento por su senpai Ushijima Wakatoshi. Miradas que anhelan ser correspondidas. Nombre, Akaashi Keiji; estado: "felizmente...