Miradas Compartidas - Haikyuu!! [Omegaverse]

31. Juntos

Número de palabras: 3990

Algo muy extraño venía sucediendo desde la última semana y toda la situación estaba sacando de quicio a Akaashi.

Claro que si cualquier persona escuchara el motivo de su preocupación lo miraría como si se hubiera vuelto loco, lo sabía a la perfección. Después de todo, recibir una confesión de la persona de la que estás enamorado normalmente es el deseo de todos.

Akaashi, por otro lado, sentía que su estómago iba a explotar cada vez que Bokuto —inadvertidamente— le repetía que le "gustaba". En su defensa nadie en su sano juicio confiesa su amor por otra de una manera tan despreocupada, por supuesto que no le creía ni una palabra.

La travesía comenzó cuando, durante la hora del almuerzo, Bokuto exclamó un "me gustas, Akaashi" para después seguir comiendo con total normalidad.

Se veía tan tranquilo que Akaashi pensó que había escuchado mal. La persona a su lado se veía tal y como se vería alguien que hizo un comentario sobre el clima.

Por no mencionar que todo su grupo de amigos se había congregado en una mesa para almorzar, por lo que todos escucharon a la perfección la confesión del chico.

Para mayor desconcierto, todos siguieron almorzando como si nada hubiera pasado luego de mantener su vista fija en Kotaro por no más de cinco segundos.

Genial, todos estaban calmados mientras en su cabeza se desataba el caos —honestamente, era algo a lo que ya debía acostumbrarse.

Keiji dejó pasar el incidente como un malentendido de su parte, hasta que unas horas después su mejor amigo volvió a hacer un comentario similar, luciendo igual de imperturbable que la primera vez.

Luego de eso no era extraño escuchar comentarios del mismo tipo por parte de Bokuto, todas dirigidas a su persona.

Si bien Akaashi quería preguntar al respecto, quizás estaba ahondando de más en el asunto.

En lo que a él concernía, Bokuto podía estar diciendo "me gustas" como un "me agradas Akaashi, eres un buen amigo". Honestamente esa explicación era más factible que la de la confesión.

O eso pensó hasta que Shirabu hizo ese comentario.

Ambos acababan de salir del comedor para dirigirse a sus respectivas clases, evidentemente el almuerzo había transcurrido con un par de "me gustas Akaashi" de por medio.

—¿Vas a seguir ignorando las confesiones de Bokuto? —exclamó Shirabu con genuina curiosidad.

—¿A qué te refieres? —Akaashi decidió que lo mejor sería fingir demencia.

—Sabes de qué hablo, lleva una semana diciéndote que le gustas. Entonces ¿qué vas a hacer?

—Estoy seguro de que Bokuto-san no lo dice con intenciones... Uh, románticas o algo así.