¿dónde está?

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bajaban sus pertenencias del auto, el padre de Javier le había prestado el auto para que pudieran hacer el viaje. Habían alquilado una casita en un pequeño lugar montañoso pero lindo.

ahora mismo Valentina y Gabriel estaban sentados en el sofá jugando a algo en el celular del asturiano, mientras que Victoria y Enrique están en la cocina. La última que faltaba en bajar sus pertenencias era la morocha.

el madrileño le dio una mano y bajaron la valija para así poder cerrar la cajuela del auto. Entraron nuevamente a la casa para dejar la valija en la habitación donde dormiría la chica.

— Vale ya que estás libre ¿puedes poner mi móvil a cargar? —pidió el asturiano.

—levántate vos, vago. —comentó la castaña haciendo que la morocha ría.

—¡pero si tú me dijiste que le dijera a ella! —se defendió Sánchez logrando que su compañera ría.

—tranquilo yo lo pongo a cargar. —Vargas tomó el celular de su amigo, y este pronunció un "gracias."

con Javier a su lado como fiel acompañante caminaron hasta la habitación del chico. Buscó el cargador y procedió a conectarlo en el enchufe.

se quedó observando la ventana el hermoso paisaje que tenía en frente y alzó su cabeza para ver hacia arriba cuando sintió que unos brazos rodearon su torso.

—¿hermoso no? —habló el madrileño y ella asintió.— no sabía que tenías pecas. —la cercanía que estaban teniendo le permitió ver algunos detalles de su rostro.

—ah sí, pasa que no se notan en las fotos o de lejos. —contestó nerviosa por tener este acercamiento con él. Bonet le dio la vuelta con cuidado para que queden frente a frente.

esta pareja era la que iba con más lentitud comparado a los demás.

Javier pensó en que ya era el momento para besarla, tenía ganas de hacerlo y sentía que era mutuo. Estaba en lo correcto.

con cuidado tomó el rostro de la morocha en sus manos y dejó un beso en una de las mejillas de ella para luego dejar sus labios sobre los de ella. Un beso largo y suave, aunque las emociones que estaban sintiendo ambos eran fuertes, el corazón golpeaba contra sus pechos.

—¡AY NO! —escucharon gritar a Gabriel, rápidamente se alejaron— ¡VALENTINA! —gritó tapando sus ojos y yéndose, aquel par río por lo dramático que era. Salieron de la habitación.

—¿qué pasó? —preguntó Victoria preocupada por el grito del castaño.

—¡JAVIER Y VALERIA ESTABAN APUNTO DE PECAR EN MI HABITACIÓN! 

—¡NO ÍBAMOS HACER NADA ENFERMO! —se defendió la aludida.

los demás rieron por la discusión que no entendieron como se formó.

—¿qué pasó realmente? —preguntó el rubio mientras pasaba su brazo por los hombros de Vicky.

—nada, nada Gabriel es un mentiroso. —contestó apenada. Él barcelonés asintió y volvió a la cocina.

la teñida iba a dar un paso pero sintió que le jalaron el brazo. Victoria se la llevó a una esquina de la casa junto con Valentina y se hicieron una bolita.

—¿qué pasó boluda, por qué gritaba Gazir? —preguntó la ojiverde.

—es que Javier me besó... —contestó en voz baja. Sus amigas dieron un par de saltitos y la abrazaron, estaban felices por ella.

[...]

la noche caía sobre aquel grupo de amigos, estaban afuera disfrutando del aire libre después del asado que habían hecho.

—¡déjame en paz Quique! —gritaba la morocha— ¡vickyyy! —llamó a su amiga haciéndola reír.

—perdónalo loca, no quiso ofenderte. —contestó mientras reía.

—¡te burlaste de mí dibujo! —dijo ofendida.

—perdóname tía, pero te quedó linda la vaquita.—contestó.

—¡ERA UN DINOSAURIO! —gritó ofendida, logrando que Javier y Victoria rían.

al final recibió el abrazo del rubio, aceptando sus disculpas y luego volvió al lado del madrileño.

Valentina y Gabriel se habían ido por ahí, no tenían idea de dónde estaban habían salido a caminar pero hace un rato que no volvían.

mientras tanto Valeria y Javier se dedicaban a observar a Enrique y Victoria. Enrique la abrazaba por detrás dejando su barbilla sobre la cabeza de la más baja, la morocha los veía con dulzura se veían tan felices al lado del otro.

con "disimulo" sacó su celular y les sacaba fotos sin que ellos se dieran cuenta o eso creía ella. Las fotos le habían quedado bien, y se podía captar la esencia de lo que eran ellos juntos.

la ojiverde alzó su vista para ver a su compañero, quería ver el colo café que poseen sus ojos ese color que la tiene enamorada. Ambos se miraron y sonrieron.

—dile a tu amiga que después me pase las fotos que nos ha tomado. —dijo en voz baja haciendo que la rubia suelte una risita.

—yo le digo que te las envíe. —contesta y él asiente.

pero la burbuja de amor se rompió cuando los cuatro se alarmaron al ver que Valentina venía sola y se veía preocupada y asustada.

—¿estás bien? —preguntó Bonet.

—¿dónde está Gabriel?

almas reflejadas ; khan ; bnet ; gazir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora