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Junkyu despierta en los brazos de Yoshi, este le rodea como si su vida dependiese de ello, como si Kim fuese ella.

Debía ser un alivio, pensaba Junkyu. Por fin tener a alguien con quien pasar la noche entera, alguien que le conociese, y compartiera sus antiguos dolores.

Aunque todo pareciera apurado, el rostro de Kanemoto es familiar y sus acciones de confianza.

Solo falta un pequeño detalle, uno muy mínimo.

Yoshinori no es Mashiho.

No es su Mashiho, no es el chico que quiere tener sobre su pecho, no es terco, tampoco tímido, bastante inteligente, pero no lo suficiente perspicaz, ni tiene filtros al hablar.
Podría hacer toda una lista, pero repasarla era un arma de doble filo.

Era retomar las huellas que por fin iba dejando atrás.

Yoshi, tenemos trabajo hoy.— La excusa perfecta para escapar de la cama. Terminó con todo el rollo y se levantó, sin esperar respuesta. Se alistó antes que su pronta pareja, y dejó el desayuno listo, sabiendo que el hombre no despertaría por ahora. Él debía estar más temprano que muchos funcionarios, entonces no le arruinaría su profundo sueño, tampoco preocupaba por dejarle, a la final este poseía su propio automóvil. Fue a la habitación una última vez, solo para dejar un beso en su frente— Adiós, nos vemos más tarde.

Pronto se encontraba en la empresa, después de un viaje de quince minutos. Trabajaría hasta tarde para dejar todo listo y tener la última noche del año libre, cenaría con Yoshi.

Para su amarga sorpresa, su debilidad y asistente se encontraba hablando con la recepcionista. Usualmente llegaba unas dos horas más tarde, era su horario de llegada, no entendía que hacía tan temprano en el lugar.

Takata, vaya sorpresa.

—¿A-ah? Sí, decidí llegar un poco antes.—Ninguno miraba directamente a los ojos del otro.— Me preguntaba si podía retirarme antes de mi hora de salida.

Mashiho, hoy le necesito hasta tarde.

Junkyu notó la tensión y decepción que desprendía del menor. No podía hacer algo al respecto, si debía pagarle horas extras lo haría, pero no podría acumular trabajo como venia haciendo desde que empezó a cumplir sus fantasías junto al menor.

Está bien, no se preocupe.

La incomodidad en el ascensor fue ruidosa. Si no se encontrarán en el peor momento de la relación que mantenían; seguramente disfrutarían de unos cuantos besos y roces, aprovecharían el momento, cada instante a solas.

Perderían la cabeza si seguían gozando de esos espacios.

Salieron con afán cuando llegaron al nivel de zona administrativa, los dos con apuro a la oficina del superior, para terminar lo más eficaz posible con el irritante papeleo.

Necesito que busques las carpetas de contaduría con el informe de esta semana, se acerca otra junta de accionistas, creo que Jihoon ha llegado.— Junkyu dejó de revisar su portátil al no recibir respuesta, el menor clavaba su mirada en alguna esquina.— Mashiho...

Usted... ¿Conoció a Jihoon en la universidad?— Practicó toda la madrugada como hacer aquella simple pregunta, era necesaria.

Sí, pero él era de otra facultad— Junkyu contestó con simpleza, sin entender muy bien el porqué de la repentina curiosidad.

¿Tuvo alguna novia?

—¿Umh?— El rostro de Kim no mostraba otra emoción, solo confusión.— Pues, solo le vi saliendo con chicos.

Los dos guardaron silencio, tratando de hallarle un sentido a sus interrogantes y nuevos datos.

Iré a buscar el informe.— Mashiho no aguantó un poco más, la frialdad en el ambiente le causaba ansiedad. No encontró a Jihoon, pero sí a otro encargado del área, que le ayudó con las búsqueda. Volvió a la oficina de su jefe con todo lo que este le pidió, encontrándose con el hombre de pie, con las manos entre los diferentes folios del estante. A los ojos de Mashiho todo lo que Junkyu hiciese era fascinante, pues su figura y porte siempre gritaban gracia. Apartó los pensamientos intrusos y dejó todo en trabajo sobre la mesa. Pensó que ya era momento de retirarse para encargarse de otros asuntos, responder otras llamas, pero la mano de Junkyu en su hombro impidió que atravesara un solo pie por la puerta. 

Tuvo una novia...En preparatoria.

Mashiho se sorprendió del repenrino interés de Junkyu. Desde que le dejó todo el claro y pidió que dejaran las cosas, le dirigía estrictamente la palabra por trabajo, y es que él tampoco intentaba involucrarse de otra manera, la ausencia era mutua. 

¿Cómo sabe?

Jihoon habla de más cuando está borracho.—Juró percibir una pizca de dolor en su voz, que ha estás horas solía ser grave.— ¿Por qué te interesa?

No era dolor, eran celos. Mashiho no podía soportar que él hombre fuese un poco posesivo; mucho menos que demostrase un mínimo de interés, sería su perdición, y se negaba a faltarle a su palabra.

No es asunto suyo, lo siento por hacerle todo un cuestionario Intentó abandonar el recinto de su jefe; pero recordó entonces que se olvidaba de algo.— Por favor, no le comente nada de esto.

No lo haré.

Junkyu le dio la espalda, resignado a luchar por saber que había detrás de todas sus dudas. Ya al estar solo, el miedo se apoderó de sus pensamientos sin pudor. Su naturaleza era insegura, pero nunca alcanzó este límite.

charming man ;m a s h i k y u +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora