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Mashiho tomó una ducha antes de empezar con la película, no sin antes untar un poco de crema en la frente y cuello del mayor, que anteriormente había caído directamente contra el suelo, no como su persona que cayó encima de susodicho. Su cuerpo también dolía, pero se contuvo de hacer algo al respecto hasta que tuvo privacidad, siendo capaz de colocarla la crema mentolada auspiciada por el hotel, en los diferentes moretones que adornaban su pecho y abdomen.

Al salir, Kim ya había cambiado su ropa, o bueno, retirado. Le gustaba estar en pantalonetas y camisetas playeras, para esta ocasión omitió la última, importándole menos los pocos grados de la famosa ciudad, ¿que más daba cuando gozaban de calefacción?

Colocaron la película por fin, después de divagar un poco entre las demás ofertas, decidieron que no estaría mal echarle un vistazo después de todo, tenían toda una noche después de llegar de la salida que pronto tendrían, si es que no llegaban cansados.


Junkyu reía con algunas escenas que no parecían estar hechas para causar esa reacción, a Mashiho se le hacía hilarante y raro.

—Eres un depravado.

—Es que la chica se comporta muy raro, ¿Ana...?

—Anastasia, sí.

Los dos coincidían en que la actuación era muy mala, o el personaje en sí era muy incómodo de ver, con personalidad robotica.

Por lo menos el tipo está guapo—Mashiho se había dado cuenta de ello cuando vio a Junkyu casi babear a la primera que hizo aparición.

No es mi tipo.

Mashiho nunca se había permitido tener un tipo de chicos hasta que conoció a Junkyu. Ahora era libre de admitir cuando uno de tantos podía cumplir una que otra de sus nuevas expectativas, pero nadie como el mayor, no por ahora. Suponía que era como enamorarse por primera vez, una nueva experiencia de la cual te niegas vivir con alguien diferente, porque cada día que pasa se te hace más difícil creer que existe algo mejor que todo aquello.


"¿Cómo no creerlo?"

No podía pensar en algo diferente cuando el mayor empezaba a dormirse en medio de la única escena que valía toda la hora de película, la última, donde la protagonista se da cuenta que el hombre que le enseñó todo lo que ahora sabe no era del todo conveniente.   Verle tratar de no profundizar el sueño entre sus brazos, porque sí, Junkyu de alguna manera descansaba en el pecho del menor cubierto por lo que utilizaba como pijama, no causo otro impacto que ablandar un poco más su corazón.



Kyu, es mejor que descanses, no te esfuerces, saldremos mañana todo el día.— El japones paseaba sus dedos por toda la cabellera negra y sedosa del otro hombre.

—No, solo es migraña gracias a la película tan aburrida que me acabas de mostrar— Mashiho tenía claro lo difícil que era Junkyu de complacer cuando de cualquier arte se trataba, siendo esto de esperarse gracias a su familia, pionera del entretenimiento en Corea.—Aún quiero salir junto a ti, hoy.



,'•☆•',



—¡Junkyu! Colocaste los botones de la camisa mal.


El mencionado, colocaba su cinturón mientras mordía con agresividad sus labios, ansioso por pensar en la perdida del apartado que había hecho en uno de los restaurante más visitados de toda la ciudad. Para el bien de su estabilidad mental existía Mashiho y sus manos habilidosas, que le ayudaron a corregir cada detalle de su vestimenta.


charming man ;m a s h i k y u +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora