¡Harry! ¡Harry! ¡estás ahí! Le preguntó Siruis mientras pasaba la mano en frente de su cara.
Dio un pequeño salto
¡Ehh! sí, acá estoy.Mira que no es buena idea dormirse delante del jefe, aunque seas mi ahijado favorito. Le dijo con una sonrisa maliciosa.
Siruis, yo soy tu único ahijado.
Bueno, aún así eres mi favorito.
¿Listo para irnos a casa?¡Ehh! No, yo te veo luego. Me tengo que ir.
Siruis iba a formular una última pregunta cuando Harry ya estaba apareciendo en el Callejón Diagon.
Ginny no le había indicado en la nota un punto exacto del Callejón Diagon, pero él sabía donde la podía encontrar. Justo ahí, frente a la tienda de Artículos de Calidad para Quidditch, había una chica con una larga y roja cabellera observando una reluciente escoba voladora.
Se acercó a la chica y ella como si ya estuviera consciente de su presencia se volteó frente a él.
Iba abrazarla, pero la chica se veía rígida. Y aunque seguía siendo su novia prefirió no continuar con el abrazo.
Hola Harry, gracias por venir.
Estaba muy guapa, aunque por la mueca en su cara era evidente que estaba muy asustada.
Hola Ginny, me encanta verte, pero no te voy a negar que estoy bastante preocupado.
Por qué viniste así, sin avisar.
¿Sucede algo malo?Perdón por asustarte, vamos al Caldero Chorreante ahí podemos hablar mejor.
Iban caminando, pero él se sentía incómodo con el silencio que los acompañaba, así que decidió romperlo preguntándole por el equipo, los partidos, la emoción en el inicio de cada partido; pero Ginny había decido no pronunciar más de una palabra antes de llegar al Caldero Chorreante o así lo sintió Harry cada vez que ella se limitaba a responder con un sí o un no. Con la mirada fija en el suelo y secandose las manos constantemente en el jeans.
Llegaron al Caldero se sentaron en una silla situada en la esquina del pub, lo bastante alejada como para poder hablar tranquilos. Si es que se podía decir que Ginny estaba tranquila.
Pidió dos cervezas de mantequilla.
Debe ser doloroso. Le dijo
La chica levantó la cabeza y lo miró. Sus ojos estaban totalmente abiertos y su cara estaba tan pálida que Harry tuvo temor de que se levantara y saliera corriendo.
Tuvo la impresión que había intentado mover los labios, pero no dijo palabra alguna.Él continuó hablando.
Digo, debe ser doloroso para tu cuello el mirar tanto hacia abajo.¿Estás molesta conmigo?
Ella volvió a bajar la mirada y comenzó hablar.
Parecía que por mucho tiempo había tenido las palabras apuñadas en la boca, porque en cuanto comenzó hablar estas se atropellaban unas con otras.
Harryperdón no sé cómo pasó solo pasó él se me acercó empezamos hablar nofue intencional nome di cuenta pero solo pasó y yo...
La interrumpió.
Ginny, perdón, pero no te estoy entendiendo nada.
¿De quién hablas? ¿Qué fue lo que pasó?
Ella respiró y con sus ojos llenos de lágrimas volvió hablar.
Harry, conocí a alguien más y me he enamorado. Te juro que no sé cómo pasó. Yo no quiero hacerte daño, pero no te quiero engañar.
Guardó silencio, aunque esta vez Ginny había expresado las palabras de forma más lenta, él necesitaba procesarlas en su mente.
¿Me odias? Dijo la chica casi como un susurro.
Su pregunta lo trajo de nuevo a la mesa.
No, no te odio, Ginny. Extendió su brazo para tomar su mano, pero se detuvo. Se tocó el cabello intentaba disimular el movimiento hecho.
Continuó.
Yo sabía que esto iba pasar, no esperaba esto... Pero yo sabía que en cualquiera momento íbamos a terminar.
La distancia entre nosotros estaba desde antes de marcharte, no es tu culpa. Son cosas que pasan.Ella le dirigió una mirada de agradecimiento y ternura.
Harry, yo también sentí la distancia, pero yo no...
Lo sé, Ginny. Todo está bien.
Harry, eres tan bueno. Gracias por no odiarme.
No te puedo odiar, eres mi amiga. Gracias por ser sincera conmigo. Terminó estas palabras con una leve sonrisa. Y dio un sorbo a su cerveza.
Ella hizo lo mismo y por unos minutos la mesa se mantuvo en silencio.
Él volvió hablar.
Le preguntó nuevamente por los entrenamientos y la chica le contestó que le iba muy bien, se había acoplado muy rápido al equipo.
Le contó una que otra anécdota de los partidos, se veía un poco menos rígida.
Terminaron las bebidas y se levantaron de la mesa.Hermione debe estar en casa, ¿quieres pasar a saludarla?
No puedo, mañana tengo que regresar muy temprano y hoy tengo que explicarle a mi familia lo que ha pasado, no he dicho nada.
Notó que la expresión de susto volvía a reflejarse en su cara.
Ellos te adoran y la noticia no les caerá muy bien.
Diles que yo estoy bien, que no tienen de que preocuparse.
La chica le sonrió. Se acercaron torpemente, ella cruzó los brazos alrededor de sus hombros y con un susurro en su oído le dijo: gracias, Harry.
Se apareció nuevamente en la casa número 12 de Grimmauld place.
Al estar ya adentro vio que Hermione estaba acostada en el sofá acurrucada debajo de una cobija y sus ojos clavados en un libro muy grueso.
Levantó la cobija y se acostó junto a ella.Hace frío afuera le dijo, mientras plantaba un beso la mejilla de la chica.
Su amiga saltó al sentir el contacto de la nariz fría de Harry con su mejilla.
Estás muy frío, ¿de dónde vienes?
Él le contó todo lo que había sucedido. Ella lo escuchó atentamente, le puso una mano en su brazo y dijo:
¿Aún la amas?
Se quedó reflexionando ante la pregunta de Hermione.
Creo que desde hace tiempo me di cuenta que ya no estaba enamorado de ella.
Puso la cabeza en el hombro de su amiga, ella le acomodó unos cabellos rebeldes que caían sobre su frente. Realmente era una noche fría, pero la calidez de Hermione le abrazaba el cuerpo.
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Siempre tú.
FanfictionQuería una historia de amor entre Harry y Hermione. La historia es contada por ellos dos. También reviví algunos personajes. Todo inicia dos años después de la Guerra Mágica con las mismas parejas que nos dio Rowling, pero con el transcurrir del t...