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El día transcurrió como todos últimamente, extremadamente lento.
Cuando la pareja se consideraba amantes, sucedía todo lo contrario, perdían toda noción del tiempo, y disfrutaban la compañía del otro.
En esta ocasión, parecía una larga tortura.

Mashiho tenía que presenciar los besos fugaces que dejaba Yoshinori en los labios de su seguro novio. No habían confirmado su relación públicamente, suponía también por la imagen de la empresa, pero se estaban tardando bastante porque no podían ser más evidentes.

Lo peor fue cuando Jihoon se apareció por las instalaciones, sonriente, viviendo el mejor momento de su vida.
Pero Mashiho no tenía intenciones de arruinarle sus escapadillas, de hecho estaba ideando un nuevo plan.

Regresar a su país natal  no era tan mala idea. Por fin pasaría todo el tiempo que quisiera cerca sus padres y  construiría una vida, muy lejos de la que estaba dejando.
Con la experiencia en la empresa le bastaría para conseguir un empleo decente, y el amor ya no se encontraría en el mismo plano, ni siquiera en un segundo.

Una llamada entrante, de un número desconocido, le hizo volver a su realidad. Le echo un vistazo a la agenda en su mano, buscando si alguno d ellos números coincidía con los que se encontraban escrito con lapicero azul, pero ninguno coincidía. Le devolvería la llamada a quién sea que lo estuviese solicitando, pero la persona al otro lado del teléfono se adelantó.

—¿Hola?

Mashiho escuchó un suspiro largo que podía indicar varias cosas; Le llamaban para darle malas noticias, no estaban seguro de comunicarse con él o simplemente estaba nervioso.

Mashiho.

Reconocería esa voz a metros. Que buen momento para aparecer.

—¿Asahi?

Le dio un sorbo a su café en un vago intento de esparcir sus nervios, hasta hacerlos desaparecer.

Hola, Mashi.— Le habló en Japonés, arrebatandole una sonrisa a su mejor amigo de escuela.— Estoy en Corea, de nuevo.


—¿En serio?


El corazón del hombre revoloteaba, toda la tristeza y desolación se vieron opacadas.


Sí, llegué ayer.— La emoción de Asahi era palpable— Me preguntaba si podíamos vernos, tomar algo, como...


—¿Los viejos tiempos?— Tenía la esperanza de no pasar un fin de año nuevo miserable.


—Claro Mashi, ¿Te gustaría?

—Me encantaría, ¿Cuando?— Necesitaba que fuese lo más pronto, pero no espero lo siguiente.

—Hoy.


Tal vez, solo tal vez se ahogó con un poco con el café.


—¿Hoy? Lo siento, pero saldré a un poco tarde del trabajo, ¿Mañana está bien?— Rogaba por una respuesta positiva.

Mañana todos estarán con sus familias, ¿No la pasarás con tu novia?


Mashiho arrugó su pequeña nariz, sin saber muy bien como reaccionar a la suposición de su antiguo conocido. Nunca habían hablado después de la graduación, y eso ya había sido hace mucho.


—¿Cómo... Sabes que tengo novia?


—No lo sabía, simplemente lo imaginé.



Mashiho delineo sus cienes, ideando la forma de contarle al hombre todo el drama que venia viviendo.

—Pues, nuestra relación ya no es la misma, y sinceramente no quiero estar...Con ella— Vaya, era la primera vez que lo admitía en voz alta.— Podríamos pasarla juntos, ¿No?


—¿Estás seguro?


—Muy seguro.




charming man ;m a s h i k y u +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora