La Cita.

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En París los meses seguían su rápido curso. Hermione estaba repleta de deberes, se podía decir que su tiempo transcurria entre libros y ensayos. Su desempeño era impresionante. Ya muchos en el Ministerio de Magia Francés auguraban que Hermione iba a ser una de las mejores brujas en derecho mágico. Ella por su parte disfrutaba de cada clase o de cada ensayo que tenía que escribir.
Camille iba muy cerca a Hermione. Ella también tenía un futuro prometedor en el derecho mágico.
Camille trataba de equilibrar un poco más el estudio con su vida social, cosa contraria a Hermione.
En varias ocasiones Camille intentó que Hermione tuviera alguna cita. Aunque Hermione no se lo hubiese dicho, Camille ya había adivinado que Hermione estaba enamorada de Harry Potter y que este por su parte no sentía lo mismo por ella.
Para Camille la mejor forma de sacar un clavo era con otro clavo.

Una noche había logrado que Hermione saliera con ella, Alexandre y Gaspard Ulliel, un amigo de Alexandre que trabajaba en el Ministerio de Magia Francés como auror.

Qué quede claro que esto no es una cita. Advirtió Hermione a Camille.

Que no, dijo Camille con tono cansino. Es una salida de amigos, relájate.

La salida fue un desastre. Al principio a Hermione le pareció que el tal Gaspard era un brujo agradable y atractivo, pero en cuanto este entró en confianza no paró de hablar acerca de él y lo buen auror que era. Hermione miraba a Camille con ojos desesperantes.
Cuando por fin estuvieron de regreso en el apartamento Hermione dijo que el tipo le había parecido un pesado.

Creo que no es para tanto agregó Camille. Habla un poco más de la cuenta, pero...

¡Cuál poco! En toda la noche no paró de hablar de él. Creo que ni siquiera puso atención a mi nombre. Interrumpió Hermione.

Creo que le estás poniendo "peros" , tal vez podrías intentar conocerlo más.

Lo dudo dijo Hermione fríamente.

Y ese fue el último intento de Camille por conseguirle una cita a Hermione.

Una tarde Camille entró en la habitación de Hermione, buscaba un libro para una trabajo, pero de inmediato se olvidó del libro en cuanto vio la cama de Hermione repleta de ropa y Hermione probándose unos jeans y su cara dibujaba una mueca desesperación.

¿Qué haces? Preguntó Camille preocupada

¡No sé que ponerme! Exclamó Hermione.

¿Tienes un evento importante? Preguntó Camille

Voy a salir en la noche. Respondió Hermione quien miraba afligida su silueta reflejada en el espejo.

Camille miró a Hermione y luego la ropa hecha una montaña en la cama.
¿Con un chico? Preguntó Camille con una gran sonrisa.

Sí, pero no es lo que te imaginas. No es una cita. Dijo Hermione y miró a Camille con ojos cansinos.

Camille ignoró la mirada de Hermione y añadió. No hablamos de cualquier chico, para este desorden. Tiene que ser alguien importante.

¡Mucho! Respondió Hermione y de entre la ropa sacó una carta que le dio a Camille.

Camille extendió el papel y leyó:

Hola Herms,

Estoy acá en París por asuntos del ministerio. Pensé que tal vez nos podíamos ver en la noche. ¿Puedes?
Estoy ansioso por verte.

Atte: Harry Potter.

Ya veo, dijo Camille.

Parezco una tonta, lo sé dijo Hermione y se sentó en la cama cruzando los brazos. Es mi amigo Harry y no debería de preocuparme de como me veo. Ni siquiera se fijaría en eso, pero tengo tanto tiempo sin verlo y no es que me importe como me vea Harry, pero...

Siempre tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora