El Celador de Azkaban.

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Harry estaba en su habitación cuando escuchó a un hombre gritar en la sala.
¡Hola! ¿Hay alguien en esta casa?

Era la voz de Siruis. Harry salió de la habitación y bajó a la sala a darle la bienvenida, pero vio que Crookshanks ya se le había adelantado.
El gato ronroneaba y pasaba su esponjosa cola por las piernas de Siruis.
Yo también te extrañé, dijo Siruis mientras le acaraciaba.

Todos por acá te hemos extrañado, dijo Harry desde el último peldaño de la escalera

Siruis le sonrió. Yo también los he extrañado dijo estas palabras abrazando a Harry.

¿Cómo ha estado el entrenamiento? Preguntó Harry.

Pues ha estado bien, contestó Siruis sentándose en el sofá.

Harry pudo notar que se veía bastante agotado.

Los aurores han estado bien, pero tengo mis dudas que este nuevo método sea siempre tan eficaz, ya sabes, hay posibilidad que algún prisionero pueda escapar.

Siempre van a existir posibilidades que alguno se escape, contestó Harry. Tú te escapaste de los dementores, Harry sintió una repugnancia ante las palabras que el mismo acababa de pronunciar. El recuerdo de los dementores le resultaba desagradable.

Les interrumpió una voz proveniente de las escaleras.
¡Siruis! Hermione se acababa de enterar que el mago había vuelto.
!Por fin regresas! , no sabía que ibas a regresar hoy, dijo la chica con una sincera sonrisa.

Yo envié un Patronus ayer, ¿Harry no te aviso?.

No. Contestó Hermione y dirigió una mirada recriminatoria a Harry. Bueno, no me extraña. Harry no habla mucho en estos días.

Harry se sonrojo ligeramente. Se me olvidó comentarte, dijo y sintió la mirada reprobatoria de Hermione y a Siruis que los miraba bastante intrigado, pero él prefirió mantener su mirada en las cortinas.

¿Todo bien? Preguntó Siruis.

Sí, contestaron de mala gana ambos.

Kreatcher ha preparado una cena especial, dijo Harry. Debes estar hambriento, Siruis.

Así es, contestó Siruis levantándose del sillón y yendo en dirección al comedor. Harry y Hermione lo siguieron.

El Elfo ya había terminado de servir la mesa con un estofado y pastel de calabaza. El favorito de Siruis y Harry.

Gracias Kreatcher, todo se ve delicioso. Exclamó Harry quien en ese momento se había dado cuenta que también estaba hambriento.

Es cierto, añadió Hermione. Es una fortuna que Harry no haya olvidado decirte a Kreacher que Siruis regresaba hoy. La chica volvió a dirigir su mirada recriminatoria a Harry.

Harry se hizo que no había escuchado el comentario. Siruis ya no les prestaba atención, estaba muy concentrado sirviéndose varias cucharadas de estofado.
Harry sentándose junto a él le imitó y también llenó su plato del estofado.

Los cuatro disfrutaron de lo preparado por Kreacher. Siruis aprovechó y se sirvió varias rebanadas del pastel de calabaza
¡Gracias! Estaba delicioso, Kreacher dijo este mientras se reclinaba en la silla y estiraba los brazos.

Los grandes ojos del elfo comenzaban a cerrarse del sueño. Hizo una pequeña reverencia y se marchó a la habitación. Antes de marcharse con un pequeño chasquido de sus dedos dejó la mesa y la cocina nuevamente impecables.

Siempre tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora