Longo abrió la puerta de su departamento, invitó al asturiano a pasar y detrás de él entró ella.
— séntate, yo ahorita enciendo la televisión. —informó la dueña del lugar, el chico asintió y tomó asiento en el sillón que está frente a la pantalla.
—tremenda pantalla tienen —decía mientras daba una vista rápida del lugar.
—¿viste? No comían las trolas de Valeria y Vicky para comprarla, dieron mil saltos cuando la instalaron. —contestó ella con una sonrisa recordando el eufórico momento.— ¿querés algo de tomar? Te ofrezco jugo de uva.
Gabriel asintió y Valentina vertió el líquido en dos vasos de vidrio, mientras tanto él observaba la foto que decoraba la mesa ratona, la imagen lo había hecho sonreír.
eran las tres chicas sonriendo grande y abrazadas, un lindo fondo dorado y las féminas vestidas de manera elegante daban vida a la imagen.
—que hermosa foto —habló cuando la correntina le entregó el vaso.
—¿esa? —decía la castaña mientras señalaba la foto— ah sí, es de mi baile de egresados, creí que ellas no podrían ir porque se armaron un show tremendo y yo me puse re mal. Cuando estaba por iniciar aparecieron las trolas, se veían hermosas.
—estoy de acuerdo, pero tú estabas preciosa. —añadió mientras la veía. La tenue luz que entraba por la ventana iluminaba el rostro de Longo mientras ella se esforzaba por no colorarse.— ¿Has visto que todos tenemos una foto que nos transporta?
—yo personalmente creo que las fotos son máquinas del tiempo, ver esa foto me llevó a recordar el momento y a revivir un poco las sensaciones de esa noche.
—mira, te voy a mostrar mi foto favorita —el chico de ojos chocolate encendió la pantalla de su celular y el fondo era una imagen de él junto a un pequeño cachorro.
—mi vida, es hermoso. —exclamó con ternura al ver al pequeño cachorro.
—se llama Joey, esa foto es del día que me lo obsequiaron estaba muy pequeño y al inicio era muy tímido con el tiempo ha ido haciéndose más juguetón. —contestó con una amplia sonrisa, había revivido el momento en su mente.
—como todos, de pequeños y temerosos pasamos a ser grandes y valientes... No todos realmente, pero si la mayoría. —explayó Valentina.
—jo, me encantaría ser como Joey, pero hay veces que vuelvo a la etapa de ser tímido y miedoso. —contestó.
—el miedo te achica y te limita, yo creo que sos más grande de lo que podés imaginar solo quita el miedo de tu camino. —lo alentó, el joven la miró y puso su mano sobre la de ella.
—gracias por esas palabras.
—de nada, y si algún día tenés miedo en mi podés ver una zona segura.
—yo también quiero eso...
—¿el qué? —preguntó la fémina mientras fruncía levemente su ceño.
—ser tu zona segura. —contestó.
—gracias, pero recordá eso. Quítate el miedo que eso solo te limita.
Gabriel la miró con total admiración, ella le reflejaba tanta seguridad que le encantaba a él le encantaría tener un cuarto de seguridad del que tiene ella.
Valentina le parecía una chica enorme, y no en altura o físicamente sino en aura y energía, la castaña poseía todo lo que él no. Aunque claro, la joven también tiene miedos y puntos de quiebre como todo ser humano, pero de igual forma nunca rajaba.
Valentina era un torbellino y Gabriel una simple brisa, pero juntos podían formar un huracán y un huracán muy lindo a decir verdad.
por la mente de Gabriel seguía sonando el tema del miedo, la frase pronunciada por la argentina "el miedo solo limita" la escuchaba hablar, el tema de ver peakyblinders quedó muy de lado cuando empezaron a conversar de las fotos y los recuerdos que generan.
pero los labios aún cubiertos de aquel color lo estaban llamando, pero el miedo lo detenía. Quería besarla, pero sus nervios y temores lo hacían sentirse como si estuviese atado a una silla.
no lo pensó más, arrancó el miedo y con el corazón golpeando su pecho de manera incesante tomó el rostro de la castaña en sus manos y la besó. Creyó que ella lo haría a un lado, pero se vio realmente sorprendido cuando ella le siguió el beso.
un beso profundo largo. Cuando se separaron el asturiano no podía creer que se había animado, era cobarde en estos casos pero supuso que la energía valiente de su acompañante se le contagió.
—perdón... —dijo ahora apenado y sus cachetes rojos.
—nah, vos querías y yo también, tranquilo. —contestó ella y él río.
—ya debo irme, es tardísimo y Enrique y Javier ya deben estar en casa. —avisó.
Valentina lo acompañó hasta la puerta, abrió y detrás de la puerta estaba la imagen de Javier a punto de besar a Valeria.
—uh Javier...
se despidieron y con un cálido abrazo se despidió de su acompañante por esta velada.
—sos maravillosa Valen. —dejó un beso en la mejilla de la aludida— perdóname Vale. —dijo riendo y viendo a la morocha.
—ya fue. —contestó riendo.
las jóvenes cerraron la puerta y ellos se fueron.

ESTÁS LEYENDO
almas reflejadas ; khan ; bnet ; gazir
Fiksi Penggemaruna leve brisa corrió e hizo que seis almas perdidas se encontraran con sus reflejos ideales, de ahí en adelante aprendieron a bailar juntas al mismo ritmo pero con diferentes pasos.